FINANCIAL TIMES
La realidad del caos fiscal de Estados Unidos  empieza   afectar

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Si usted pasara por algún baño de los puertos de Seattle este verano, podrá darse cuenta de los recargados zafacones de basura. ¿La razón? Una nota cortés explica, que “debido a las reducciones del presupuesto del 2010”, el Gobierno de Seattle ya no puede proporcionar el servicio de aseo diario. De ahí el sucio.

Los inversionistas harían bien en tomar nota. En meses anteriores, el caos fiscal de América había asumido un aire más que surrealista. En teoría, el déficit del país a nivel federal y los números de deuda, ciertamente parecen muy aterradores.

Pero, en términos prácticos, el impacto de los ceros todavía parece claramente abstracto.

Después de todo, hasta el momento, el Gobierno federal no ha estado reduciendo el gasto; por el contrario, hubo un proyecto de estímulo el año pasado. Y, como indicó mi colega John Plender recientemente, los rendimientos de bonos de la Tesorería han estado cayendo en un momento en que los inversionistas huyen de los malestares de la eurozona. Como resultado, esos terroríficos números todavía parecen ser un problema primariamente inventado en el mundo de las finanzas cibernéticas.

Pero hay un lugar en América donde la realidad está comenzando a afectar, y que es en términos de finanzas estatales. Sólo hay que mirar las estadísticas. El reporte del centro de Prioridades Políticas y Presupuestarias de E.U. emitido el mes pasado estima que en el año fiscal  2010 colectivamente E.U. certificó una caída en el presupuesto de $200 millardos, equivalente a un 30 por ciento de los presupuestos de todos los estados.

El año pasado, ese malestar fue en parte aliviado por el (los) paquete (s) de estímulo de Barack Obama. Pero ese ostentoso gasto está ahora disipándose. Y en los años fiscales 2011 y 2012, se espera que los estados enfrenten otro déficit presupuestario combinado de $260 millardos, con la caída en el 2011 en lugares tales como Nueva Jersey, Illinois, Nevada y Arizona, proyectados a ser más de un 35 por ciento que el presupuesto del año pasado.

Hasta el momento, el mercado municipal de bonos ha sido peligrosamente complaciente acerca de todo esto, con rendimientos sobre los bonos a diez años que andan por encima de un 3%. Pero aunque los mercados parezcan relativamente relajados, el punto clave es que las estadísticas estatales están ya teniendo un impacto en el mundo real, en contraste con la deuda federal.

No importa el problema trivial de los servicios de aseo diario de Seattle; a medida que esto sucede, las finanzas del estado de Washington son mejores que la mayoría. En las escuelas de Nueva Jersey, las clases están siendo reducidas. En California, los empleados del sector público no están recibiendo sus salarios. En Nueva York, una extensión del tren ha sido cancelada. Y en lugares tales como Illinois y San Diego, los beneficios de pensión se están renegociando de manera conjunta, rompiendo numerosos tabúes.

En cambio, esto requiere una pregunta mayor: ¿cuál será el impacto, tanto psicológico como en la economía más amplia? Uno obvio, la consecuencia inmediata de estos recortes es que parecen estar minando la confianza del consumidor y por encima del daño que ya se está infligiendo por la alta tasa de desempleo. El patrón puede también estar fomentando algunos cambios imperceptibles en términos de cómo los inversionistas ven el futuro.

En Seattle, por ejemplo, las compañías de seguros locales recientemente han cambiado el mensaje que están dando a los clientes. Por eso usaron planeadores financieros para guiar a las familias a productos de impuestos diferidos desde que ellos sospecharon que los empleados pagarían impuestos más bajos cuando se retiraran, el nuevo mantra es la “diversificación fiscal”. Eso está basado en la idea que las familias no podrían diferir los pagos de impuestos, desde que los impuestos inevitablemente subieran en el futuro, a medida que el constreñimiento fiscal toma posesión. Y eso, en cambio, hace que surja otra interrogante sobre qué puede o no puede hacer  todo este constreñimiento real en Seattle (y en cualquier otro lado)  por el debate mayor acerca de la deuda federal.

