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La gran sequía de EEUU tiene nerviosos comerciantes agrícolas

Financial Times<BR>La gran sequía de EEUU tiene nerviosos comerciantes agrícolas

Nueva York. La crisis del año pasado ha puesto a los agricultores a la defensiva y sienta las bases para más volatilidad.

Se han ido las altas temperaturas y la crisis se ha desvanecido, pero continúa una terrible sequía en EEUU que no está ni cerca de desaparecer.

Ese fue el mensaje presentado en un pronóstico del gobierno que trató el tema de la sequía, el cual fue emitido el pasado jueves y fue el primero en cubrir lo relativo al inicio de la plantación de soya y maíz de abril.

Mientras la nieve y la lluvia han aliviado algunas áreas, la mayoría del medio oeste y las regiones de altas plantaciones están todavía sufriendo con tales condiciones de sequía. Estados como Nebraska y Kansas no muestran señales de mejoría, mientras que la situación en Texas está determinada a empeorar.

La sequía empujó los precios de los futuros de granos a niveles récord el año pasado. Los precios, todavía altos, se han mantenido estables ya que los comerciantes han obtenido cierto consuelo de la inminente cosecha brasileña. Pero otro año de seca, o uno sorprendentemente húmedo, en el mayor exportador de granos del mundo podría terminar con este periodo de calma.

Aunque este pierda su gran cuota en el mercado, para Brasil y otros competidores, EEUU sigue siendo una fuente clave de cereales y oleaginosas para los importadores desde China hasta Egipto. Su sequía en el 2012 provocó alarma en la Organización de Agricultura y Alimentos de las Naciones Unidas y en el Banco Mundial cuando los legisladores se preocupaban más por la volatilidad de los precios y las posibilidades de un pánico de compras.

Pronosticar el estado climático está siendo más desalentador de lo usual este año porque los patrones de El Niño y La Niña han retrocedido. Normalmente, estos fenómenos son la mejor guía para posibles lluvias, y su ausencia deja a los pronosticadores dependiendo de nuevos modelos que a veces son contradictorios.

“Es duro”, dice David Miskus del Centro de Predicción Climática, una división del Servicio Nacional Climatológico de EEUU. “Hemos llegado a estos modelos en un momento en que no hay nada más que ver”.

La agencia ofrece probabilidades de precipitación mejor de lo normal en algunas partes de los estados que conforman el cinturón maicero, tales como Iowa e Illinois, pero ve el clima seco permaneciendo obstinadamente a lo largo del sur.

Su mapa contiene una vasta expansión marrón que es donde la sequía persistirá o se intensificará.

La sequía del año pasado condujo a un 13% de declive anual en la producción de maíz de EEUU y la cosecha de soya fue un 3% menor.

Ahora los campos de trigo rojo de invierno, plantado en otoño y cosechado en julio, está en problemas.

En Nebraska, la mitad del trigo de invierno estaba en condiciones pobres o muy pobres a final de año, mientras que en Oklahoma fue de un 61%. Los pastizales peor valorados contribuyen a los actuales precios récord del ganado. La empresa agrícola Cargill dijo que inactivaría un matadero en Texas debido al “apretado suministro de ganado que ha sido provocado por años de sequía”.

Dan Hild, un controlador de cereales en Tribune, Kansas, estima que tanto como un 30% de la producción de trigo de su condado fue destruida después de germinar en las tierras secas.

“No importa si obtenemos una pulgada de lluvia todos los días de aquí en adelante. Esa parte de la cosecha ya está muerta”,  expresó  Hild.

Los contratos de futuros vinculados al trigo duro de invierno, una variedad de alto valor proteico usado en la harina para la producción de pan, ha subido un 13.5% desde que la sequía captó ampliamente la atención en junio de 2012, en comparación con un 6% de incremento en el trigo de invierno suave que se produce más en el este.

En general, los suministros de trigo de EEUU se espera que crezcan este año aunque baje la producción global debido a los fuertes declives en Australia, Rusia y Ucrania. Las reservas mundiales de trigo han estado disminuyendo, pero todavía están muy por encima de los niveles críticamente bajos observados durante la crisis alimentaria de 2007-08.

Existe un optimismo considerable en relación a las producciones usuales del verano tales como el maíz y la soya.

El maíz para entrega en marzo se vende por $7.27 el saco en el Chicago Board Trade, $1.39 por encima de la misma materia prima entregada en diciembre, después de la producción de este año.

“La lluvia que tiene lugar en primavera aliviará muchos malestares”, dice Art Liming, especialista de futuros en Citigroup.

Algunos estados del cinturón maicero han mejorado: Ohio, completamente en sequía en julio pasado, ahora registra sólo un grupo de condados secos, de acuerdo al Monitor de Sequía de EEUU.

Pero Brad Rippey, meteorólogo agrícola del Departamento de Agricultura de EEUU, advierte: “Es demasiado prematuro para hacer un juicio sobre cualquier producción del verano”.

Algunas señales están lejos de ser promisorias. La sequía tiende a intensificarse a medida que se evapora la humedad más rápidamente y deja menos de un amortiguador contra los calientes días que están por venir.

“Desafortunadamente, hay una retroalimentación positiva para la sequía”, dice Tony Barnston, director de pronósticos del Instituto para la Investigación Internacional para Clima y Sociedad de la Universidad de Columbia.

Las condiciones podrían empeorar. En abril del año pasado la perspectiva trimestral del gobierno virtualmente no pronosticó ninguna sequía en Indiana, más sin embargo, para junio el estado se había convertido en un horno.

Mark Svoboda, climatólogo del Centro Nacional de Mitigación de Sequía, dijo que el clima seco de otoño e invierno no necesariamente incrementaría las probabilidades de una primavera seca. Pero ello hace a los agricultores enteramente dependientes de las lluvias de primavera para recargar la humedad del suelo.

“Estaremos viviendo un “periodo de lluvia o de mucha lluvia” mucho más temprano en el verano en comparación a lo que observamos el año pasado. Esa es de las mayores preocupaciones a menos que obtengamos un 150% de las normales lluvias de la primavera”,  dijo Svoboda.

iertamente, el Monitor de Sequía de EEUU muestra un 70 por ciento de la parte continental de EEUU en sequía, por encima de los 16 puntos porcentuales de un año atrás.

“Usted podría darse cuenta de que estamos peor de lo que estuvimos en este mismo periodo el año pasado”, dijo John Robinson, quien produce maíz y soya en 1,000 acres en el condado de Piatt, Illinois, uno de los distritos más productivos en el país.

“La sequía está de vuelta en las mentes de todo el mundo”.

Las claves

1.  Agricultores EEUU

La crisis del año pasado ha puesto a los agricultores a la defensiva y sienta las bases para más volatilidad.

2.  Altas temperaturas

Se han ido las altas temperaturas y la crisis se ha desvanecido, pero continúa una terrible sequía en EEUU que no está ni cerca de desaparecer.

La cifra

13 por ciento. se redujo la producción de maíz en Estados Unidos el año pasado debido a las sequías, y la cosecha de soya fue un 3 por ciento menor.

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