Clive Crook
Desde ahora y hasta las elecciones de noviembre, el combate político más grande en Estados Unidos probablemente sea sobre los impuestos. A menos que el Congreso actúe, las grandes reducciones sobre los impuestos decretadas en 2001 y 2003 durante la presidencia de George Bush expirarán a fines de este año. Con la vacilante recuperación, tanto los republicanos como los demócratas comprenden que revirtiendo todos los cortes tan pronto es una mala idea, pero es hasta ahí que están de acuerdo.
Los demócratas quieren hacer la mayor parte de las reducciones de impuestos permanente. Los republicanos quieren hacer todas las reducciones permanentes. Fiscalmente hablando, los dos lados no están tan alejados como ellos pretenden: están casi igualmente equivocados. Políticamente hablando, ellos no pueden convergir. Con ambos lados buscando la ventaja máxima, el estancamiento es una clara posibilidad.
Comúnmente, esto significaría que nada sucede – y hay resultados peores que eso, usted quizás piense. En este caso, el estancamiento significa acción dramática: un aumento enorme de impuesto con la economía todavía de rodillas. Como de costumbre, pone parálisis sobre una espantosa nueva luz.
Que comentario en el enfoque de E.U. sobre la política de impuestos. Las reducciones de impuestos expiran en primer lugar sólo porque la administración de Bush manejaba los libros. La idea era de disfrazar el costo a largo plazo de las reducciones, que es colosal. Hacerlas permanente costaría casi $4,000mm durante 10 años. Los republicanos siempre desearon que los cambios fueran permanentes. La clausula de caducidad fue sólo una finta para hacerlos parecer económicos.
Los demócratas tacharon las reducciones fiscales como descuidadas lo que fueron sin embargo prefieren preservarlas en su mayor parte. La parte de la clase media en las reducciones fiscales, que a ellos les gusta, es responsable de aproximadamente tres cuartos de los ingresos a los que se renunciaron. Hablando de salirse con ambas posiciones. Barack Obama organizó su campaña electoral alrededor de esta posición. Se quejó de la irresponsabilidad fiscal, y prometió impuestos aún más bajos para la mayoría de los norteamericanos para los hogares que hacían menos de $250.000 al año, un 97% del total- con el siguiente.
Para los republicanos, la responsabilidad fiscal es una clausula de caducidad de fantasía. Para los demócratas, es un aumento de impuesto limitado a una astilla del indigno rico.
En el asunto inmediato, se presenta un compromiso sencillo. Como propusiera Martin Feldstein de la Universidad de Harvard, extienda todas las reducciones fiscales durante dos más años, permitiendo que la recuperación gane ímpetu; entonces reviértalos todos, para facilitar tener bajo control los préstamos públicos. Permitir que los cortes expiren en dos años no es suficiente para balancear los libros, tal es la escala del problema, pero sería un comienzo.
Con una pequeña medida de buena voluntad, y mostrando una partícula de preocupación por el bienestar público antes que por la ventaja política, un trato de este tipo podría ser hecho. La Casa Blanca no estaría proponiendo un aumento de impuesto el año próximo si los recortes de Bush no expiraran de todos modos. Mas la administración está opuesta ya que Obama estaría faltando a su promesa que no debió haber hecho en primer lugar, de reducir aún más los impuestos para casi todos los norteamericanos. La objeción de los republicanos realmente no es tan diferente: el partido con responsabilidad fiscal ha dado su cara contra cada variedad de aumento de impuesto, a pesar de la necesidad.
Más allá del corto plazo, una reforma tributaria más completa será necesaria, y el secretario del Tesoro Tim Geithner ha dicho que la administración lo tiene contemplado. Con suerte, la comisión fiscal multilateral que organizó la Casa Blanca en febrero proporcionará cobertura política para que esto sea hecho.
Tan roto está el sistema tributario de E.U. – especialmente el impuesto sobre la renta – que recaudar más ingresos sin aumentar las tasas de impuesto es técnicamente, aunque no políticamente, fácil. La base del impuesto sobre la renta ha sido reducida desde la última gran reforma en 1986.
Las tasas no son bajas debido a estándares internacionales, y su estructura es ya bastante progresiva; pero al ser aplicadas sobre una base delgada, el impuesto sobre la renta de E.U. apenas aumenta el 8% del producto interno bruto. Una base más ancha con tasas más bajas y más planas podría levantar fácilmente más ingresos.