Es una propuesta justa el que eventualmente el debate sobre las reducciones de gastos estatales motive a los inversionistas y votantes a comenzar a prestar más atención a los números fiscales federales aparentemente abstractos.

Eso puede provocar más trastorno en el mercado. También puede crear más trastorno político. Solo hay que observar el aumento de esas señales del Partido Conservador.

Pero si se quiere ser optimista, es posible poner un giro más optimista en esto. Por todas las deprimentes estadísticas acerca de los déficits y reducciones de gastos estatales, lo que no ha recibido mucha atención, es que algunos estados están ahora tratando proactivamente de enfrentar sus malestares. Illinois, por ejemplo, está enfrentando una gran crisis debido a las disminuciones de categoría crediticia; pero, esto está también haciendo ciertas cosas imaginativas, tales como aumentar la edad de retiro para los empleados locales estatales.

Eso no puede complacer a los votantes. Ni necesariamente salvará a Illinois de disminuciones adicionales en la categoría de su deuda. Pero este es el tipo de paso que se necesita adoptar a nivel federal también. Así que, si lugares como Illinois pueden realmente romper estos tabúes, esto podría ser una razón para animarse; en cambio, si esto provoca mucho descontento social, será una poderosa señal de advertencia. De todas formas, los tenedores de bonos de la Tesorería de E.U. es mejor que mantengan una estrecha vigilancia sobre lo que sucede en los presupuestos estatales este año, aún en el mundo demasiado evidente de los puertos de Seattle.

Las claves

1.  Recorte presupuesto

Una nota cortés explica, que “debido a las reducciones del presupuesto del 2010”, el gobierno de Seattle ya no puede proporcionar el servicio de aseo diario.

2.  Gasto

 Hasta el momento, el Gobierno federal no ha estado reduciendo el gasto; por el contrario, hubo un proyecto de estímulo en el 2009.

3.  Salarios

En California, los empleados del sector público no están recibiendo sus salarios. Mientras en las escuelas de Nueva Jersey las clases están siendo reducidas.

Es tiempo de sacar a los bancos de su desorden

philip augar y john mcfall

El año pasado solicitamos una investigación imparcial sobre el rol de la banca y la comisión independiente anunció esta semana por el ministro de Hacienda que va muy bien en términos de competencia y membresía.

La sociedad necesita bancos, pero no el tipo de autoservicio que tenemos hoy. La comisión tiene la oportunidad de arreglar esto. Para hacer eso necesitará reconocer la vital contribución de los bancos y distinguir eso del desorden de otras actividades financieras que los bancos han acumulado y que ahora recargan el sistema.

Este es un trabajo importante, por el hecho de que si la comisión tiene éxito, ésta puede ayudar a resolver el enigma de la sociedad: ¿cuando un banco no es un banco?

Es difícil pensar en una industria que juegue un rol más vital en la economía global que la banca.

Al tomar el exceso de efectivo de la gente, las empresas y los gobiernos, y prestando ese dinero a otros, los bancos disponen la máquina económica en marcha y la mantienen funcionando. Sin esta intermediación, el dinero no cambiaría de manos, el crecimiento económico se atascaría y la sociedad se osificaría, mientras que la herencia reemplazaría la iniciativa empresarial como el medio principal de la transferencia de riqueza.

De alguna forma, en el pasado cuarto de siglo, los bancos perdieron de vista su misión central.

Motivados por los voraces accionistas en búsqueda de ganancias a corto plazo y facilitado por la desregulación y la tecnología, el modelo bancario se volvió cada vez más complejo. La innovación financiera cambió de ser una herramienta para facilitar los flujos de capital a una técnica de hacer  dinero para los banqueros y sus accionistas. Los bancos se volvieron irreconocibles conglomerados haciendo un gran número de cosas que agregaban poco valor y que a menudo dejaban de ser la actividad socialmente útil que era en lo fundamental.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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