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Creen acciones británicas son la mejor opción en este momento

<STRONG>FINANCIAL TIMES</STRONG><BR>Creen acciones británicas son la mejor opción en este momento

Cuáles acciones se deberían comprar cuando los mercados están volátiles y las inciertas proyecciones económicas a lo mejor son poco inspiradoras? Si ya había preguntado esto a la mayoría de expertos bursátiles, este cuestionamiento en cualquier momento de los últimos cuatro años desde que Lehman Brothers quebró, es probable que la respuesta fuera algo como esto: “Se deben comprar grandes compañías, porque la liquidez es importante”.

“Necesita estar seguro de que puede vender rápidamente en el caso de que necesite hacerlo. Las grandes compañías tienen enormes balances generales y más fácil acceso a las facilidades de crédito. Su escala significa que pueden obtener mejores términos de parte de los suplidores.

“Debe buscar rendimientos decentes, además, porque en una época de lenta acción en los precios, los retornos de dividendos se vuelven incluso más importantes. Y debería buscar compañías con exposiciones a economías de más rápido crecimiento. La civilización occidental está en un declive terminal, sus gobiernos y ciudadanos están pelados, y las bestias de oriente están determinadas a dirigir el mundo”.

Todo eso indica hacia las blue-chips, las acciones de empresas prestigiosas y solventes, y que estén representadas por el FTSE 100. Ellas marcan todas las casillas. Incluso la compañía más pequeña del FTSE 100 tiene un valor de £2.3 millardos y la diferencia entre la oferta y la demanda extendida a sus acciones es muy pequeña.

El rendimiento promedio sobre el FTSE 100 es de un 3.5%, dos veces el rendimiento sobre los bonos a diez años y las acciones blue-chip ascienden a un 88.3% de todos los dividendos pagados por las compañías citadas de Reino Unido durante el 2011, de acuerdo a la data de Capita Registra. Ellas son un grupo mundano, además, algo como un 70% de su volumen de negocios adicionales provienen de fuera de R.U., y las compañías tales como BHP Billiton, Unilever y Diageo, están altamente expuestas a los mercados emergentes.

Sin embargo, a pesar de la última inyección de esteroides monetario de la Reserva Federal de EEUU, el FTSE 100 aún no ha recapturado su pico precrisis de 6,730, dejando solamente su alza histórica de 6,950 fijada en el último día de comercio de 1999. Como denota David Schwartz, este está luchando por superar un nivel de resistencia que data del verano de 2011.

Pero hay otra sección del mercado de R.U. que le ha ido mucho mejor. El FTSE 250 de mediana capitalización está a poca distancia de su alza histórica. Desde el bajo punto tocado en marzo de 2009, esto ha afectado fuertemente el índice blue-chip.

La recuperación ha sido basada en el extranjero, además, más de 180 de sus 250 acciones habían aumentado el año pasado. Los grandes rendidores son IP Group, que comercializa propiedad intelectual (hasta un 174%), Ashtead, una compañía de alquiler de maquinaria (hasta un 130%), la constructora Barrat (hasta un 108%) y la aerolínea easyJet (hasta un 71.6%).  No obstante, el índice de mediana capitalización es personificado, mucho más expuesto a la débil economía interna y al consumidor de R.U. con problemas de liquidez que el FTSE 100. Entre sus mayores componentes están los comerciantes de la construcción Travis Perkins, el corredor de apuestas William Hill y el minorista Sports Direct. También hay varios fideicomisos de inversión, tales como Alliance Trust, Scottish Mortgage, Foreign & Colonial y Templeton Emerging Markets.

Paradójicamente, esta exposición es clave para el rendimiento del FTSE 250. Mientras el índice blue-chip es fuerte en petróleo, minería y banca, el índice de capitalización media es grande en principios cíclicos en sectores tales como las ventas minoristas, servicios financieros, ingeniería y entretenimiento. Estos sectores tienden a superarse durante los periodos de alivio cuantitativo. Como señalamos la semana pasada, las de capitalización media superaron tanto las blue-chip como las de pequeña capitalización durante lo pasados periodos de generosidad de la Fed.

No faltan formas de conseguir exposición para las empresas en el auge de capitalización media de Gran Bretaña. En el espacio pasivo, los sospechosos usuales ofrecen fondos que cotizan en la bolsa que siguen al FTSE 250 y que cargan entre 0.30% y un 0.40% al año, y la unidad de seguimiento del índice de HSBC tiene una proporción de gastos total de sólo un 0.27%.

Si usted prefiere una gestión activa, Morningstar lista alrededor de 10 fondos manejados, de los cuales Neptune UK Mid Cap ha contabilizado el mejor retorno hasta el momento en el 2012, y el Royal London UK Mid-Cap Growth tiene el mejor récord a cinco años.

Si prefiere elegir acciones por sí mismo, entonces mis antiguos colegas de Investors Chronicle recomiendan la constructora Bellway y Galliford Try, la financiera Paragon, los minoristas Debenham, y el gestor de fondos de protección Man Group, entre otras.

Las claves

1. Advertencia

La civilización occidental está en un declive terminal, sus gobiernos y ciudadanos están pelados, y las bestias de oriente están determinadas a dirigir el mundo. Todo eso indica hacia las blue-chips, las acciones de empresas prestigiosas y solventes, y que estén representadas por el FTSE 100.

2. Las blue-chips

 Las blue-chips  marcan todas las casillas. Incluso la compañía más pequeña del FTSE 100 tiene un valor de £2.3 millardos y la diferencia entre la oferta y la demanda extendida a sus acciones es muy pequeña.

Brasil teme QE3 de la Fed afecte al resto del mundo

John Paul  y Jonathan Wheatley

Londres

El primer ministro de Brasil, Guido Mantega, ha advertido que el movimiento “proteccionista” de la Reserva Federal de Estados Unidos de proveer más alivio cuantitativo reactivará la guerra de divisas con consecuencias potencialmente drásticas para el resto del mundo.

“Tiene que comprenderse que hay consecuencias”, dijo Mantega a Financial Times en una entrevista. El programa QE3 de la Fed “sólo tiene un beneficio marginal en EEUU ya que no hay falta de liquidez, y esa liquidez no va dirigida hacia la producción”.

Mantega dijo que en cambio estaba deprimiendo el dólar y que estaba dirigido a impulsar las exportaciones de EEUU.

Al igual que el ministro financiero bajo la presidenta Dilma Rousseff y del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Mantega ha vigilado el movimiento económico de Brasil desde su impulso hasta cerca del estancamiento de este año. Él citó la decisión de Japón de extender su propio programa de QE, después de la reciente decisión de la Fed, como evidencia de las crecientes tensiones globales. “Esa es una guerra de divisas”,  dijo.

Mantega acuñó la frase guerra de divisas hace dos años  cuando la segunda ronda de QE de la Fed empujó una pared de dinero hacia el extranjero, guiando a una castigadora apreciación de muchas monedas del mercado emergente, especialmente de Brasil.

La Fed anunció la semana pasada que comenzaría un nuevo programa de compras ilimitadas de valores respaldados por hipotecas, QE3, y prometió mantenerlo en curso hasta que el mercado laboral mejorara. Combinado con sus compras de Tesorerías de largo vencimiento bajo la “Operación Twist”, se verá a la Fed comprando un total de $85 millardos de activos al mes por el resto del año, similar a su programa QE2 del 2010.

 El pasado miércoles, el Banco de Japón dijo que compraría Y10 trillones adicionales de bonos del gobierno, expandiendo así su programa de compra de activos hasta Y80 trillones, una operación dirigida en gran parte al debilitamiento del yen.  Mantega dijo que Brasil “hasta el momento sólo veía las consecuencias de un cambio en las expectativas” de lanzar el QE3 ya que los recursos aún no han sido liberados. “La aversión de riesgo ha decaído y han aumentado los espíritus animales”,  dijo.

Pero las continuadas políticas del QE afectarían el comercio alrededor del mundo, desde las economías emergentes hasta los exportadores del mundo desarrollado como Alemania y Japón. “Las empresas japonesas se estuvieron quejando respecto su fuerte tasa de cambio.

Sin un dólar más débil se dirige a incrementar la competencia comercial, entonces eso también obligará a Brasil a adoptar medidas para detener el fortalecimiento del real”,  dijo Mantega.

Él no dijo cuáles podían ser esas políticas. Pero Brasil ha desplegado una serie de medidas desde el 2010 a fines de detener el fortalecimiento del real, incluyendo un impuesto sobre la cartera de ingresos, algunas de las cuales ya han sido reversadas últimamente. El real se comercia a R$2.02 por dólar, alrededor de un tercio que en su pico de julio de 2011 de R$1.52.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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