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El “boom” de la producción petrolera de Estados Unidos

FINANCIAL TIMES<BR>El “boom” de la producción petrolera de Estados Unidos

Ed Crooks
“América Saudita”, como la están llamando: el boom de la producción petrolera de EEUU que según algunos pronósticos hará al país un exportador neto de crudo para finales de la década.

Es una proyección interesante, prometiendo un dramático crecimiento para las compañías capaces de aprovecharse de ella. Los entusiastas del petróleo de EEUU frecuentemente hacen grandiosas demandas sobre el futuro, sobre la base de lo que  todavía es una muy limitada historia y hay muchos riesgos para esa perspectiva color de rosa, desde protestas ambientalistas hasta dudas sobre la confiabilidad de los estimados sobre  las reservas de esquisto.

Sin embargo, hay una posibilidad ampliamente discutida, una baja sostenida en los precios del petróleo, que puede ser menos que una amenaza para la industria de EEUU de lo que a menudo se teme.

Las esperanzas de los consumidores de más bajos precios petroleros han sido suscitadas por el hecho de que después de un largo declive desde su pico de 1971 hasta un mínimo en el 2008, la producción de crudo de EEUU se ha incrementado por alrededor de 1.5 millones de barriles por día hasta casi 6.5 millones de barriles por día en septiembre. Los pronósticos de que para el 2017 EEUU superará a Arabia Saudita para convertirse en el mayor productor de petróleo del mundo, incluyendo líquidos de gas natural como el etanol, según ha previsto la Agencia Energética Internacional, requiere un rápido crecimiento en los últimos cuatro años para ser continuado más allá de los próximos cuatro.

Hay varias razones de porqué este progreso puede ser descarrilado. Las compañías petroleras pueden haber sido demasiado optimistas respecto el potencial a largo plazo de las reservas de esquisto de EEUU que son la fuente de la nueva producción, o podría haber una reacción política contra la fracturación hidráulica, una de las técnicas que hace posible el desarrollo de esas reservas en términos comercialmente atractivos.

Otro riesgo citado por los analistas, incluyendo la AEI, es que habrá una baja sostenida en el precio del petróleo hasta por debajo de los niveles que se necesitan para hacer viable la producción de petróleo de esquisto de EEUU. Al igual que con el gas de esquisto, el auge del petróleo de esquisto ha sido guiado por productores más pequeños y de tamaño mediano, antes que gigantes compañías petroleras internacionales.

Las IOC incluyendo a ExxonMobil, Chevron y Royal Dutch Shell ahora se están mudando a los campos petrolíferos de esquisto, pero las compañías más activas en la reserva de esquisto de Bakken, de Dakota del Norte, el centro del boom, son grupos tales como Continental Resources, Hess y Whiting Petroleum. Faltando los bolsillos profundos de las IOC, y ya constreñidos por los débiles precios del gas y el NGL, ellos serían forzados a recortar la inversión si su flujo de dinero entra bajo presión.

Los productores de gas de esquisto de EEUU también son vulnerables porque sus costos son muy altos. Necesitando precios netos en un rango de $44-$68 por barril, de acuerdo a la consultora Rystad Energy, ellos no son las fuentes más caras del mundo. Ese honor dudoso probablemente va a nuevos proyectos mineros en las arenas petrolíferas de Canadá, o en las profundas aguas de la costa de Brasil.

No obstante, los costos de producción norteamericanos son significativamente más altos que en muchas partes del Medio Oriente. Eso implica que el asunto importante para el futuro de EEUU como “la nueva Arabia Saudita” es lo que la vieja Arabia Saudita hace de ella. Opec ha aclarado que está vigilando el boom petrolero de EEUU con aprensión, y con razón: es la mayor amenaza para el poder del cartel desde que los campos de Alaska y el Mar del Norte fueron abiertos en los 70.

A medida que crece la producción de EEUU, los países de la Opep serán obligados ya sea a restringir el crecimiento esperado en su producción, o poniendo freno a la inversión en nueva capacidad o manteniendo el incremento de la capacidad no utilizada, o aceptar un precio petrolero más bajo. Como el único miembro del Opep tanto con una capacidad de almacenaje significativa y la capacidad de invertir en adiciones de capacidad, Arabia Saudita mantiene un rol fundamental. Si esta intensifica la producción y guía en descenso el precio del petróleo, esto podría devastar la industria de esquisto de EEUU.

Bernstein Research calculó en septiembre que con el petróleo a $60 reduciría la exploración norteamericana y el gasto de capital de las compañías de producción en un 40%, lo cual “conduciría a un colapso en la actividad de perforación y de reparación de pozos entre EEUU y Canadá”. Hay precedentes para tal comportamiento, como es el caso de la reunión del Opep de 1997 en la que Arabia Saudita acordó un gran incremento en la producción ya que la economía mundial se estaba ralentizando empujando el precio del petróleo hasta $10.

La diferencia ahora es que, sacudidos por los disturbios que han barrido a través del Medio Oriente y África del Norte, Arabia Saudita ha estado incrementando fuertemente el gasto público. El Instituto de Finanzas Internacionales ha estimado que para el 2015 el reino necesitará un precio petrolero de $110 para equilibrar su presupuesto. Los oficiales sauditas han discutido el cálculo, pero $60 no sería más bienvenido en Riyadh que en Williston, Dakota del Norte.

Con Arabia Saudita y América Saudita en acuerdo, la amenaza, o para los consumidores, la promesa, los precios petroleros significativamente más bajos es improbable que se cumplan. 

Las claves

1.  Boom América Saudita

 “América Saudita”, como la están llamando: el boom de la producción petrolera de EEUU, que según algunos pronósticos hará al país un exportador neto de crudo para finales de la década.

2.  Precios

 Las esperanzas de los consumidores de más bajos precios petroleros han sido suscitadas por el hecho de que después de un largo declive desde su pico de 1971 hasta un mínimo en el 2008, la producción de crudo de EEUU se ha incrementado.

3.  Gas

Productores de gas de esquisto de EEUU también son vulnerables porque sus costos son muy altos.

Se eleva crecimiento económico EEUU hasta 2.7 por ciento

Anjli Raval y Robin Hardingen.  Nueva York y Washington.  Hubo una fuerte revisión en ascenso para los estimados del crecimiento de EEUU en el tercer trimestre, pero un ambiguo reporte ha puesto dudas sobre la subyacente fortaleza de la mayor economía del mundo.

La data del Departamento de Comercio muestra que la economía creció a una tasa de 2.7% anual en el trimestre de julio a septiembre, comparado con el 2% estimado el mes pasado.

Pero la causa de la revisión fue un más rápido crecimiento en los inventarios de negocios, lo cual no puede ser sostenido por mucho tiempo, más que compensar los bajos estimados de consumo y el gasto de las empresas en equipos.

Eso indica que hay menos impulso en la economía y que este puede ser más vulnerable a una crisis desde que el abismo fiscal de aumentos de impuestos y recortes de gastos entren en vigor a finales de año.

“La historia real es construir el inventario de negocios”, dijo Tim Hopper, director económico para TIAA-CREF, el asegurador y gestor de activos. Hopper argumentó que el cuadro general era positivo, con las empresas incrementando la producción, y una más fuerte contribución del sector de la construcción. Pero a menos que los inventarios aumenten adicionalmente el cuarto trimestre puede ser débil.

 “Algunos aumentos inusuales para el tercer trimestre no se repetirán en el cuarto”, dijo Steven Wieting, economista en Citi Investment Research de EEUU. “Los desembolsos del gobierno aumentaron un 3.5% sobre un 12.9 por ciento de aumento en el gasto de defensa, lo cual parece probable que se reverse en el cercano plazo.

El crecimiento en el consumo bajó desde una tasa anual de 2% hasta 1.4%, el gasto empresarial en equipos y software se movió de plano hasta una baja de 2.7%, pero el aumento de inventario contribuyó 0.8 puntos porcentuales hasta un crecimiento total.

El ingreso interno bruto, una medida alternativa del crecimiento que a veces es más exacta, aumentó a una débil tasa anualizada de sólo 1.7%.

En general, los números señalan una débil economía que todavía no está creciendo lo suficientemente rápido para crear muchos empleos.

La cifra

3.5 por ciento  aumentaron desembolsos del gobierno  sobre un 12.9 por ciento de aumento en el gasto de defensa, lo cual parece probable que se reverse en el cercano plazo. El crecimiento en el consumo bajó desde una tasa anual de 2% hasta 1.4%.

 VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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