FINANCIAL TIMES
La forma irrefutable de que América se acostumbre a los tiempos malos

FINANCIAL TIMES<BR>La forma irrefutable de que América se acostumbre a los tiempos malos

GILLIAN TETT
Por qué el gobierno británico sigue adelante con un programa que aborde su deuda nacional, mientras Estados Unidos continúa postergándolo?

Existe una gran cantidad de posibles respuestas. El sistema parlamentario británico, por ejemplo, hace mucho más fácil que un gobierno imponga políticas poco populares. La proximidad de la crisis de Grecia e Irlanda ha concentrado las mentes de los políticos. Los británicos están más cargados de deuda y les falta una moneda de reserva. Estos no pueden simplemente imprimir dinero y rezar: hay más presión para actuar.

Pero sospecho que hay otro factor también en el trabajo, del cual yo me acordé la semana pasada cuando vi la película biográfica sobre Margaret Thatcher titulada La dama de hierro (The Iron Lady). La triste verdad es que Gran Bretaña, a diferencia de Estados Unidos, ha experimentado la austeridad en la memoria viva. Como muestra la película “La dama de hierro”, fue hace sólo 40 años atrás que Gran Bretaña estuvo luchando con una crisis económica, recortes, protestas y pesimismo endémico.

Y mientras nadie con una edad aproximada a los 40 años recuerda esos días que se cuecen en la memoria popular. De ese modo, para bien o para mal, los votantes británicos y políticos reconocen la austeridad. Este punto no se especifica explícitamente en La dama de hierro. Ciertamente, hay mucho que se ha dejado tristemente sin especificar. Meryl Streep hace un brillante trabajo representando una Señora Thatcher que raya en la demencia. Pero la película salta a través de la historia británica, asumiendo un alto nivel de nociones previas, lo cual es desconcertante para los que no son británicos. Mis amigos en Nueva York, por ejemplo, quedaron perplejos por las referencias de los impuestos al sufragio. Ellos también encuentran el énfasis sobre la irritante y demencial distracción.

No obstante estos flujos, La dama de hierro ha tenido cines llenos en Nueva York, incluso antes de que se estrenara en otros lugares de EEUU. Aunque es la misma señora Thatcher que termina cautivando la mayoría de americanos, lo que encontré igualmente sorprendente fueron las imágenes del conflicto social de la década de los 70 y el malestar económico. Después de todo, durante las pasadas tres décadas de auge económico en Gran Bretaña, esos recuerdos han tendido a ser minimizados. Pero La dama de hierro está llena de noticiarios con demostraciones, protestas y cortes de energía. Y hay una memorable escena donde la señora Thatcher camina alrededor de bolsas de basura maloliente en un momento en que los hombres se muestran en disposición de huelga: un potente y picante símbolo de una nación abrumada por los males fiscales.

Por supuesto, las películas sobre la América de los años 60 y 70, también caracterizan muchos episodios de protesta política. Pero las demostraciones que ocurrieron en EEUU hace cuatro décadas atrás tendieron a enfocarse en asuntos tales como la Guerra de Vietnam o los derechos civiles. Y mientras tanto había un malestar económico realmente abundante, los focos de tensión tendieron a ser regionales, no federales. En Nueva York hubo una crisis de deuda (y grandes cantidades de basura sin recoger), pero la nación en general no experimentaba un nivel de angustia comparable al de Reino Unido y Ronald Reagan nunca tuvo que esquivar montones de basura sin recoger. En cambio, hay que retornar a los años 30 para encontrar un momento en que la nación americana entera sufría de malestares similares.

A estas alturas, relativamente hay pocos americanos que recuerden claramente los años 30. Así que, para la mayoría de la gente, la idea de que América puede enfrentar una larga lucha contra la austeridad y el estancamiento, si no un declive nacional, se ha vuelto algo como una crisis existencial. En Gran Bretaña, por contraste, hay mucha gente que ha visto antes este episodio de austeridad. La proyección invoca una sensación de resignación pesimista. Sí, los votantes están enojados sobre la posibilidad de un estancamiento prolongado, pero en vez de fervor ideológico o fractura política, el comportamiento dominante es el pragmatismo cínico y conformista, y una sensación de dèjà vu.

Así que espero que esta película termine siendo ampliamente mostrada en EEUU. No porque yo considere que la señora Thatcher sea la solución perfecta a los malestares actuales en Gran Bretaña o Estados Unidos. Su estilo de liderazgo fue errado y algunas de sus políticas   equivocadas. Pero La dama de hierro ayuda a desmitificar la idea de austeridad y muestra que esa situación es posible para una nación que viaja a través de ese túnel doloroso y que eventualmente sale del otro lado. Y eso, es una migaja de consuelo sin importar en cuál lado del Atlántico o del espectro político esté usted esté. 

Las claves

1.   Sistema Parlamentario

El sistema parlamentario británico,  hace  más fácil que un gobierno imponga políticas  populares.

2.  Austeridad

Gran Bretaña, a diferencia de América, ha experimentado la austeridad en  memoria viva.

3.  Nueva York

En Nueva York hubo  crisis de deuda  pero la nación  no experimento la  angustia del Reino Unido.

Mejora optimismo compradores de EE.UU al  inicio del año 2012

Shannon Bond

Nueva York

Los consumidores de los Estados Unidos (EEUU) se volvieron más optimistas al inicio del año, a medida que la perspectiva de empleos también mejoraba.

El sentimiento del consumidor aumentó por quinto mes consecutivo hasta 74, desde 69.9 en diciembre, de acuerdo al índice Thomson Reuters/University de Michigan.

Ese fue el nivel más alto desde mayo y por encima de los 71.5 que los economistas habían esperado. Sin embargo, la encuesta estaba todavía muy por debajo de su promedio de lectura de 89 en la mitad de la década antes de que comenzara la recesión a finales del 2007.

“Menciones más frecuentes de incremento del empleo disminuyeron la incertidumbre de ingresos y provocaron actitudes de compra  favorables”, dijo Richard Curtin, director de encuesta. “La data indica una perspectiva de gasto de consumo más fuerte, subiendo hasta cerca de un 2.1% en el 2012”.

La indisposición de los consumidores a abrir sus billeteras se confirmó en los últimos meses del 2011, con el crédito de consumo aumentando $20.4 millardos en noviembre, el mayor aumento en una década. La creación de empleos que fue más fuerte de lo esperado en diciembre indica que el crecimiento económico se estaba elevando.

Las ventas minoristas en diciembre ignoraron los pronósticos, no obstante, indicando que muchos americanos estaban bastante prudentes en relación al ritmo relativamente lento de la recuperación.

Los analistas dijeron que la data era bastante alentadora. “Este alivio muestra  giro en el sentimiento, desde el colapso que sucedió entre mayo y agosto”, dijo David Semmens, economista de Standard Chartered de EEUU.

El departamento de comercio dijo que se había ampliado el déficit comercial de EEUU por 10.4% en noviembre el nivel más alto desde junio cuando las compañías importaban más caro el petróleo extranjero. El déficit comercial creció  $47.8 millardos desde $43.3 millardos en octubre, más alto que los $45 millardos que los economistas habían esperado.

Baja en  precios da señal inflación cede

SARAH O’CONNOR

Los precios que los fabricantes imputan a sus productos bajaron en diciembre por primera vez en 18 meses, ofreciendo una señal de que la tasa de inflación está comenzando a bajar.

Los llamados “precios de fàbrica” toman tiempo para filtrarse a través de los precios al consumidor, pero el 0.2% de disminución entre  noviembre y diciembre ofrecerá cierta reaseguración al Banco de Inglaterra de que estuvo en lo correcto al predecir un rápido declive en la inflación de este año.

David Tinsley, economista  de BNP Paribas dijo que las cifras ofrecieron “más apoyo a los pronósticos de un desplome en la inflación del precio al consumidor”.

La disminución mensual de  “precios de fábrica” fue guiada por los precios más bajos del petrolero y de los productos farmacéuticos, así como algunos productos de medios de transporte, tales como cinturones de seguridad y bolsas de aire. El precio de los  alimentos subió ligeramente por altos precios de la carne.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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