Patrick Jenkins
Londres. Cómo cambian los tiempos. Alrededor de un mes atrás, el ministro financiero de Reino Unido, Alistair Darling, anunció un 50% de súper-impuesto sobre los bonos de los bancos, guiando a una descarga de protestas de que el gobierno británico estaba poniendo en peligro los bancos y dando un aumento competitivo a los centros financieros rivales en Europa y Estados Unidos.
No obstante, Francia ha seguido el ejemplo de un impuesto similar. El jueves pasado llegaron las noticias del impuesto de Obama de un 0.15% de impuesto sobre los balances generales de los bancos, el cual será cargado a todos los grandes bancos que operan en Estados Unidos.
A primera vista, los impuestos, tanto británico como americano, son muy diferentes. El súper impuesto británico es calculado sobre la base de los bonos, permitiendo que el gobierno laboral que lucha en las encuestas, con sólo meses para llegar a elecciones generales, golpee a los banqueros donde les duele, en gran medida para el disfrute del más amplio electorado.
Pero cuando entre en vigencia, el efecto neto para muchas instituciones será similar. Bajo el impuesto de Obama, los bancos más importantes pagarán entre US$500 millones y US$2 millardos.
Bajo el súper impuesto de Reino Unido, los bancos mayores esperan pagar alrededor de £500 millones (US$812 millones) cada uno.
Los temores de que los impuestos nacionales desestabilizarían la competencia creando campos de juego anormales para los bancos globales que están establecidos en diferentes países, también han demostrado ser altamente infundados.
Debido a que el impuesto de R.U. es sobre los bonos de los bancos, este afecta los bancos de E.U. y de Europa continental así como a muchos de los británicos. Los equivalentes de Goldman Sachs, JPMorgan y el Deutsche Bank son afectados junto a Barclays y el Royal Bank of Scotland.
El impuesto de EEUU, de forma similar, involucra a una docena o más de bancos europeos. Algunos bancos creen que esto puede tener sentido para reducir el límite del balance general de sus negocios por debajo de $50 millardos. Buscaremos limitar el tamaño de nuestros negocios en Estados Unidos, dijo uno de los jefes de bancos europeos de inversión.
Para los bancos tales como el BBVA de España, el cual aumentó su presencia en Estados Unidos con la adquisición de Guaranty Financial el otoño pasado, el impuesto será una molestia. BBVA tiene una estrategia de crecimiento en Estados Unidos y es improbable que dé marcha atrás a eso.
Entre los bancos extranjeros más cerca del límite están BBVA con activos de $68 millardos y una responsabilidad fiscal de $39 millones al año, dicen los analistas en Morgan Stanley y BNP Paribas, con activos de $78 millardos y una responsabilidad fiscal de $58 millones.
Mientras más grandes sean los bancos extranjeros es posible que enfoquen sus esfuerzos en desafiar la legalidad del planeado impuesto o que los congresistas legislen para conseguir que la propuesta legislación se bloquee o sea enmendada.
De acuerdo a los analistas de Morgan Stanley, Barclays sería responsable de un cargo de $560 millones, comparado con $551 millones para el Deutsche Bank y $430 millones para el HSBC. Los impuestos mayores de E.U. serían cargados contra Citigroup ($2.2bn), JPMorgan ($2.1bn) y Bank of America Merrill Lynch ($1.9bn).
Un ejecutivo de uno de los grandes bancos dijo: Es muy prematuro para cuantificar el impacto financiero. Una vez que la legislación sea finalizada, consideraremos si hay implicaciones legítimas para mitigar el impacto potencial del cargo. Si se efectúa en su forma actual, el cargo parecería que haría más caro el costo de provisión de servicios financieros en Estados Unidos.
Estiman que recuperar a Haití es un imperativo moral
El desesperado y maltratado estado de Haití debe ser puesto a flote nuevamente. El enorme terremoto que ha arrasado a Puerto Príncipe físicamente ha destruido casi todo vestigio del ya perjudicado estado de Haití, hundiendo su empobrecida gente adicionalmente en la desesperación y la miseria. Decenas de miles han muerto y aproximadamente uno de cada tres haitianos, o alrededor de 3 millones de personas, se calcula que quedarán sin hogar e indigentes.
