Lucy Kellaway
Uno de los trucos favoritos de Stephen Covey, descrito en su libro Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, era imaginar su propio funeral. Él se imaginaba las flores, las caras de los dolientes y los panegíricos con el fin de ayudar a inculcar su hábito No. 2: comenzar con el fin en la mente.

Para Covey, quien murió esta semana a la edad de 79 años, la escena del funeral está a punto de realizarse de verdad y lo más probable es que sea de su agrado.

Ya están fluyendo los elogios de los gurús rivales en el campo de la gestión: Tom Peters lo ha comparado con Nelson Mandela, mientras Clayton Christensen, un compañero mormón, ha dicho que Covey cambió su vida.

Él contó la historia sobre cómo Covey, cuando estaba en la Escuela de Negocios de Harvard, dejó de ir a un bar y en su lugar fue a Boston Common con una caja de jabón, a la que se subió y dio un buen sermón sobre la vida de Jesucristo.

En mi propia historia sobre Covey, la cual tuvo lugar muchas décadas después, el hombre todavía seguía sermoneando, pero esta vez parado en un escenario en el Hotel Grosvenor House en Londres, dirigiéndose a varios cientos de hombres vestidos de traje. Cada uno de ellos obedientemente se había atado una servilleta en su cabeza y estaba pretendiendo ser un jeque a los fines de aprender sobre la confianza.

Observar el desempeño de Covey cambió mi vida también, o al menos mi creencia en el escepticismo de los directores británicos. Yo nunca habría pensado que su combinación de sinceridad, celo evangélico y su jerga sobre la gestión funcionaría en Reino Unido. Yo estaba equivocado. Pero, esos discípulos no pudieron obtener suficiente de él.

Eso fue en 1995; en los años intermedios su popularidad fue creciendo más o menos en otros lugares. Los 7 hábitos ahora se traduce a 32 idiomas, ha vendido más de 20 millones de copias y es uno de los libros de gestión más importantes de todos los tiempos.

La razón de que este ha terminado siendo mucho mejor que la mayoría de los libros de autoayuda es que su idea central es realmente más que buena. Covey indicó que el éxito de todas las organizaciones depende del comportamiento de cada individuo, una idea que ahora es común, pero que fue novedad cuando el libro fue publicado en 1989. Lo que Covey estaba vendiendo era un tipo de gestión de calidad total para el carácter, como El Economista lo llamó. Él evitó correcciones demasiado milagrosas, prefiriendo inspirarse en Abraham Lincoln y Benjamin Franklin, que favorecían la integridad, el coraje y la paciencia.

Sólo es una vergüenza que Covey no se apegara al estilo de prosa de sus antepasados. En cambio, él ha dejado una marca haciendo populares términos en inglés tales como ganar-ganar, proactivo, sinergia y paradigma que, por desgracia, no muestran señales de morir con su propagador.

Igual que Covey fue altamente efectivo en cambiar el lenguaje, también fue muy bueno en cambiar las ideas a dinero. La página Web de su compañía de entrenamiento en gestión, Franklin Covey, dice que esta funciona con un 75% de las compañías Fortune 500 y está activo en 147 países. Su lema es: Hacemos posible la grandeza.

La fórmula de Los 7 hábitos ha demostrado ser un gran éxito con la que Covey fue ordeñado con una serie completa de libros copiados. Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas, El octavo hábito, como hizo su hijo, Sean Covey, quien ha cubierto el resto de ese frente con 13 títulos adicionales, incluyendo los libros Los 7 hábitos para adolescentes e incluso para los niños.

Al igual que todo lo demás, Covey fue un criador altamente efectivo, que creó niños en grandes cantidades, ya que tuvo nueve, muchos de los cuales estuvieron trabajando para él. Los nueve de su descendencia crecieron en una gran casa en Utah donde la declaración de misión personal de la familia estaba escrita en la pared. Y los nueve, con las nueve esposas a cuestas, se reunieron alrededor de su féretro el pasado lunes; los 52 nietos de Covey también estuvieron muy cerca.

Pero lo que él fue, por encima de todo, fue un maestro altamente efectivo de las citas históricas. Twitter esta semana se ha mantenido vivo con sus discípulos repitiendo sus palabras. Al leerlas me llama la atención por la extraña mezcla que son. Algunas son molestosas: Viva de su imaginación, no de su historia. Algunas son debatibles, por no decir erradas: La felicidad, como la infelicidad, es una opción proactiva. Algunas son vanas: Viva, ame, ría, y deje un legado. Pero algunas poseen real sabiduría: La mayoría de nosotros emplea demasiado tiempo en lo que es urgente y no suficiente tiempo en lo que es importante.

Y una que me gusta mucho y que yo desearía haberla dicho yo mismo es: Lo principal es mantener lo principal como lo principal.

La prioridad para la eurozona es la unión bancaria, dice FMI

Claire Jones

Londres

El Fondo Monetario Internacional ha llamado a la eurozona a hacer que la unión bancaria sea su prioridad. El FMI ha dicho que una planeación hacia un marco común de supervisión, un esquema de garantía de depósito y una autoridad de resolución bancaria fuera necesaria para detener las crisis, afectando sólo a un miembro de la eurozona en vez de poner en peligro al bloque entero. La prioridad inmediata para la eurozona es establecer una unión bancaria y avanzar más en lo relativo a la integración fiscal, dijo Mahmood Pradhan, subdirector del Departamento Europeo del FMI y jefe de misión para el área del euro.

El FMI advierte en un reporte que la falta de unión bancaria implica un vínculo pernicioso entre la pobre salud financiera de los gobiernos y la inestabilidad del sistema bancario de la región que es más fuerte que nunca.

El ciclo vicioso entre los soberanos y sus bancos está guiando a incrementar la fragmentación de los mercados financieros, dice el FMI, con el capital fluyendo desde los países del sur de Europa hacia los estados miembros del norte.

Estos desempeños no son consistentes con una unión económica que esté funcionando apropiadamente, dijo Pradhan. La política monetaria no está funcionando de la forma que se intentaba.

En una conferencia los oficiales del FMI dijeron que el Banco Central de Europa debería ahora emprender el alivio cuantitativo. El FMI dijo que el alivio cuantitativo de la eurozona podría incluir la compra de deuda de todos los soberanos que forman parte del bloque monetario. La cantidad de deuda comprada a cada Estado miembro sería determinada por la clave del capital del BCE, que implica más de un cuarto de los bonos comprados que serían los emitidos por el gobierno alemán. El FMI ha instado consistentemente a los oficiales de la eurozona a hacer más para aliviar las crisis de deuda, tanto soberana como financiera que están teniendo lugar en la región. Muchas de las medidas que este ha propuesto han estado en desacuerdo con las que han sido apoyadas por el gobierno alemán.

Las claves

1. Falta de unión bancaria

2. Fragmentación

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA