FINANCIAL TIMES
Con la venta de la empresa, ¿tienen los empleados que mudarse?

<STRONG>FINANCIAL TIMES<BR></STRONG>Con la venta de la empresa, ¿tienen los empleados que mudarse?

Jonathan Moules
Estamos buscando vender nuestra empresa y tenemos dos partes interesadas. La primera está planeando mantener la empresa en la misma ubicación con el personal existente. La otra parte está buscando la forma de reubicarse. Mi preocupación es que puede que nuestros diez empleados no quieran mudarse. Yo no he discutido esto con los compradores potenciales, ni con los empleados. ¿Cuáles son los derechos de los empleados? ¿Se transfieren ellos junto con la empresa? Si el nuevo propietario decide reubicarse, ¿tiene él que lidiar con el problema?

Sus preocupaciones están bien fundadas. En nuestra experiencia cuando una empresa es vendida, esto causa que todo el personal evalúe su futuro. Para algunos, ésta será una oportunidad para progresar, para otros será una oportunidad para reconsiderar enteramente sus roles. Cuando una sustancial reubicación es parte del acuerdo es una posibilidad de que ciertos empleados no deseen transferirse. Así, si el futuro de la empresa depende del personal actual, esto podría causar problemas al nuevo propietario. La mayoría de adquirientes estarán muy pendientes de este riesgo.

Desde una perspectiva legal, los empleados retienen sus derechos existentes cuando una empresa es vendida. Si ésta es vendida como una venta de acciones, su personal no cambia. Si es vendida como continuidad de sus actividades la venta cae bajo los términos de la Transferencia de Regulaciones de Protección del Personal (TUPE, por sus siglas en inglés). Estas regulaciones establecen que toda la transferencia del personal pasa automáticamente al nuevo empleador bajo los mismos términos y condiciones que en el presente.

En relación con la futura reubicación, o posibles liquidaciones, la ley es compleja y recomendaríamos que se busque la asesoría de un especialista legal.

Peter Watson es director de Finanzas Corporativas en Prism Corporate Broking y expresa lo siguiente sobre la fuga de información a la competencia.

Mi compañía ha descubierto recientemente, a través de una evaluación informática forense, que un director anterior había estado supliendo a la competencia con información del pre-contrato, información confidencial y formatos de valoración. La libertad de solicitudes de información (FOIR, por sus siglas en inglés) ha detallado que el director ahora está siendo empleado por el competidor. Detalles adicionales del FOIR que este competidor ha sido exitoso en ganar el contrato al cual los detalles se relacionaban.

Los forenses también han descubierto la extracción sin autorización de información y formatos de valoración post-contrato para trabajos relacionados a otros competidores, quienes están ahora también empleando el anterior director. Todos los empleados tienen acuerdos de confidencialidad como parte de sus términos y condiciones de contratación. Un competidor podría haber sabido que la información era confidencial por su naturaleza, y si marcada como tal, podría no haberla usado.

Un competidor podría también haber preguntado cuáles obligaciones tenía el empleado con su anterior empleador para asegurarse de que no estuviera induciendo una violación del contrato por el empleado. Si un competidor lo motiva a suministrar esta información, es culpable de inducir una infracción, no obstante, este usó información confidencial para obtener una ventaja injusta sobre su rival.

La compañía podría demandar a cada competidor por daños basados en la pérdida neta que la compañía sufrió. Si las pérdidas son significativamente menos que las ganancias obtenidas por el competidor, la compañía podría buscar daños basados en los ingresos o una cuenta de ingresos para recuperar las ganancias del competidor, como resultado de sus acciones ilegales.

Para prevenir dependencia adicional sobre la información confidencial vinculada, la compañía podría obtener una orden de la corte para recogerla cuando la información sea retornada a ellos, o la destrucción de cualquier información restante y desagravio por mandato judicial de prevenir el uso adicional.

El director es posible que haya violado su contrato de confidencialidad y sus derechos de confidencialidad, la fidelidad y buena fe hacia la compañía.

La compañía podría proceder en contra del director para entregar la información que tomó y traer una reclamación por daños para recuperar cualquier ganancia que él obtuviera de su mala conducta. El empleado puede también ser culpable de robo y la policía podría ser informada.

Las claves

1.  Venta de las empresas

Cuando una empresa es vendida, esto causa que todo el personal evalúe su futuro.

2.  Reubicación

Cuando una sustancial reubicación es parte del acuerdo es una posibilidad de que ciertos empleados no deseen transferirse.

3.  Futuro

Si el futuro de la empresa depende del personal actual, esto podría causar problemas al nuevo propietario.

Recuerde el 1980: todos esos destellos no son oro

John Authers

Yo nunca disfruto escribir sobre el oro. No es que yo tenga algo contra el metal. Su importancia para el sistema financiero es innegable.

En años anteriores, el oro se ha desarrollado fantásticamente, reduciendo en gran medida el malestar de aquellos que han tenido pérdidas en las acciones, la propiedad inmobiliaria y el crédito. Todo esto es cierto.

El problema es que el oro, más que nada en el mundo de las inversiones, desafía la racionalidad. Su valor intrínseco está en el ojo del observador. Y el caso para y contra el oro tiende a fusionarse tanto con la ideología como con la emoción.

Sugiera que los lectores deberían vender las acciones de una determinada empresa, y usted irritaría al CEO. El oro tiene sus propios “creyentes”, atáquelos y ellos se ofenderán mortalmente. El tráfico de e-mails los dispara.

Para los verdaderos creyentes, el oro es la última provisión de valor, una constante en una pérdida mundial por parte de los irresponsables bancos centrales, políticos e ingenieros financieros.

Pero, igualmente es posible argumentar que el oro es la última especulación.

Bajo la usual definición, la “inversión” se convierte en “especulación” en el momento en que los inversionistas ya no miran al valor subyacente, sino que dependen de que el precio aumente de forma que ellos puedan venderlo a alguien más. Por esta definición, el oro es siempre una especulación.

No hay corrientes de ingresos que sean derivadas del oro, en la forma en que los dividendos vienen de las acciones, las rentas de las propiedades y los cupones de los bonos.

La demanda para este no es guiada por las fuerzas económicas, así que no es como el petróleo, la materia prima agrícola o los metales industriales. Si usted no quiere joyería en oro, su única razón para mantenerlo es la creencia de que su precio subirá.

Adicionalmente, el mercado del oro puede comportarse tan irracionalmente como cualquier otro. Después de la Gran Depresión de 1929, pasó medio siglo para que el mundo sucumbiera a otra burbuja, y cuando esa burbuja llegó, fue en oro.

Ésta fue desatada por la decisión de Richard Nixon de remover la fijación mantenida por el precio del oro a $35 la onza, un movimiento que hizo mucho más fácil satisfacer las políticas económicas inflacionarias.

Por el momento, el precio del oro llegó a un pico alrededor de $850 por onza a principios de 1980, este había subido 24 veces el precio. En ese punto hubo absoluto pánico, a la luz del estancamiento de los años 70, ese estancamiento estuvo aquí para quedarse. Pero el oro entonces cayó en un desplome tal que observó una pérdida de un 82% de su valor en términos reales.

Este aumento persistió por más de dos décadas y todavía no ha reobtenido su alza en términos reales.

Tiene que haber alguna forma significativa que describa el oro como un seguro; este no puede propiamente ser descrito como un activo de bajo riesgo.

Habiendo hecho todas esas advertencias, el oro ha sido una inversión poderosa durante los 10 años anteriores.

Desde principios del 2001, este ha subido más de un 400%, mientras las crisis sucesivas han devastado los valores de renta variables

Tratar al oro como una divisa y ver el mundo en términos del oro es también un ejercicio interesante.

El enorme aumento en el precio del oro en dólares y los términos de la plata muestran que muchos han perdido la confianza en esas divisas.

Y como muestran las estadísticas, el mercado de acciones desde el 1970 parece diferente si lo comparamos al rendimiento del índice S&P 500 para el oro. Más que los varios altibajos tenemos el estancamiento de los 70, luego dos décadas de un despampanante mercado alcista a medida que las acciones dejaban el oro en el polvo, y más adelante una década de total declive para las acciones.

Desde que el S&P llegó a su pico durante el apogeo de Internet, este ha perdido un 84% de su valor en términos de oro. ¿Significa esto que usted debe comprar oro ahora?

Hay similitudes con la burbuja de 1980, pero ellas son limitadas. Hubo desesperación en ese punto, pero también hubo una terrible inflación.

Este último florecimiento del oro ha llegado con un poco de inflación actual en la economía real. Los bancos centrales aún no han alcanzado el punto de inquietud (en el caso de la Reserva Federal) de que la inflación sea muy baja. Ellos están ahora tratando de aumentarla, ya que su mayor temor es la deflación.

Además, contra toda lógica, comprar oro ahora es lo optimista por hacer. Para tener éxito, los gobiernos y bancos centrales tienen que estar preparados para seguir adelante. 

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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