Financial times
Es difícil escribir un final feliz para la historia del ‘QE’

 

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¿Sólo fue un golpe de angustia transitorio? ¿O finalmente hemos sido testigos del fin de los 32 años de mercados alcista para los bonos?

Para mí se siente como lo segundo, con los rendimientos de las Tesorerías de Estados Unidos (EEUU) a 10 y 30 años por encima de medio punto porcentual desde principios de mayo y los mercados emergentes en una racha de mala suerte.

Estamos en un territorio de incertidumbre monetaria que podría suceder cualquier cosa para alterar ese juicio. Lo que está claro es que las normas del juego del mercado global han cambiado en un espacio de tiempo notablemente corto.

Esto es más visible en los mercados monetarios, donde la ridiculez de riesgos en el comercio parecen estar llegando a un fin.

A partir de la crisis financiera ha habido una tendencia para que los comerciantes se muevan hacia los mercados emergentes de divisas y materias primas y hacia las acciones en fase de riesgo donde los bancos centrales tuvieron éxito en persuadir a los inversionistas para que asumieran más riesgo. En el modo de riesgo ellos retrocedieron hacia el dólar que gozaba del estatus de refugio debido a su preeminente rol de moneda de reserva y su sólido respaldo por los mercados altamente líquidos.

En la depresión de las últimas semanas el dólar ha estado fortaleciéndose por las buenas noticias, lo opuesto de su reciente comportamiento de asumir riesgo. Al mismo tiempo las monedas de mercado emergente han dejado de ser un vehículo para proveer una generalizada exposición al riesgo para los mercados financieros, mientras que las acciones emergentes han rendido por debajo de las acciones del mundo desarrollado.

El cambio es particularmente aparente para las divisas de materias primas, que ahora más realistamente reflejan la reversión del boom de los recursos y el posible declive en la intensidad de los recursos del crecimiento en China a medida que el balance de la economía cambia de las exportaciones y la inversión al consumo.

Para los países como Australia, que han visto un crecimiento fenómeno por la mayor parte de las dos décadas, tiene sentido permitir que el dólar australiano tome cierta tensión de este ajuste.

Al mismo tiempo la Guerra de divisas se está volviendo menos guerra. Hubo un simbolismo feliz en la decisión por parte del ministro financiero de Brasil, Guido Mantega, la semana pasada, para el desguace de un 1% de impuesto sobre las posiciones cortas en dólares en el mercado de futuros, que eran una forma conveniente para apostar sobre una apreciación del real. Fue él quien introdujo el impuesto en el 2011 cuando se quejaba de las guerras de divisas.

Entre los que han sufrido mayores caídas ha estado el rand sudafricano, reflejando la baja en el precio del oro. Esto en parte está relacionado a los movimientos en el mercado de bonos de EEUU, porque el aumento en los rendimientos de la Tesorería significa que el costo de oportunidad de mantener el oro, que no produce ingresos, está incrementando. Contraer la liquidez de EEUU es tradicionalmente bajista para el metal amarillo.

Y ahí está Japón, donde la reciente caída en el mercado de acciones estuvo acompañada por una apreciación del yen aumentando hasta casi un 9% en sólo tres semanas. El alivio a lo largo del resto de Asia ha sido palpable. Eso también ascendió a un notable cambio en el comportamiento del mercado.

A través de la crisis económica y financiera de 23 años de Japón hubo poco vínculo financiero con el resto del mundo y una crisis mínimamente contagiosa. Sin embargo, este fue el anuncio del gran incremento propuesto en las compras de activos del Banco de Japón en abril que proporcionó el detonador para la última depresión en los mercados.

La depreciación de todas estas monedas se refiere sustancialmente a la fortaleza del dólar. Al igual que el diferencial más favorable de la tasa de interés sobre las Tesorerías, el dólar se beneficia de un rendimiento más fuerte de la economía de EEUU en relación al de Europa y Japón; lo mismo de la percepción que sus mercados son más flexibles y su posición de energía cada vez más fuerte. Y, por supuesto, el dólar todavía es la única moneda que puede absorber flujos sustanciales en estado de pánico.

La buena noticia sobre las nuevas reglas del juego es que los mercados están comenzando a diferenciar más cuidadosamente entre los países y activos sobre las bases de un análisis fundamental, que es una gran mejoría en el comportamiento instintivo del riesgo.

La noticia menos buena es que la eurozona todavía pesa como una nube negra sobre la economía global, en recesión sin ninguna solución integral a la vista para el problema de los desequilibrios y un sistema bancario que está descapitalizado y sobrecargado de deuda soberana.

Es curioso que el euro se fortaleciera contra el dólar en la última depresión. Un ajuste de cuentas puede estar al doblar de la esquina.

Sin embargo, EEUU también es una poderosa fuente de incertidumbre, a causa del debate del gran ajuste, en relación a si procederá y cuándo la Reserva Federal a retirarse del alivio cuantitativo.

Como expresa Stephen Lewis, de Monument Securities, el temor de que la Fed no lleve a cabo el ajuste, o ciertamente no se atreva a realizarlo, puede ser un factor tan significativo en el actual malestar, así como la ansiedad de que sí procederá. El mercado, él añade, se ha dado cuenta de que es difícil escribir un final feliz para esta historia.

Universidades de  Reino Unido admiten menos  pobres

 La mayoría se está volviendo en lo social, menos representativas

Escrito por Helen Warrell

Las universidades del Russell Group están admitiendo menos estudiantes pobres en comparación con una década atrás, a pesar de los amplios esfuerzos por incrementar la diversidad social en las importantes instituciones, según advirtieron asesores del gobierno.

Un informe por parte de la Social Mobility and Child Poverty Commission indica que la mayoría de las universidades selectas de Reino Unido se están volviendo menos socialmente representativas, y tienen un largo camino por recorrer para asegurar que todos los estudiantes potenciales tengan la oportunidad de ganar el ingreso.

 Esto también señala la proporción de alumnos educados por el estado que asisten a las universidades del Russell Group, 24 de las instituciones de educación superior más selectas de Reino Unido, que incluyen también a Oxford y Cambridge, ha disminuido en los últimos diez años.

 La investigación, conducida por el ex ministro de trabajo Alan Milburn, el zar de la movilidad social del gobierno, encontró que había 126 estudiantes menos que poseían antecedentes más en desventaja en las universidades del Russell Group en el periodo 2011-12 de lo que había en el 2002-03.

 El análisis separado muestra que incluso cuando el número de alumnos de escuelas estatales en la institución del Russell Group incrementó por 1,464 entre el 2002-03 y el 2011-12, aproximadamente la mitad de nuevas plazas en estas universidades en la década pasada  se han destinado a estudiantes de escuelas privadas, cuyo número se elevó por 1,426.

 El panel también concluye que aún faltan alrededor de 3,700 estudiantes educados por el estado, que aún teniendo el grado suficiente para ingresar a una universidad del Grupo, no consiguen la plaza.

 Wendy Piatt, directora general del Russell Group, dijo que los problemas de acceso para los estudiantes más pobres no podrían ser resueltos tan sólo por las universidades.

 “Ultimadamente muy pocos estudiantes de algunas escuelas del estado consiguen las calificaciones adecuadas en los temas correctos e incluso aquellos a los cuales les es menos posible aplicar a las principales universidades”, dijo Piatt.

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