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El presidente Barack Obama asegura su lugar en la historia

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Barack Obama y sus aliados en el Congreso han tenido éxito donde las anteriores administraciones demócratas han fracasado. Ellos han pasado una reforma de asistencia de salud que garantiza un seguro de salud para casi todos los americanos y asegura que la insolvencia ya no será una consecuencia de serio malestar. Realmente, le había tomado a Estados Unidos demasiado tiempo en relación a lo que otros países ricos hicieron hace décadas atrás. Pero, mejor tarde que nunca.

Obama, el líder del Senado Harry Reid, y la vocera de la Cámara, Nancy Pelosi, han asegurado sus lugares en la historia. No obstante, la reforma que ellos han pasado está incompleta, defectuosa y, por el momento, es impopular. Los republicanos están prometiendo revocarla, y esperan ganar la mayoría de votos en la Cámara en las elecciones de noviembre. Los demócratas han hecho historia, pero ¿llegarán ellos a arrepentirse?

En el largo plazo, esto parece poco probable. Cualesquiera que sean los problemas y complicaciones que intervengan, los derechos consagrados en esta legislación son tan básicos que llegarán a ser vistos como inalienables, justo cuando la Seguridad Social y de Salud, ahora son las otras provisiones famosas del país. Pase lo que pase, los directores recordarán esto como su momento de más orgullo en la política.

En el corto plazo, los demócratas han tomado un enorme riesgo. Durante el año pasado, ellos habían estado intentando por sí mismos el debate interno sobre la reforma. Ni siquiera los líderes del partido en el congreso, ni el mismo presidente, han agitado para hacer el caso particular para esta política para el público. Ellos correctamente han dicho, que el actual sistema de asistencia de salud de E.U. es una desgracia, lo cual es verdad, pero ellos han hecho muy poco por defender sus propuestas específicas.

En cambio, la venta de esta reforma se ha concentrado sobre la paliza populista de las compañías de seguros de salud, alrededor de las cuales el sistema de asistencia de salud de E.U. continuará estando organizado. Ésta también ha sido basada en la reclamación de la extensión de seguros hasta 32 millones de americanos, a un fuerte costo de $1,000 millardos en 10 años, rendirá una reducción neta en el déficit presupuestario.

Esta aritmética es fuertemente plausible. La reforma llama a experimentos para mejorar la eficiencia. Estos pueden rendir significativos beneficios a largo plazo, pero para hacerlo ellos tendrían que continuar mucho más agresivamente. Las reducciones propuestas en el seguro de salud Medicare, intentaban pagar por aproximadamente la mitad de los desembolsos brutos, será políticamente desafiantes.

La independiente Oficina de Presupuesto Congresional ha endosado la reclamación de reducir el déficit, pero esta oficina opera dentro de estrictos límites: ésta debe asumir lo que el Congreso le dice. El público está escéptico acerca de las cifras, y está en lo correcto al estarlo.

Los demócratas mal administraron el proceso en otra forma. Para su crédito, ellos han terminado con una centrista y moderada reforma, similar al plan introducido en Massachussets por Mitt Romney, un gobernador republicano. Todavía ellos llegaron hasta ahí renuentemente, aprobando la medida después de meses de enturbiar el argumento y la implacable oposición de su propio bando progresivo. Contradicho como puede ser el resultado, ellos han dejado la impresión de un partido que intenta mover a E.U. cuanto más hacia la izquierda de lo que sus votantes desean ir. Las decadentes clasificaciones de aprobación del  Obama escriben la historia.

Un esfuerzo genuinamente bipartidista, como el que creó la Seguridad Social y de Salud, podría haber trazado un consenso nacional, y una base mucho mejor para las reparaciones y correcciones de curso que serán necesarias a medida que la reforma proceda. çPor esta inhabilidad de alcanzar un convenio entre partidos  Obama puede justamente criticar a los republicanos, quienes nunca estuvieron abiertos a cooperar. Su unánime oposición a la reforma es generalmente indefendible. Pero esto no excusa el fracaso del presidente de dirigir su propio partido a un consenso moderado, lo cual podría entonces haber sido presentado, temprano y con asiduidad al país. En cambio, él tuvo forzada moderación sobre él para sus disidentes demócratas conservadores.

