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Grupo español Puig es uno de los más activos en la compra del sector de lujo

<STRONG>FINANCIAL TIMES<BR></STRONG>Grupo español Puig es uno de los más activos en la compra del sector de lujo

VANESSA FRIEDM
El Grupo Puig, que acaba de comprar Gaultier, es una de las más activas en las adquisiciones del sector del lujo.

Sin duda, el nivel de actividad de la industria del lujo es frenético. No hay más que pensar en la compra de Jimmy Choo por parte de Labelux, la adquisición de Bulgari por parte de LVMH, o la participación mayoritaria que ha comprado la china Fung Capital de la firma de zapatos francesa Robert Clergerie. Pero, de todo el sector, hay una compañía que destaca por encima del resto por su volumen de operaciones.

Se trata del grupo español Puig, que está en plena fase de expansión. El mes pasado se hizo con la participación del 45% que tenía Hermès en Jean-Paul Gaultier, más otro 10% de acciones del propio diseñador.

 En febrero, se hizo con la licencia de la fragancia de Valentino de Procter & Gamble. Este mes, lanzará el primer perfume de la marca.

Por si fuera poco, la próxima temporada volverá a introducir, por primera vez, en cinco años una línea de ropa femenina de Paco Rabanne, y celebrará un desfile en la Pasarela de París.

Todo ello forma un conjunto de iniciativas diseñadas para mejorar el perfil de Puig y aumentar su cuota de mercado, pero también pone de relieve la singular experiencia del grupo durante los tres últimos años de recesión.

Marc Puig, presidente del grupo y tercera generación de la empresa fundada en 1914, asegura que el período “entre 2008 y 2010 han sido los mejores años de nuestra historia”.

El año pasado las ventas crecieron un 22% hasta alcanzar los 1.200 millones de euros.

Puig es un caso inusual en el mercado del lujo en varios sentidos. Es la única firma española del sector. Es privado, y sigue estando bajo control familiar.

Y es, tal y como explica Puig, un “híbrido” de moda y fragancias: posee la marcas Nina Ricci, Paco Rabanne, Carolina Herrera (y ahora Gaultier); crea perfumes de prestigio para esas enseñas (excepto para Gaultier), así como para Comme des Garçons y Prada, y también trabaja en el mercado de esencias “masstige” (artículos de calidad dirigidos a consumidores con menor poder adquisitivo) con celebridades como Antonio Banderas y Shakira.

Pese a existir algunas marcas de moda que disponen de fragancias (Chanel o Dior), firmas sólo de perfumes de prestigio (Guerlain) y grupos de productos de belleza como Coty y L’Oréal, los intentos por integrar los sectores de las esencias y la ropa dentro del sector del lujo, por lo general, han fracasado. L’Oréal vendió Lanvin en 2001, y P&G desistió con Rochas, entregando la licencia a Gibo. El propio Puig admite que la moda y las fragancias son negocios distintos que demandan diferentes tiempos y aptitudes.

Sin embargo, Puig asegura que dispuso de más de una década para “aprender” el negocio de la moda (cometieron muchos errores  en el camino: Nina Ricci ha tenido cuatro diseñadores desde que Puig adquirió la marca en 1998).

Grupo compra

1.  El mes pasado, Puig  se hizo con la participación del 45% de Hermès en Jean-Paul Gaultier, más otro 10% de las acciones del diseñador.

2. En febrero, se hizo con la licencia de la fragancia de Valentino, y este mes tiene previsto el lanzamiento de su primer perfume con esa firma. La próxima temporada volverá a introducir una línea de ropa femenina de Paco Rabanne.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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