FINANCIAL TIMES
¿Los márgenes de beneficios enfrentan  cambio fundamental?

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Tony Jackson
Uno de los temas recurrentes en esta columna últimamente ha sido el exaltado estado de los márgenes de beneficios en Estados Unidos y Europa. Esto, como yo he expresado, no puede durar. Cuando se trata de márgenes, lo que sube debe bajar y viceversa.

Algunas de las grandes casas de corretaje ahora están de acuerdo. Una razón es que en el trimestre pasado las bajas en las ganancias para las corporaciones europeas habían superado los aumentos, después de dos años consecutivos de lo contrario.

En parte, esto es de esperarse en la víspera de la temporada de ganancias del segundo trimestre. Los libros dicen que la mejor forma de hacer que el precio suba es dar buenas sorpresas. De ahí el hábito, especialmente en E.U., de las compañías dirigiendo a los analistas en descenso frente a sus cifras, ya que recientemente ilustraban hacia un efecto condenatorio por parte de Andrew Lapthorne de Société Générale.

En el corto plazo, la pregunta es si algo más fundamental está sucediendo a los márgenes. Esto se aplica en dos niveles, el cíclico y el estructural.

El caso cíclico tiene que ver con la reversión a la media. Muchos inversionistas, en E.U. especialmente, encuentran que esto es difícil de aceptar. Decir que los márgenes no pueden subir por siempre parece una negación del principio de lo que pueden hacer.

En realidad, el caso es lo contrario. El día en que las compañías dejen de competir por participación en el mercado, y en términos cíclicos, y dejen de usar los márgenes para hacerlo, el modelo capitalista estará roto.

Pero, ¿y qué si estamos viendo el comienzo de un cambio estructural? ¿Y qué si los márgenes en E.U. y Europa han sido ayudados por 30 años por una combinación de fuerzas benignas que ahora llegan a un fin?

Pensándolo bien, yo encuentro que he estado argumentando justo eso en las últimas columnas dedicadas a algunos ejemplos individuales de estas fuerzas, tales como el costo de deuda y las proporciones de impuestos de corporación. La semana pasada los estrategas europeos de Morgan Stanley abordaron el tema y lo ampliaron.

En pocas palabras, ellos indican que el aumento en los márgenes desde principios de los años 80 ha sido ayudado por cinco factores. Las bajas tasas de interés y bajos impuestos son dos. Los otros son la tecnología, el “outsourcing” y los precios de las materias primas.

Pongámoslos en orden. El caso para las crecientes tasas de interés real fue poderosamente argumentado en un estudio emitido el pasado diciembre por parte de McKinsey. En esencia, sus análisis mostraron que las decadentes tasas de interés real desde los 70 estuvieron asociadas a la decadente inversión en el mundo desarrollado. El dinero estaba barato porque hubo menos demanda de este.

En la década pasada, que se ha estado reversando, al igual que la fuerte inversión en China y otras economías en desarrollo han llegado a superar el declive del mundo desarrollado. Pero hasta el momento, eso no ha impulsado en ascenso las tasas de interés, ya que esos países han estado al mismo tiempo sorprendiendo el consumo local y reteniendo el dinero.

Como argumenta McKinsey convincentemente, ese balance está cambiando. El consumo en el mundo en desarrollo está aumentando, piense en todos los millonarios chinos. En cierto punto, el dinero se va a poner caro nuevamente.

En cuanto al impuesto corporativo, yo argumenté hace tres meses que la competencia entre los países por bajar sus tasas, no obstante los casos sensibles e individuales, se estaba volviendo la autoderrota. En un momento de aguda presión fiscal en gran parte del mundo desarrollado, la competencia no parece sostenible.

En lo relativo a la tecnología, el gasto en IT se ha elevado aunque la inversión en general ha bajado. Morgan Stanley puso su participación en un 22% del gasto de capital de E.U., en comparación con el 3% de 30 años atrás.

La llegada de la computación masiva y el Internet ha hecho posible un aumento justo a tiempo en la automatización y la manufactura, y también ha empujado en descenso los costos de unidad laboral. Pero en cierto punto, pronto tal vez, el efecto se nivelará.

