FINANCIAL TIMES
La gran sombra de la década de 1930 afecta economía mundial

FINANCIAL TIMES<BR>La gran sombra de la década de 1930 afecta economía mundial

GIDEON RACHMAN
¿Podrían las cosas ir mal nuevamente? Me refiero a realmente malas, como la mala gran depresión, la mala Guerra Mundial. El tipo de eventos cataclísticos que mi generación ha aprendido a pensar que pertenecen sólo a los libros de historia.

Ciertamente, en Europa hay una sensación de aprensión en este momento. La advertencia del ministro extranjero polaco en Berlín el pasado lunes de que Europa “está al borde de un precipicio” es sólo el último ejemplo. El presidente Sarkozy de Francia, alertó recientemente: Si el euro explota, Europa explotaría también. Esta es la garantía de paz en un continente donde hubo terribles guerras.

Los políticos europeos a menudo han transmitido un velo que ondea sobre la amenaza de guerra, para conseguir el apoyo para el amado proyecto europeo. En tiempos normales, pocos europeos toman las conversaciones en serio.

Por el contrario, las conversaciones de guerra son intrínsicamente inverosímiles para las personas que crecieron en la próspera y pacífica Europa oriental. Yo he vivido mi vida entera en un mundo en el que, por todos sus altibajos, las cosas parecían ponerse cada vez mejor. El nazismo había sido derrotado; las dictaduras cayeron en España, Portugal y Grecia; el imperio soviético colapsó; el apartheid o segregación racial terminó en Sudáfrica.

La paz y la prosperidad se convirtieron en la norma para mi generación del oeste. Fue fácil de olvidar que esto nos diferencia del resto del mundo. Leyendo un libro recientemente, escrito por Yan Xuetong, un académico chino que yo conozco, me sorprendió encontrarme con esta frase: “Durante la revolución cultural, frecuentemente vimos personas que fueron golpeadas hasta morir, así que uno se volvió inmune a esto”.

No obstante, en los pasados 30 años, la esperanza por la paz, prosperidad y un grado razonable de confort, se ha extendido más allá de los confines privilegiados del oeste. La China de la revolución cultural ha dado lugar a la China de los centros comerciales y de la factoría. La India de la Madre Teresa está siendo en parte desplazada por La India de la revolución IT.

La globalización hizo que el mundo pareciera como un lugar más seguro y más homogéneo, ya que las nuevas clases medias de Asia y Europa Oriental adoptaron las comodidades y los valores del capitalismo. La paz global, que durante la guerra fría parecía depender de las armas nucleares, ahora parecía ser respaldada por el comercio internacional y por un abrazo compartido del consumismo.

Hasta la crisis económica global, las palabras de la campaña electoral del hijo de Tony Blair en 1997 parecieron capturar el espíritu de la época: “Las cosas sólo pueden ponerse mejor”.

Desde el colapso de Lehman Brothers en el 2008, sin embargo, hemos descubierto que las cosas pueden definitivamente ponerse peor. La pregunta es, ¿qué tan peor?

El riesgo de una grave crisis económica en Europa es severo. Las amenazas de impagos de deuda soberana y la división de la moneda única europea están aumentando, y con esto, las correspondientes amenazas de los bancos al borde del colapso, el pánico popular, las profundas recesiones y el desempleo masivo. Eso verdaderamente se siente como una versión moderna de la Gran Depresión.

La Unión Europea, en general, es la mayor economía del mundo, así que el caos económico aquí inevitablemente tiene ramificaciones globales. Esto deprimiría el comercio y amenazaría el sistema financiero global.

La lección de los años 30 es que una depresión global debilita las democracias, dirige al nacimiento de nuevas fuerzas políticas radicales, y, en el proceso, al origen de riesgo de conflicto internacional.

Una versión moderna de los años 30 vería una nueva generación de políticos nacionalistas subir al poder en Europa, frente a un contexto de caos económico y la división de la U.E. Las tensiones también aumentarían fuera de Europa, a medida que la situación económica global empeora. El balance de poder en Asia cambiaría aún más rápido, con una China naciente enfrentando una América debilitada. Tanto en China como en América, una crisis económica vería las fuerzas nacionalistas y proteccionistas ganar influencia.

Estos escenarios no son inverosímiles. Y sin embargo, a pesar de los paralelos, todavía no puedo llegar a creer que nos estamos dirigiendo a los años 30. Hay tres razones principales por las que creo que es posible que podamos escaparnos.

Primero, el mismo conocimiento de lo que salió mal hace 80 años atrás puede ayudar a los políticos a evitar los mismos errores. El continuo énfasis de China sobre la necesidad de un “ascenso pacífico” se debe en cierto grado al conocimiento de los terribles errores del Japón imperial.

Segundo, hay un argumento plausible de que los 66 años de paz entre las mayores potencias y naciones desarrolladas desde el 1945, actualmente refleja el progreso de la civilización, antes que un ciclo afortunado de la historia mundial. En su último libro, Los mejores ángeles de nuestra naturaleza, de Steven Pinker de la Universidad de Harvard, sostiene que la humanidad se está volviendo cada vez menos belicosa y que “hoy podemos estar viviendo en la era más pacífica de toda la historia humana”.

Finalmente, el mundo desarrollado está comenzando desde un nivel de afluencia mucho más alto en relación al de los años 30. En una crisis económica la gente puede todavía perder sus ahorros, sus trabajos y sus casas, pero es menos posible que sean sometidos a la más absoluta miseria. Como resultado pueden ser menos propensos a la radicalización política. La economía latvia se constriñó por un 18% en el 2009, pero en las recientes elecciones allí, dos partidos centristas llegaron a la cima. En España, el desempleo ya está en más de un 22%, con más de un 45% de la juventud. Y todavía un partido moderado de centro-derecha ganó la elección de este mes.

Así que, aunque el riesgo de una crisis económica severa es muy real, no creo que estemos en riesgo de caer nuevamente en guerra. Pero esto puede simplemente ser la falta de imaginación de alguien lo suficientemente afortunado para crecer en un periodo de paz y prosperidad sin precedentes. 

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Segundo

1.  Hay un argumento plausible de que los 66 años de paz entre las mayores potencias y naciones desarrolladas desde el 1945, actualmente refleja el progreso de la civilización, antes que un ciclo afortunado de la historia mundial.

2.  En su último libro, Los mejores ángeles de nuestra naturaleza, de Steven Pinker de la Universidad de Harvard, sostiene que la humanidad se está volviendo cada vez menos belicosa y que “hoy podemos estar viviendo en la era más pacífica de toda la historia humana”.

3. En una crisis económica la gente puede todavía perder sus ahorros, sus trabajos y sus casas, pero es menos posible  que sean sometidos a la más absoluta miseria.

Cobre llega  a $8,000; los metales industriales se recuperan

Emiko Terazono y Javier Blas

Londres. Los precios de los metales industriales se elevaron cuando los bancos centrales a nivel mundial anunciaron un movimiento coordinado para suministrar liquidez al sistema financiero global, con el cobre llegando brevemente al nivel clave de US$8,000 por primera vez en cuatro semanas.

La decisión por parte de los bancos centrales de la eurozona, EEUU, Reino Unido, Canadá, Japón y Suiza para reducir el costo de su líneas de permuta para proveer liquidez al dólar de EEUU llegó horas después de que el banco central de China suavizó su política monetaria, reduciendo los requerimientos de reservas para sus bancos por primera vez en casi tres años.

El movimiento chino llegó en la víspera de la emisión de data clave que se esperaba que revelara débil actividad industrial. China es el mayor consumidor de cobre del mundo y las preocupaciones sobre la demanda debido al endurecimiento de la política monetaria han estado pesando sobre los precios de los metales.

Los analistas dijeron que las noticias habían provocado cierta prisa entre los inversionistas para cubrir sus posiciones bajistas.

El cobre reversó pérdidas anteriores, con el metal para entrega en tres meses en el London Metal Exchange recuperándose por un 5.4% para llegar a $7,875 la tonelada en el comercio de Nueva York después de llegar a $8,000. Otros metales base también estuvieron más fuertes, con el aluminio aumentando un 5.6% hasta $2,110.50.

Otras materias primas también estuvieron más altas, con el ICE January Brent, el benchmark del petróleo mundial aumentando 23 centavos para llegar hasta $110.58 el barril, mientras el Nymex Janury West Texas Intermediate agregó 91 centavos quedando en $100.70 el barril.

Los precios del oro también ascendieron, con el lingote comerciado en Londres en $1,744 por onza, subiendo un 1.8% desde el último precio del martes en Nueva York.

No obstante, los analistas alertaron que el sentimiento general de los afectados por la crisis de la eurozona quedó sin cambio. Temprano el pasado miércoles, Morgan Stanley, uno de los mayores vendedores de acciones de materias primas, dijo que los mercados de materiales crudos enfrentarían los vientos contrarios de un crecimiento económico más lento junto a la fortaleza del dólar en el 2012.

JPMorgan redujo las materias primas el mes pasado. “Las fallas políticas en EEUU y Europa han oscurecido la perspectiva a seis meses”, dijo Colin Fenton, jefe de investigación de materias primas de JPMorgan, agregando que hubo mayores valores en los bonos.

Morgan Stanley recomendó una perspectiva defensiva para el 2012, listando el oro, la plata y el ganado como favoritos, con los metales base y el petróleo como sus menos favorecidos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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