A pesar de esto, el público puede volver en sí en lo que respecta a la reforma, mientras los demócratas esperan, y tal vez lo suficientemente pronto se evite una derrota en noviembre.

El partido puede conseguir el engrandecimiento de su logro, y presionar el resto de su agenda con renovada energía. Pero no se puede apostar sobre esto. Amargas discusiones sobre la asistencia de salud continuarán mientras el Senado debate con acción adicional esta semana. Más allá de eso, los desafíos legales serán presionados, y los problemas con la legislación, reales e imaginarios, saldrán a la luz.

Cualquier contratiempo en noviembre, y el cruce de sus ambiciones políticas, puede ser el precio que los demócratas deben pagar por esta reforma y la forma en que ellos la persiguieron. Entonces un sacrificio evitable sería el veredicto, pero, sin embargo, sería uno respetable.

La cifra

32  millones de americanos.  Es la cantidad de personas par ala cual ha sido basada la reforma de salud, a un fuerte costo de $1,000 millardos en 10 años.

Precio acciones sector salud suben tras  aprobación  proyecto

Masa Serdarevic.  New York. Las acciones en Estados Unidos rebotaron después de una débil apertura siguiendo al paso del proyecto de asistencia de salud del pasado domingo, pero amenazan con precipitar su reciente recuperación a medida que el convenio de ayuda para Grecia en la última reunión de la Unión Europea parece cada vez más improbable.

Los demócratas ganaron suficientes votos en la Cámara de Representantes para promulgar la histórica legislación del Presidente Barack Obama y expandir la cobertura de la asistencia de salud a millones de americanos sin aseguración.

Jeff Kleintop, jefe estratega de mercado en LPL Finacial, dijo: “Dentro del sector de asistencia de salud, el impacto es combinado: la industria HMO de asistencia de salud es negativamente impactada; mientras que se benefician las compañías de hospital, junto a otros beneficiarios, de los crecientes volúmenes de asistencia de salud. Sin embargo, mucho de este impacto ya ha sido valorado en el sector”.

El S&P 500 cerró un 0.5% hasta 1,165.91, el Dow Jones Industrial Average un 0.4% hasta 10,785.89 y el Nasdaq Composite con un 0.9% llegó hasta 2,395.40.

El índice del sector de asistencia de salud, Standard & Poor’s, superó el mercado más amplio, aumentó un 9.2%. La revisión legislativa ha sido interpretada por algunas personas como ayuda para las compañías de asistencia de salud agregando más clientes asegurados. Las compañías de seguros de salud se combinaron considerablemente después de su recuperación de la semana pasada.

Aetna subió un 0.5% hasta $34.64, UnitedHealth Group perdió 3.3% hasta $33.25 y WellPoint cayó por un 1.1% hasta $64.39.  Las acciones de Pharma ganaron 1.5%. Pfizer se recuperó un 1.4% hasta $17.15, Merck subió un 0.6% hasta $38.30; Eli Lilly agregó un 1% para llegar hasta $36.54. El fabricante de medicamentos genéricos, Teva Pharmaceuticals subió un 2.2% hasta $64.43 y  Mylan incrementó un 1.7% hasta $22.91.  

Zoom

Ganancias

Las compañías de hospitales fueron algunos de los mayores ganadores de la sesión. Health Management subió un 11.3% hasta $9.05 y Tenet Healthcare se recuperó por un 9% hasta $6.27. Google estuvo en foco, enviando sus acciones un 0.5% más bajo y llegando hasta $557.50, ya que el proveedor del mecanismo de búsqueda anunció que estaría redirigiendo todas las solicitudes de búsqueda a su servicio local chino para que su división de Hong Kong siga su disputa con Beijing sobre censura, diciendo que esto incrementará significativamente el acceso a la información para la gente en China.

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