El factor del “outsourcing”, mientras tanto, está fijado a revertirse. Como dijo Morgan Stanley, el efecto China ha permitido que las corporaciones occidentales reduzcan tanto el gasto operativo como el de capital, a través de salarios más bajos y de plantas más baratas.

El efecto ha sido magnificado por una divisa china artificialmente baja. Todo eso es lo que tiene que cambiar.

El factor final, los costos de materia prima, es debatible. El año pasado, los incrementos de precios por las corporaciones de E.U. estuvieron mucho más bajos que el aumento en sus costos de entrada. Eso es una señal poderosamente cíclica. Pero respecto al superciclo de las materias primas están aquí para quedarse, yo dejo que sean los lectores que decidan.

Un punto final. Los 90 vieron la emergencia de esa medida financiera bizarra, ebitda (ganancias antes de interés, impuesto, depreciación y amortización). Como señaló Warren Buffet, eso sólo tiene sentido como una base para evaluación si el gasto de capital fuera pagado por el ratoncito Pérez. Pero eso no viene al caso.

Ebitda fue sólo aceptada por lo que dejó fuera, como es el caso del costo de deuda, el impuesto y la inversión, que era cada vez menos significativo. Así que tenga cuidado cuando haga sus críticas. Eso mostrará que la presión estructural sobre los márgenes se está haciendo sentir.

Las claves

1.  Lo que sube baja

Cuando se trata de márgenes de beneficios, lo que sube debe bajar y viceversa.

2.  Los analistas

De ahí el hábito, especialmente en Estados Unidos, de las compañías dirigiendo a los analistas en descenso frente a sus cifras,  pues ilustraban hacia un efecto condenatorio por parte de Andrew Lapthorne de Société Générale.

3.   Corporaciones

En  el 2010, los incrementos de precios por las corporaciones de Estados Unidos  fueron más bajos que el aumento en sus costos.

Data comercial muestra segunda economía china  decayendo

Jamil Anderlini 
Shanghai
.  Las cifras comerciales chinas para junio proporcionan nueva evidencia de que la segunda mayor economía del mundo se estuvo ralentizando aún más mientras la inflación llegó a un alza de tres años, de acuerdo a la data emitida durante el fin de semana.

Las contradictorias lecturas complicarán adicionalmente los intentos de Beijing de mantener rápido el crecimiento económico mientras enfrentan los incrementos de precios que han fomentado el descontento en el país.

Las importaciones de China se incrementaron por un 19.3% en junio desde el mismo mes el año anterior, una fuerte desaceleración desde el incremento anual de mayo de un 28.4% y muy por debajo de lo que la mayoría de economistas estaban esperando.

“Las importaciones más débiles se agregan a la larga lista de variables que apuntan hacia una economía local en decadencia”, dijo Chi Sun, un analista de Nomura en Hong Kong.

En una señal de que la actividad industrial en el país se estaba moderando, las importaciones de materiales claves tales como el petróleo crudo, el aluminio y el hierro, bajaron en junio desde un mes antes. Las importaciones de petróleo crudo llegaron a su nivel más bajo en ocho meses y por un 11.5% igual que el mismo mes el año antes. Mientras las importaciones de cobre rebotaron en junio, se fueron reduciendo marcadamente hace 12 meses atrás.

El gobierno había estado tratando de aplicar los frenos ligeramente sobre el rápido crecimiento de la economía de China debido a los temores de que los aumentos de precios podrían espirarse fuera de control y provocar una seria inestabilidad social.

El sábado, Beijing emitió las cifras de inflación para junio, las cuales mostraron que los precios de consumo se incrementaron  un 6.4% desde el mismo mes un año antes, el aumento más rápido que se ha observado desde junio de 2008.

Los precios de los alimentos fueron el principal conductor de la inflación, aumentando por un 14.4% desde un año antes en junio, propulsadas por un 57.1% de incremento en el precio del cerdo, la carne de más demanda en China.

En general, los precios subieron por un 5.5% en mayo en comparación con un año antes, mientras que los costos de los alimentos subieron un 11.7% ese mes.

En su lucha por bajar la inflación en los últimos ocho meses, el banco central de China había aumentado cinco veces las tasas de interés que sirven de punto de referencia e incrementaron los depósitos que los bancos deben mantener en reserva seis veces desde inicios del 2011.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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