FINANCIAL TIMES
Hay grandes riesgos para aseguradores última instancia

<STRONG>FINANCIAL TIMES<BR></STRONG>Hay grandes riesgos para aseguradores última instancia

Martin Wolf
FT.
El gobierno británico se asemeja cada vez más a una pitón que se ha tragado un hipopótamo. Al actuar como asegurador de última instancia para el sistema bancario británico, está asumiendo enormes riesgos a costa de los contribuyentes.

Si esto terminase siendo una depresión global, con grandes pérdidas para los bancos británicos, la solvencia fiscal podría incluso ponerse en duda. ¿Puede tener esto sentido? Lo dudo. Al final del pasado año, los activos totales del sistema bancario británico ascendían a 7,9 billones de libras (8,9 billones de euros) o 5,5 veces el producto interior bruto. Este conjunto de activos se incrementó en 956.000 millones de libras entre finales de 2007 y finales de 2008, y en 4,4 billones de libras, o un 130%, entre finales de 2001 y finales de 2008. Sólo Royal Bank of Scotland representaba el 45% de este último aumento.

Al final del pasado año, contaba con más activos que ningún banco británico, el 166% del PIB. Estas posiciones en activos son enormes. Debería señalarse, sin embargo, que incluyen posiciones brutas de derivados (algo que no ocurre en EEUU). Las exposiciones netas de derivados fueron muy inferiores. RBS era un pequeño banco escocés que quería ser grande. Lo logró. Sin embargo, en la actualidad, la capitalización de mercado de RBS es de sólo 9.000 millones de libras. Y alcanza esta suma sólo porque el Tesoro no ha eliminado a los accionistas privados. El banco está, de hecho, nacionalizado. Los contribuyentes soportan el coste de garantizar esta megalomanía. Debo confesar mi interés: mis ahorros están en RBS.

Por lo tanto, estoy agradecido. De forma implícita, el gobierno británico está garantizando las deudas de los hinchados bancos británicos. Explícitamente, parece probable que garantice al menos 600.000 millones de libras de activos tóxicos de RBS y Lloyds bajo su «esquema de protección de activos». No soy populista. Sin embargo, cuando pienso en las sumas que ganan los responsables de traspasar todo este embrollo a los contribuyentes británicos, incluso mi sangre hierve. RBS ha recibido en definitiva un seguro de 325.000 millones de libras para activos tóxicos. El primer 6% de cualquier pérdida (19.500 millones de libras) recaerá sobre RBS, que asumirá el 10% de las pérdidas por encima de este límite.

El precio total que RBS paga por esta garantía es de cerca del 4% de la suma asegurada. Parte de ello se paga mediante acciones de RBS, que, por decirlo suavemente, son papel mojado. Para conseguir que este gigante siga respirando, el Tesoro ha bombeado otros 25.500 millones de libras de capital adicional. Mi colega, Willem Buiter, expone sin rodeos en su magnífico blog que: «al igual que sus contrapartidas estadounidense y holandesa, este esquema de seguros sobre activos tóxicos no ofrece ninguna compensación social: es ineficaz, injusto y caro». ¿Está siendo demasiado duro? No mucho.

La cifra

600.000 millones de libras.  Sería el valor de los activos tóxicos de RBS y LLoyds que el gobierno británico  garantizaría  bajo su «esquema de protección de activos» que ejecuta en apoyo al sistema bancario.

Las palabras ya no mueven a  los mercados

John Authers

La vista corta

Las acciones respaldadas por ciertos detalles y algo de efectivo, sin embargo, pueden tener un efecto.

Recientemente los bancos de Inglaterra develaron su plan de comprar los bonos de larga duración, conocidos como “alivio cuantitativo”, lo cual haría el dinero más barato para reducir las tasas sobre los bonos de larga duración. Estas tasas soportan mucho financiamiento a largo plazo.

Todo el mundo sabía que se iba a hacer esto, pero el efecto de considerar su alivio cuantitativo era dramático. Los $75 millardos que se gastarán a primera instancia eran más de lo que mucho habían esperado, e impulsaron hacia abajo el rendimiento de los bonos a diez años por 0.35 puntos porcentuales hasta un 3.28%, casi igual a su crisis de diciembre.

Los pasados dos meses habían estado creciendo los temores de que el suministro extra de bonos que serán necesitados para financiar el déficit de Reino Unido impulsaría los precios hacia abajo y a los rendimientos hacia arriba.

El  mercado

El mercado aún parece apreciar un poco de honestidad. Jean-Claude Trichet, jefe del Banco Central Europeo, admitió que, “toco madera”, sobre las expectativas inflacionarias, que él redujo las tasas a una baja histórica.

El doble filo de los recortes de dividendos

Los dos beneficios financieros de sostener las acciones, la apreciación del capital y los ingresos, parecen inciertos,  aún peor. La profunda caída en el precio de muchas acciones ha sido evidente por meses. Ahora la temporada de reportes corporativos está brillando como una fuerte luz en el frágil estado de los dividendos.

Varias compañías ya han reducido sus dividendos o los desbarataron completamente. Todavía esto no es universal, pero aún para los grupos con una política de crecimiento de dividendo en su DNA, nada puede tomarse por garantía. En E.U., las plantas de General Electric están por recortar el pago trimestral de 31 a 10 centavos la acción en el segundo semestre del 2009, su primer recorte de dividendo desde el 1938. En Reino Unido, algunos analistas esperan que los expertos de Marks & Spencer recorten su dividendo que será sólo la segunda vez en más de 100 años de historia.

Las depresiones ya han tomado desde antes su cuota sobre los pagos a los inversionistas. Mientras el mundo se tambaleaba por el choque petrolero del 1973, por ejemplo, los dividendos de las compañías en el índice S&P 500 cayeron por más de un 60% en ganancias en el 1970 a un 37% en el segundo trimestre del 1974.

Aparte del impacto inmediato sobre los accionistas que descansan sobre el ingreso, los recortes de dividendos golpean los retornos a largo plazo. La reinversión es crucial al crear valor para los accionistas. De acuerdo al Libro Anual de Retornos de Inversión Global de Credit Suisse, las acciones de E.U. y R.U. en promedio retornaron un 5% en términos reales cada año desde el 1900.

Viejo deleite de centros financieros de Londres y Nueva York

La columna de Lex

Una de las características menos circunspectas de la era del crédito fácil y el estallido resultante de la magia financiera, fue la lucha por los derechos a presumir entre Londres y New York, donde estaban los principales centros financieros del mundo. Un Londres renaciente, que por un tiempo se deleitaba señalando la torpe regulación de E.U., plasmada por Sarbanes-Oxley. New York profesaba estar despreocupado en un momento en que confrontaba una enorme crisis de identidad.

El debate que marca la renuencia de New York de abarcar una fuerte competencia respecto de la regulación en contra del gran descuido de Londres, ahora parece irrisorio. Ambos sistemas fracasaron, y en cuentas múltiples. Es extraño, entonces, que el índice de los Centros Financieros Globales de la semana pasada, fuera aclamado como alentador. Expresando fe en las ciudades, como lugares para hacer negocios, antes que China continúe comprando las Tesorerías de Estados Unidos que enfrentan una avalancha de emisiones.  Aunque la encuesta mostraba un gran abismo entre la pareja, y Singapur, colocado en tercer lugar, el temor de los respondientes respecto de la reacción regulativa, amenaza las posiciones de los líderes globales.

Sobrevivir a la crisis es el primer desafío. Los servicios financieros comprendieron alrededor de un 8% del Producto Interno Bruto de ambas naciones en el 2007. Pero Londres (en la data del 2006) ascendió a más de un 40% de la contribución de la industria en contra del equivalente de las acciones del área metropolitana de New York de un 15%. Similarmente, mientras casi un tercio de los empleos financieros de Reino Unido eran en Londres.

Partición

La Gran Manzana, con la economía de Estados Unidos  en vías de atender o compartir los bienes, en particular con Chicago y Boston, ambos en la cumbre de los 10 del GFCI. El liderazgo de Londres era más dependiente sobre la vasta comunidad de expatriados, así como de proporcionar experticio para el reclutamiento alrededor del mundo. Eso puede significar un tiempo más difícil que para su viejo rival.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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