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La reacción contra los ricos ahora  abarca Europa, EEUU y China

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Gideon Rachman
Nunca es buena señal cuando los políticos comienzan a apelar al patriotismo de los contribuyentes. Defendiendo la reciente decisión del gobierno francés para aumentar la tasa de impuestos sobre la renta hasta un 75%, Pierre Moscovici, ministro financiero del país, dijo a Le Monde: “Esta no es una medida castigadora, sino una medida patriótica”. A los ricos,  explicó, se les está dando una oportunidad para hacer “una contribución excepcional” para resolver los problemas financieros de Francia. Estoy seguro de que están muy agradecidos.

Francia está claramente tomando un gran riesgo aumentando sus tasas de impuestos más altas que las de sus vecinos. Pero es un error presentar la administración de Hollande como dinosaurios socialistas. La verdad es que el nuevo gobierno francés está al extremo final de una nueva tendencia global: una reacción internacional contra la riqueza que está redelineando las políticas desde Europa hasta EEUU y hasta China.

David Cameron, primer ministro británico, ha ofrecido desplegar la alfombra roja para los exiliados fiscales franceses. Pero incluso en Gran Bretaña, donde la tasa fiscal es de 45%, hay un nuevo comportamiento de antagonismo hacia los ricos. Incluso los políticos conservadores no se atreven a defender el pago de los banqueros.

 En EEUU, mientras tanto, Barack Obama está haciendo campaña para incrementar los impuestos sobre los “millonarios y billonarios”. Es cierto que el aumento fiscal que el presidente de EEUU quiere sería ridículamente pequeño para los estándares franceses.

 Obama  quiere aumentar la tasa desde un 35% hasta un 39.6%, como también incrementar los impuestos sobre las ganancias de capital y los dividendos.  Pero algo de la retórica del presidente tiene distintos ecos del éxito de la campaña de Hollande en Francia.

 Los socialistas franceses hacen una gran jugada del estilo de vida supuestamente “ostentoso” de Nicolas Sarkozy y con las amistades con los súper ricos.

En la misma línea, la campaña de Obama ha atacado a Mitt Romney como un representante de la evasión del impuesto del “1%”, y se burló de la propiedad de su esposa de un caballo semental.

Estas tácticas suenan arriesgadas porque los americanos se dice tradicionalmente que admiran la riqueza, antes que envidiarla. Pero el equipo de Obama puede leer encuestas. Por un margen de 64% hasta un 33%, los americanos están a favor de más altos impuestos sobre los que ganan más de $250,000.00

Las sensibilidades políticas sobre la brecha entre los ricos y el resto no se limitan únicamente al Occidente. Los estilos de vida de los ricos y poderosos ahora son el tópico más sensible y peligroso en la política china.

El sitio Web de Bloomberg News fue recientemente cerrado en China, aparentemente como castigo por la publicación de un artículo sobre la riqueza familiar de Xi Jinping, que pronto será el nuevo presidente de China.

En un accidente un  par de semanas atrás, los disturbios sobre la contaminación en la ciudad de Qindong tomaron un giro desagradable cuando los manifestantes demandaron saber qué marca de ropa estaba usando el secretario del partido local.

La BBC reporta: “Al descubrir que era una cara marca italiana, se dice que lo han desnudado hasta la cintura”. ¿Por qué está pasando todo esto?

 Como escribe Zanny Minton Beddoes de El Economista en un reciente ensayo, “una mayoría de los ciudadanos del mundo ahora viven en países donde la brecha entre los ricos y el resto es mucho más grande de lo que era hace una generación”.

La tendencia ha sido más extrema en Occidente. Como señala Minton Beddoes, en EEUU “la porción del ingreso nacional va al 1% más rico se triplicó desde un 8% en los años 70 hasta un 24% en el 2007”. 

Eventualmente ese tipo de cambio está sujeto a provocar una reacción política. El detonador para esa reacción ha sido la Gran Recesión, la cual ha incrementado la presión en los estándares de vida de la gente ordinaria, mientras se expone una mala conducta.

 Los políticos occidentales, desde Barack Obama hasta Hollande están buscando captar y canalizar este nuevo sentimiento. En Asia, donde la Gran Recesión ha afectado menos duro, otros factores pueden estar en el trabajo.

El internet y el surgimiento del microblogging han hecho más fácil expandir la información y avivar la indignación sobre la brecha entre los trabajadores bajo gran presión y los súper ricos.

 Si esta nueva actitud empeora, esto podría marcar el fin de una era de impuestos más bajos, desregulación y una creciente desigualdad que comenzó a finales de la década de los 70, con la llegada de Margaret Thatcher a Gran Bretaña, Ronald Reagan a Estados Unidos y de Deng Xiaoping en China.

Zoom

Impuestos

1.  Margaret Thatcher  redujo los impuestos primero hasta un 60% y luego hasta un 40%. Reagan heredó una tasa fiscal de impuestos sobre la renta de un 70% y la redujo hasta 50% y finalmente hasta un 28%. EnChina, Deng Xiaoping captó el espíritu de los tiempos cuando observó: “Volverse rico es glorioso”.

2. En China, los líderes políticos han evadido la franca celebración de la riqueza. En el mundo occidental, los políticos con problemas de liquidez están hambrientos de aumentar los impuestos sobre los poco populares nuevos ricos.

Sequía  Estados Unidos amenaza encarecer   materias primas

Han pasado cuatro años desde que una letal combinación de malas cosechas, equivocadas políticas comerciales y pobre gobernanza, se combinaron para crear una crisis alimentaria global que puso millones de vidas y comunidades en riesgo.

 La sequía de este verano en el Medio Oeste estadounidense está amenazando renovados aumentos en los precios de las materias primas mundialmente. Puede demostrar ser una evaluación prematura para los compromisos hechos después de la crisis 2007-08, notablemente en la cumbre del G8 en L’Aquila en Italia en el 2009, para mejorar la seguridad alimentaria global.

 Desafortunadamente, el progreso ha sido desigual y en algunos lugares las políticas verdaderamente han empeorado.

Por el lado positivo, la cantidad de ayuda que va hacia la agricultura ha incrementado, con la salvedad de que cualquier objetivo numérico está sujeto a motivar a los donantes reetiquetando la ayuda existente.

En particular, ha habido un foco de bienvenida en la provisión de bienes públicos, como nuevas cepas de cultivo apropiadas para los climas tropicales. 

Las reformas para la ayuda alimentaria humanitaria han sido más desiguales. EEUU habló un  buen juego en L’Aquila, hablando sobre avanzar hacia mejores prácticas de compra de alimentos para operaciones de desastre cerca de donde esta se necesitara antes que verter sus propios excedentes agrícolas.

 Un proyecto de ayuda alimentaria de compra local ha sido establecido dentro de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional y hay propuestas de reformas en programas de ayuda alimentaria mucho mayores en el anteproyecto agrícola de EEUU, actualmente siendo discutido en el Congreso.

Pero otros cambios propuestos en el proyecto agrícola son menos útiles, particularmente un cambio de vuelta hacia la vinculación de los pagos de subsidio agrícola a la producción, colocando patrones mundiales en la agricultura y el consumo a merced de la política de EEUU.  Durante la crisis 2007-08, las restricciones de exportación por parte de los grandes productores agrícolas, tales como Rusia y Ukrania, guiaron a enormes aumentos a corto plazo en el precio global de productos de primera necesidad. Habiendo fallado en llegar a acuerdos vinculantes durante la presidencia francesa del G20 del año pasado, el mundo todavía está lejos de medios efectivos de regulación de las prohibiciones de exportación.

 VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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