FINANCIAL TIMES
Ecuador cuestiona planes de EEUU
de reducir financiamiento a países andinos

<p><strong>FINANCIAL TIMES<br/></strong>Ecuador cuestiona planes de EEUU<br/> de reducir financiamiento a países andinos</p>

Por HAL WEITZMAN

En Lima
Ecuador criticó ayer a Washington por proponer una reducción de 40% a la ayuda anti-narcóticos a la región andina, durante los próximos dos años, una decisión que se verá como una represalia por la elección de gobiernos nacionalistas hostiles a Washington.

María Fernanda Espinosa, la ministra de Relaciones Exteriores, dijo: “Hay principios de responsabilidad conjunta y justicia, y bajo esos principios, Estados Unidos tiene que responder a los esfuerzos que Ecuador ha hecho”.

Dijo que la administración Bush debería reconocer “los esfuerzos enormes realizados por un país pobre como Ecuador para combatir el narcotráfico. Ahora necesitamos que EEUU se comprometa a respaldar esos esfuerzos”.

En el presupuesto que presentó el lunes, el presidente George W. Bush propuso una reducción en la iniciativa andina contra las drogas de US$722 millones el año pasado, a US$570 millones este año, y US$443 millones en 2008.

El programa respalda esfuerzos como la erradicación de la coca, la planta que aporta la materia prima para la cocaína, que se cultiva principalmente en Colombia, Perú y Bolivia. También ayuda a programas para combatir el narcotráfico en países como Ecuador y Panamá.

Los recortes se verán en la región como una respuesta a la elección de gobiernos hostiles en Ecuador y Bolivia, y al fracaso de otros por cooperar plenamente en la “guerra contra las drogas”.

La única excepción es Colombia, el aliado regional más cercano a Bush. Su administración ha solicitado que el Congreso extienda el Plan Colombia de US$600 millones, el programa contra el narcotráfico militar financiado por EEUU, que expira este año.

El año pasado, Evo Morales, un antiguo líder de los cosechadores de coca, se convirtió en presidente de Bolivia, y este año, Rafael Correa asumió el cargo de presidente de Ecuador, con la promesa de cerrar la base militar estadounidense de Manta, la única en su tipo en América del Sur y un puesto importante para los esfuerzos de intercepción [de narcotraficantes].

El gobierno de Correa reaccionó airadamente a la aspersión aérea por parte de Colombia de su frontera con Ecuador. El mes pasado, Quito emitió una queja oficial sobre el asunto a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Las reducciones también serán recibidas en la región como una reacción a lo que se percibe como la frustración de Washington con los esfuerzos anti-drogas en los Andes. A diferencia de Colombia, que depende enormemente de las aspersiones aéreas para destruir las plantaciones, Perú y Bolivia, el segundo y tercer productor, dependen de la erradicación manual, puesto que la coca es culturalmente más delicada en esos países debido a su empleo como estimulante natural.

El mes pasado, Pilar Mazetti, la ministra del Interior de Perú, y Rómulo Pizarro, jefe de la agencia anti-narcóticos, admitieron que Perú está librando una batalla perdida contra el tráfico de drogas. Funcionarios en Lima estiman que Perú necesitaría unos US$200 miillones anuales para ejecutar un programa de erradicación e intercepción eficaz.

Intensificar la erradicación en Colombia, mientras se disminuyen los presupuestos de otros productores, alimentará las preocupaciones sobre un “efecto balón”, en el cual la producción cruza las fronteras para evitar la actividad anti-drogas.

Un informe del Departamento de Estado de EEUU el año pasado dice que el cultivo de la coca se incrementó 38% en Perú en 2005, mientras que el área total subió por cuarto año consecutivo en Bolivia, un 8% más, hasta 63,000 acres, la cifra más alta de este siglo.
VERSION IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas

Más leídas