FINANCIAL TIMES
La emoción actual en el mercado
es de esperanza nerviosa

<P><STRONG>FINANCIAL TIMES<BR></STRONG>La emoción actual en el mercado<BR>es de esperanza nerviosa</P>

John Auters. La crisis actual de los mercados no  se siente como otros incidentes en mi experiencia cuando los mercados han alcanzado el punto de catarsis. Hubo tres puntos en 1990 cuando los mercados eliminaron el miedo y permitieron que la avaricia tomara el control una vez más.

Después del Miércoles Negro, en septiembre de 1992, cuando la libra esterlina fue sacada del mecanismo de tasa de cambio europea, el ánimo del día siguiente fue de alivio. La volatilidad continuó por un tiempo, pero estábamos listos para seguir adelante.

Lo mismo ocurrió después del día de octubre 1997 cuando la liquidación enHong Kong impulsó a tal grado las ventas en Wall Street que la Bolsa de Valores de Nueva York se vio obligada a cerrar temprano. Los inversionistas minoristas  lideraron un enorme recuperación el día siguiente, y se reanudó el mercado optimista de los grandiosos años 90.

Entonces hubo una implosión de administración de capital a largo plazo en 1998, que terminó cuando la Reserva Federal hizo una reducción de emergencia a las tasas, que anunció durante el día de operaciones. De nuevo el ánimo al día siguiente fue de un alivio palpable, y el terreno quedó listo para la burbuja de Internet.

En ninguno de esos casos estaba nadie esperando que el Gobierno se hiciera cargo de sus negocios. Estaban como en los muñequitos animados con los signos de dólar en los ojos, espiando la posibilidad de sacar beneficios. 

Las claves

El próximo

 La emoción actual es de  esperanza nerviosa. Sólo hay una esperanza de que los “contrarios” hagan dinero. Esto no se hará después de una catarsis de la crisis sino después de un largo tiempo de adivinación  después de un interminable  y pulverizante descenso.

Se necesita un “terremoto” que traiga un nuevo equilibrio

John Authers. FT. Todo el mundo quiere ser diferente, hacer lo contrario. Pero Monty Python demostró que no todos pueden serlo a la vez. Esta es la razón por la que temo que una inversión popular contraria está en estos momentos condenada al fracaso.

Por una semana el balance de la investigación que más suena en mi computadora  vende la idea de que lo peor de la crisis en los mercados mundiales ya ha pasado. Los hilos comunes de esta lógica son los siguientes: tuvimos nuestro momento de catarsis con la venta de incendio de Bear Stearns; las autoridades vienen a rescate; la desastrosa data económica de Estados Unidos trae indicadores contradictorios de una recuperación, y las gráficas sugieren que hemos tocado fondo. Así que, a pesar de todos nuestros temores, esta es la oportunidad para comprar. 

Esta es una idea seductora por dos cosas: sugiere que podemos hacer dinero fácil y además todos queremos ir contra la corriente. Probablemente habrá grandes oportunidades de compra en los próximos años. Esa es la forma en que usualmente terminan los grandes mercados de liquidaciones. Pero todavía no ha llegado, así que aunque todos los demás puedan ser contrarios, yo no.

¿Por qué abarcar más? Primero, los cambios en camino son profundos, porque el problema subyacente en Estados Unidos era profundo. Los desbalances son del tipo que requiere años, no meses, para corregirse.

Neal Soss, presidente económico de Estados Unidos para Credit Suisse, señala que la tasa de ahorro personal, tan alta como 12% a principios de los 80, cayó bajo cero en 2005 –los estadounidenses gastaban más de los que ganaban. En los últimos 25 años, la deuda familiar se ha más que duplicado como una porción del PIB de Estados Unidos. La parte de servicios financieros de la economía estadounidense se duplicó en la mitad del siglo pasado. 

Este fue un movimiento insostenible en las places tectónicas de la economía. Se necesita el equivalente a un terremoto para traernos un nuevo equilibrio.

Faltan los efectos sobre la economía

Aparte de la nacionalización  del banco de Inglaterra, hemos visto a la Reserva Federal inventar al menos tres mecanismos que divergen de  la forma en que han regulado los mercados en tres cuartos de siglo: intervenir los mercados financieros, hacer préstamos contra bonos respaldados en hipotecas y prestar directamente a intermediarios.

Mientras tanto, muchos en el mercado quieren que el gobierno rescate el mercado hipotecario directamente. Las implicaciones de esto para la rentabilidad de los bancos son atroces. Puede que sea necesario que el gobierno intervenga directamente en el préstamo para vivienda, pero solo se justifica si hace una de dos cosas: o divide la industria financiera para forzarla a ser competitiva o la regula inmiscuyéndose más.

De cualquier modo la rentabilidad de los bancos y la riqueza de sus empleados bajarán a un segundo plano. En cuanto a los efectos en la macroeconomía, todavía faltan por sentirse. Tanto la Reserva Federal como el Banco central Europeo han encontrado oficiales de préstamos planeando hacer préstamos mucho más de lo que planean obtener. Evidencia anecdotaria sugiere que esto ha comenzado.

Esta es la verdadera definición de limitación crediticia, y es apenas el comienzo. No hace más sentido pretender que los problemas de Reino Unido comenzaron y terminaron con Northern Rock que pretender que Bear Stearns dibujó una línea bajo los problemas de Wall Street.

Acuerdan cooperar en el manejo de la crisis financiera

James Blitz y George Parker. Londres.  El presidente estadounidense George W Bush y Gordon Brown, el primer ministro de Reino Unido, han acordado cooperar en el manejo de la crisis de los mercados financieros. Están estableciendo un nuevo grupo de trabajo conjunto que desarrollará planes para monitorear y regular el sistema bancario.

En el centro de la propuesta, acordada el miércoles por Hank Paulson, secretario del Tesoro, y Alistair Darling, canciller de Reino Unido, está la creación de un cuerpo de personas veteranas del Tesoro y de regulación de Londres y Washington.

Brown y Bush discutirán mayor cooperación Estados Unidos-Reino Unido para enfrentar la crisis financiera cuando se reúnan esta semana en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN en Bucarest y en la Washington el mes que viene. Funcionarios de Whitehall dijeron que el nuevo grupo de trabajo Estados Unidos-Reino Unido, cuyos miembros y términos de referencia están terminándose, buscará establecer un enfoque común en cuanto a cómo responder a la crisis antes de la reunión del mes próximo del G7, el FMI y el Banco Mundial.

Sin embargo, funcionarios dicen que, dado el enorme rol que juegan Londres y Nueva  York en los mercados financieros, la importancia del nuevo organismo trascenderá más allá.

De acuerdo con funcionarios del Tesoro de Reino Unido, el nuevo cuerpo examinará el rol de las agencias de clasificación crediticia en evaluar riesgos, ya que están  preocupados de que no aprecien completamente la exposición de productos basados en hipotecas a una caída de los precios del mercado inmobiliario. También mirará qué bancos y otras instituciones necesitan mejorar su transparencia en la valoración de productos financieros complejos.

Los creadores de políticas se ven enfrentados a verdades difíciles

Chris Flood.  El testimonio de Ben Bernanke ante el Congreso el miércoles ofrece un evento clave de una semana ocupada con publicaciones de data que destacarán las opciones cada vez más difíciles que enfrentan los legisladores o creadores de políticas. El presidente de la Reserva Federal enfrentará preguntas sobre si Estados Unidos se ha hundido en una recesión y qué medidas posteriores pueden tomarse para apoyar la economía.

Los mercados monetarios estaban presentando continuamente signos de tensión la semana pasada y se esperaba que las tasas en Estados Unidos se redujeran más en la reunión del 30 de abril, pero hay temores de que la Reserva federal se está quedando sin     municiones para enfrentar la crisis de reducción de crédito que sigue creciendo.

La pregunta incómoda de cómo nacionalizar parte del mercado de la vivienda se está   acercando. El balance de la Reserva Federal es enorme y se puede expandir para intercambiarse por valores hipotecarios no deseados.

Todavía puede que esto no sea suficiente para soltar las tensiones del mercado financiero y parece cada vez más posible que el Gobierno deba ir al recate, quizás con la creación de una agencia nueva que pueda aceptar hipotecas con incumplimiento de pago y reemplazarlas con términos más cómodos para los propietarios de las viviendas.

La cifra

500.000 millones dólares.  Es el déficit presupuestario del gobierno de EU que estima Goldman Sachas en el año fiscal 2008 (3.6% del producto interno bruto) si el gobierno acude al rescate del mercado hipotecario, lo cual tendría  repercusiones significativas para el mercado de bonos .

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MIRIAM VELIZ

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