JAMES POLITI Y NICOLE BULLOCK
El senador republicano, Jim Bunning característicamente estuvo irritable la pasada semana cuando él produjo una colorida pieza del teatro político de Washington.  Bunning transigió luego de que comenzaran a filtrarse las noticias de que algunos 400,000 americanos no recibirían sus cheques de desempleados si el punto muerto continuaba.

El episodio resaltó algo más que el punto muerto político. Este también reveló la extensión a la cual el aquejado mercado laboral de Estados Unidos continúa inclinando las proyecciones hacia una rápida recuperación económica, estrechando los presupuestos del estado y forzando al gobierno federal a intervenir con más dosis de gasto.

La data sobre el crecimiento de empleos para febrero fue emitida y la mayoría de los economistas esperaba que la economía de Estados Unidos perdiera al menos 60,000 posiciones adicionales el mes pasado, con la tasa de desempleo bordeando por encima de su nivel actual de 9.7%.

Aunque las severas tormentas de nieve del mes pasado dañaron las proyecciones de creación de empleo, a medida que las compañías demoraban las nuevas contrataciones, el sombrío pronóstico es una señal adicional de que el enorme peso del desempleo se coloca sobre la recuperación de Estados Unidos.

Los presupuestos de muchos estados, los cuales comparten responsabilidad con el gobierno federal para pagar el seguro de desempleo, están aguantando cada vez más lo más duro de la persistente falta de nuevos empleos.

De acuerdo al departamento laboral, los 31 estados han tenido que tomar dinero prestado del gobierno federal para reponer sus quebrados fideicomisos de seguro de desempleo, los cuales ellos usan para pagar los beneficios. Hasta el momento, la suma total de los préstamos adquiridos ha sido de US$$33 millardos, pero ese número se espera que aumente hasta alrededor de US$90 millardos (€66 millardos de euros, £60 millardos) para el 2012, con por lo menos 40 estados que se pronostica que solicitarán préstamos gubernamentales.

Típicamente, los estados tratan de acumular sus fondos en los tiempos buenos, así que el dinero puede ser pagado a los trabajadores desempleados en los tiempos malos.

Pero los muchos estados no entraron preparados a esta recesión, dice Iris Lav, alta asesora en el Centro sobre Prioridades Presupuestales y Políticas. “No pasó tiempo suficiente desde la última recesión, hubo poco crecimiento de salarios y los empleados querían impuestos más bajos y el estado se los dio”, expreso   Lav.

No obstante, tomar dinero prestado del gobierno es sólo un arreglo temporal. Hasta finales de año, estos préstamos serán libres de interés, pero después tendrán un costo. Esto implica que, para poder reponer sus fondos de desempleo, los estados están frente a la incómoda decisión de aumentar los impuestos sobre los empleadores, lo cual ya algunos han hecho, o han reducido los beneficios.

Por ejemplo, Chris Christie, el recién instalado gobernador de New Jersey, el cual ha tomado prestado alrededor de US$1.3 millardos a Washington, también ha propuesto una reducción del máximo beneficio semanal desde US$600 hasta US$550 con el fin de ayudar a prevenir un gran aumento de impuestos en las empresas locales mientras retornan el fondo de seguros de desempleo del estado a la solvencia.

Christie también hizo el llamado a que el gobierno federal absuelva el préstamo del estado.

Mientras tanto, el Congreso y la administración están tratando de hacer que ellos puedan aumentar la creación de empleos, con éxito limitado.

El mes pasado, el Senado pasó un proyecto de ley de US$15 millardos de empleos, consistiendo principalmente en un crédito fiscal para las compañías que contraten gente que han estado desempleadas por más de seis meses. Sin embargo, esto todavía necesita ser aprobado por la Cámara.

Los próximos US$81 millardos del Congreso, son para cubrir el resto del año la extensión de desempleo y los beneficios de seguro de salud. Esto ha sido combinado con una serie de reducciones fiscales, un incremento en ayuda para los estados y medidas para aumentar los préstamos a la pequeña empresa a través de la Administración de Empresas Pequeñas.

Mientras los economistas dicen que estas medidas pueden ser útiles, muchos dudan si serán suficientes para llevar el impulso necesario que se requiere para que el mercado laboral reduzca significativamente la tasa de desempleo, lo cual se espera que ronde alrededor de un 10% este año. 

 Esperanza

Una esperanza es que la contenida demanda por nuevos trabajadores ahora haya alcanzado el punto donde las compañías que están viendo crecimiento empresarial a medida que la economía se expande, ya no sean capaces de demorar la contratación. Aunque algunos pueden haber pospuesto la creación de empleos durante las tormentas de nieve el mes pasado eso devastó el Atlántico Medio y el Noroeste de Estados Unidos, puede haber una premura de nueva creación de empleos en marzo.

La cifra

US$$33  millardos,  es el número de préstamos adquiridos por los 31 estados  de, E.U., esperan aumente hasta alrededor  a US$90 millardos para el 2012.

Grupos de fertilizantes determinan marcar rebote de la crisis

Javier Blas

La serie de fusiones y la actividad de adquisiciones de este año en la industria de fertilizantes están determinadas a continuar, ya que las compañías están buscando magnitud para competir con los rivales del sector de mineros tales como Vale de Brasil y BHP Billiton.

La consolidación  llega justo cuando la demanda y los precios de la materia prima de los fertilizantes rebotan en el 2009, el peor año de la industria.

La industria está en actitud de recuperación luego del dramático desplome del año pasado, dice Oleg Petrov, jefe de ventas en Belarusian Potash Company, uno de los más grandes exportadores de fertilizantes. La demanda está de regreso. Pero los malestares financieros del año pasado enviaron los precios de vuelta a US$300 y bajó la creación de convenios.

Mientras la demanda se recupera y los precios suben por encima de US$400-$450 la tonelada, facilitan la dificultad de convenios de financiamiento, el sector ha visto un flujo de actividad de convenios en los primeros dos meses de este año totalizando casi US$10.5 millardos, de acuerdo a la data de Dealogic. 

Los ejecutivos de la industria creen que esas adquisiciones están sólo comenzando. Los convenios incluyen una batalla entre Yara de Noruega, el mayor productor de fertilizantes listada, y CF Industries radicada en E.U. por el control de Terra, un productor de fertilizantes de nitrógeno de E.U. Ellos han ofrecido US$4.1 millardos y US$4.7 millardos respectivamente.

Vale ha gastado US$5 millardos comprando activos de fertilizantes en Brasil, y a principios de este año BHP Billiton compró Athabasca Potash radicada en Canadá por US$323 millones.

Los ejecutivos dicen que la consolidación es más posible entre los suplidores de fertilizantes de nitrógeno, donde la fragmentación es mayor. “Hay una mayor oportunidad de que veamos actividad adicional en M&A, en el sector del nitrógeno, ”, dice un alto ejecutivo de un productor de fertilizantes.

El primer candidato es Agrium, radicado en Canadá, que está comprometida en una oferta hostil para CF Industries valorada en alrededor de $5.5 millardos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA