FINANCIAL TIMES
Doctrina de Obama considera la economía es clave seguridad EEUU

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EDWARD LUCEN
Washington

Barack Obama emitió los formales ritos funerales para la era neoconservadora de George W. Bush con la emisión de su primera estrategia de seguridad nacional, en la cual llama a un renovado liderazgo americano para trabajar con otros países y revigorizar la economía nacional de Estados Unidos.

El informe de cada cuatro años, que es la primera oportunidad de Obama de crear una “doctrina Obama” puntualizando su enfoque hacia el mundo, dice que la clave para la seguridad futura de Estados Unidos dependerá de su habilidad de reinventar su economía nacional.

En contraste con la controversial primera estrategia de seguridad nacional de Bush en el 2002, la cual emitió un agresivo llamado a prolongar la hegemonía de E.U. incluso asumiendo guerras, la primera toma de Obama trae a E.U. de vuelta a formas más tradicionales de conducir la política extranjera.

Tal vez la mayor diferencia con la época de Bush es su énfasis sobre la renovación económica de E.U.

El documento de 60 páginas listó la educación, energía, ciencia y disciplina fiscal así como las prioridades principales de la economía local de Obama. “Nuestra prosperidad sirve como el origen de nuestro poder”, este dice. “Aunque hemos mantenido nuestra ventaja militar, nuestra competitividad ha sido retrasada en años anteriores”.

Nuevamente, en contraste con los documentos de Bush, que grandemente dejó de lado el sistema multilateral, están los llamados de Obama por unas renovadas Naciones Unidas. Pero este dice que E.U. puede también crear sociedades ad hoc con poderes en crecimiento como por ejemplo China, La India, Rusia y Brasil, enfrentan el creciente número de problemas fronterizos. Igualmente, el documento enfatiza que E.U. continuará luchando una guerra “contra una abominada red de gran alcance. Pero ésta deja referencia, al terror de la guerra global de  Bush”.

El documento reafirma el apoyo de E.U. por la democracia y los derechos humanos alrededor del mundo. Pero evita cualquier insinuación de imponer elecciones a punta de pistola. También enfatiza la necesidad de restaurar los valores americanos penalizando la tortura y la restauración de derechos legales a los terroristas detenidos.

“Los Estados Unidos rechazan la falsa alternativa entre la escasa persecución de nuestros intereses y una campaña interminable para promover nuestros valores”, este dice.

La mayoría de analistas de seguridad nacional dieron la bienvenida al documento, pero advertieron contra leerlo como un detallado mapa de carreteras por como la administración de Obama propondría manejar los problemas. “Tomado en su justo valor esto es un retorno a la más clásica política extranjera americana de compromiso y sociedad, con unos pocos cambios éste podría haber sido escrito por el gobierno de Eisenhower”, dijo Tony Cordesmann del Centro para Estudios Estratégicos Internacionales. “Pero, ésta realmente no es una estrategia, sino más bien la declaración de un intento.

Otros dijeron que el documento fracasó en ofrecer una visión mayor para la política extranjera americana, o vincular una forma de lograr la lista de deseos que ésta presenta. “La Casa Blanca podría haber ahorrado papel descargando una fotografía de George Bush  y poniendo un círculo rojo alrededor de él con una línea a través de ésta”, dice David Rothkopf, un autor del Consejo de Seguridad Nacional. “Es realmente una lista de tareas sin fijar cómo se logrará lo que está en esa lista”.

Las claves

1.  El informe

El informe de cada cuatro años, que es la primera oportunidad de Obama de crear una “doctrina Obama” dice La clave para la seguridad futura de  América dependerá de su habilidad de reinventar su economía nacional.

2.  Apoyo a la democracia

El documento reafirma el apoyo de E.U. por la democracia y los derechos humanos alrededor del mundo. Pero evita cualquier insinuación de imponer elecciones a punta de pistola.

Juego de culpas en los desequilibrios globales

Harold James

Una de las consecuencias paradójicas de la crisis de la eurozona es que los superávits alemanes es posible que aumenten, ya que el poderoso mecanismo de exportación del país se beneficia no solamente de la recuperación del mundo sino también de una divisa depreciada. 

Desde que irrumpió la crisis financiera internacional en el 2007, frecuentemente ésta ha sido culpada de los desequilibrios globales reflejados en los grandes déficits y superávits actuales. El ejercicio de culpabilidad llegó como una sorpresa. Los economistas académicos usualmente no tratan los desequilibrios como un problema, sino más bien como una medida fácil de la extensión a la cual el mundo fue globalizado. En el siglo XIX, Gran Bretaña implementó superávits por décadas, mientras que Australia y Estados Unidos de igual forma tuvieron déficits a largo plazo, sin provocar ninguna crisis global.

Ahora luce como que los desequilibrios internacionales son una señal de tensión y conflicto antes que una causa de celebración. Predeciblemente, la gente en los países con déficits tiende a culpar de los problemas a los superávits. De ese modo la floja política monetaria en E.U. en los años 2000 está adscrita no por mucho a las decisiones de la Reserva Federal, sino a la devaluación del renminbi chino con el fin de producir altos niveles de desempleo en las industrias de exportación. Esta política entonces generó, como una consecuencia no deseada, grandes incrementos en las reservas, las cuales en cambio se fomentaron en el sistema financiero americano.

Igualmente predecible, los países con superávits ven las cosas de forma diferente, y culpan la malversación y la adicción a la deuda de los países deudores.

Esta discusión no sólo ocurre a nivel global, sino también cada vez más a nivel europeo. Una característica  notable es cuan rápidamente los debates a consecuencia de la crisis fueron tratados en términos nacionales: nadie pretende que solamente hubiera intereses comunes europeos. Eso es debido a la característica común de la crisis de que esos intereses son acompañados por solicitudes de redistribución, y nosotros sólo tenemos realmente mecanismos para hacer esto vía el estado-nación.

Cuando la redistribución tiene lugar internacionalmente es sólo como consecuencia de la guerra, en la cual una sociedad obliga a la redistribución sobre otros. En la crisis actual los alemanes han asumido el rol de china, mientras que los del sur de Europa se parecen a los americanos. Pero hay límites para dicha comparación: E.U. es un país muy poderoso, y parece un lugar seguro y estable en tiempos de crisis financiera. Eso no puede decirse realmente sobre el Mediterráneo. Los intentos de corregir los desequilibrios globales no harán al mundo más seguro, pero es posible que reduzcan las perspectivas de crecimiento. En su más reciente reporte Perspectiva Económica Global de abril de 2010, el Fondo Monetario Internacional exhorta a China a seguir el ejemplo de Japón de 1988, ignorar el hecho de que la floja política monetaria que guió a la revocación del superávit de Japón entonces fue un vínculo mayor en la cadena de eventos que condujeron a la década perdida del país en los 90.

El debate entre los deudores y acreedores se balancea entre dos diferentes formas de evaluar la legitimidad: poder y moralidad. Lo que especialmente irrita a los deudores es que los acreedores a menudo presentan su posición fundamentalmente como más virtuosa: los griegos se dicen que tienen pensiones excesivamente altas y edades de retiros excesivamente prematuras, mientras que los americanos se comprometen en temporadas de consumo a plazos, financiados en formas aun más ingeniosas. Los acreedores apuntan a las generaciones de enseñanza Confuciana o Protestante sobre las virtudes del ahorro. Pero los acreedores también parecen ser fascinante y horriblemente poderosos. El debate acerca de que China es también una fantasía respecto el día en que  domine el mundo, mientras la discusión del rol de Alemania está unida al trauma retrospectivo de la dominación nazi de Europa en  los 40.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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