Además, nuevos impuestos como un impuesto al valor agregado y/o un impuesto sobre el carbono serían necesarios para salvar el vacío fiscal restante. Estos tendrían sentido en su propio derecho como parte de la combinación, incluso si no hubiera insuficiencia de ingresos.
Pero la política es tan tóxica que estos apenas pueden mencionarse. En vez de eso, el debate está atascado en el lodo de la lucha de clases. Lo que preocupa a todos es si los ricos pagan su cuota. O más que su cuota, dicen los conservadores. Ni cerca de su cuota, dicen los liberales. Está como Gran Bretaña en los años setenta – no un buen modelo.
El liderazgo que Obama podría proporcionar en esto se necesita desesperadamente. Sin duda él comprende lo que debe hacerse, pero la promesa que hizo en el 2008 lo tiene de manos atadas. Tendrá que romper esa promesa, y mientras más pronto lo haga mejor.
Sacrificio del rico
Por el momento, los demócratas ven ventaja política en demandar un sacrificio del rico, y en acusar a los republicanos de retener reducciones fiscales para la mayoría de los norteamericanos rehenes de los favores hacia los ricos. Los republicanos ven ventaja en oponerse a impuestos más altos, y punto. Además, con la incertidumbre económica reconocida universalmente como un freno en el crecimiento y el empleo, los norteamericanos no tienen ni la más remota idea de lo que sucederá con sus impuestos el año próximo. El estancamiento que ocasiona que los impuestos de todos aumenten bruscamente, lo que nadie desea y que no hace sentido económico, es enteramente posible.
Bancos EU tras financiamiento barato para ganancia futura
Los bancos de Estados Unidos se aprovechan de la mejoría en las ganancias y la creciente demanda de los inversionistas para recaudar miles de millones de dólares en deuda con tasas de interés históricamente bajas, una movida que podría aumentar las ganancias del sector en años venideros.
El estallido en la recaudación de fondos en E.U. está en evidente contraste con Europa donde los bancos han luchado por emitir deuda cuando la crisis de la eurozona y las preocupaciones acerca de la industria financiera han socavado la confianza del mercado.
El financiamiento barato bloqueado por instituciones grandes como JPMorgan Chase, US Bancorp, Goldman Sachs y Morgan Stanley en días recientes marcan un regreso notable para un sector que fue rechazado por los inversionistas durante la crisis financiera.
A menos de dos años luego de que el gobierno fuera forzado a intervenir para aliviar una restricción financiera dramática, los bancos de E.U. vendieron más de $7mm en deuda durante la semana pasada la suma semanal más grande desde septiembre del 2009, dice Dealogic. US Bancorp, un prestamista establecido en Minneapolis, recaudó $1mm en bonos a cinco años a una tasa de interés de 2.45% – una de las más bajas jamás pagadas por un banco. Costos más bajos de financiamiento aumentan las ganancias ya que incrementan los márgenes ganados por los bancos en sus préstamos a los consumidores, las compañías y los inversionistas.
Los ejecutivos de Wall Street dicen que las recientes emisiones de deuda fueron provocadas por «indagaciones inversas» – enfoques informales por directores de fondos procurando aumentar su exposición a un sector que ellos habían evitado en gran parte desde la crisis. «Existe un poco de buena batalla entre los inversionistas para hacerse de papeles de bancos de Estados Unidos,» dijo un ejecutivo de un gran banco. «Después de dejar el sector sólo por tanto tiempo, hay un apetito renovado». Con los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos en mínimos históricos, los inversionistas buscan alternativas que ofrecen una mayor rentabilidad.
Las expectativas de que la Reserva Federal mantendrá las tasas en casi cero han levantado aún más la demanda de bonos, como un bajo interés, el medio ambiente de bajo crecimiento es lo mejor para tales inversiones.
El repunte en la recaudación de fondos permite a los bancos de E.U. a reemplazar bonos existentes con nuevos, y más baratos. Jean-Francois Tremblay, analista en Moody, estima que los bancos de E.U. han refinanciado $200mm de los $372mm de deuda que expira en el 2010.
VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MARIA DEL CARMEN MARTINEZ