Esta es una catástrofe para una población que además es regularmente visitada por huracanes, y que tres de cada cuatro haitianos subsisten con menos de US$2 diarios.
La prioridad ahora es claramente hacer un esfuerzo de rescate masivo y humanitario, ya que es un hecho logísticamente aterrador por la escala de pérdidas humanas y la destrucción de infraestructura tales como el aeropuerto principal y el puerto.
No obstante, una vez que ese esfuerzo termine este desastre se convertiría en una lucha sostenida para poner a flote un estado manifiestamente derrumbado. Comparado con otros estados de deterioro, desde Somalia hasta Afganistán, la geopolítica es sencilla; Haití está a menos de 700 millas de E.U. Ésta es una oportunidad política, así como también una moral imperativa.
Los terremotos desatan fuerzas, tanto sísmicas como sociales. El cinismo de la dictadura de Somoza después del terremoto de Managua de 1972 ayudó a provocar la revolución Sandinista de Nicaragua en el 1979. La obtusa ineptitud del régimen del PRI después del gran temblor de 1985 en Ciudad México puso a México en el camino hacia la democracia.
Haití, desde el colapso de la tiranía de 30 años de Duvalier en 1986, ha sido dependiente de la ayuda extranjera.
Pero este golpe ha tenido repercusiones, y antes que ayudar a construir el estado, la industria de ayuda ha estado en competencia con este. Las instituciones financieras internacionales han tendido a presionar por reformas orientadas al mercado, las cuales superficialmente son casi irrelevantes sin el funcionamiento de las instituciones. Haití necesita primero enfocarse en el estado y la capacidad de construcción en todo, desde el sector justicia hasta la educación. Este requiere de la ayuda externa para garantizar la seguridad y el estado de derecho, y eventualmente necesitará ser coronada por una significativa movilización de la inversión pública y privada en infraestructura y empleos. Esto puede hacerse. Los haitianos han mostrado ser capaces de tener vigor cívico y político, y ellos tienen una diáspora talentosa. Seguramente la comunidad internacional regida por E.U. está apta para un desafío de este tamaño.
Normativas de capital desmejoran los bancos
Anjli Raval
Los bancos estuvieron en foco justo cuando las propuestas de requerimiento de capital del Comité de Basilea preocuparon el sector a principios de la semana pasada, y junto a los decepcionantes resultados de JPMorgan de Estados Unidos, perjudicaron los bancos europeos.
Evolution Securities que dijo que Credit Agricole sería particularmente afectada por las normativas de capital, estimaba que el banco francés enfrentaría un déficit de capital de 10.8 bn de euros ($15.5bn) este año y sería forzado a vender su unidad de seguros para poder mejorar su capital base. Las acciones perdieron un 4% en la semana hasta 12.32. El sector bancario estuvo bajo presión adicional el pasado viernes con la marcha atrás de la implementación de los aumentos. El banco JPMorgan de E.U. reportó resultados decepcionantes aunque el ingreso neto del banco se había más que cuadruplicado desde el mismo periodo el año pasado. A raíz de todo esto, las grandes instituciones bancarias redujeron los precios de sus acciones, como en el caso del Deutsche Bank que bajó por un 8.8% hasta 48.50 de euros, BNB Paribas disminuyó un 5.2% hasta 56.61 de euros y Credit Suisse cayó por un 7.2% hasta SFr52.
Las acciones en Millennium BCP, el banco portugués más grande, perdieron un 8.9% hasta 0.8360 de euros. Las acciones cayeron aproximadamente un 5% a causa de las preocupaciones sobre la carga de deuda y el déficit presupuestario de Portugal. El índice FTSE Eurofirst 300 de las acciones europeas más importantes quedaron por debajo de un 1.2%, llegando a 1,051.95. Las acciones en Carrefour aumentaron después de que el detallista francés logró las expectativas de las ventas del cuarto trimestre.
VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA