Londres. Los mercados emergentes del mundo se encuentran presos de protestas públicas sin precedentes. En la actualidad, es Brasil. Hace unos días era Turquía. Antes de eso fueron Rusia, Indonesia, la India y Sudáfrica, que vieron grandes demostraciones el año pasado. Y antes de eso fue la primavera árabe.

 Es peligroso delinear paralelos entre países con diferentes condiciones políticas, económicas y sociales. Aunque el presidente ruso Vladimir Putin fue electo para un tercer periodo de gobierno el año pasado, su régimen autoritario tiene poco del pluralismo democrático que caracteriza a Brasil, Turquía, la India e incluso a Indonesia.

Las fuerzas islámicas, que han jugado un rol clave en Turquía y Medio Oriente, son insignificantes en otros lugares. Sudáfrica es la única en sufrir el venenoso legado del apartheid. En Brasil y Rusia, la corrupción oficial ha sido blanco de los manifestantes. En la India e Indonesia, han sido los recortes del subsidio de combustible.

Pero la ola de disgusto público es más que una coincidencia. Primero, las protestas generan protestas. Al igual que las demostraciones europeas de finales de los 60 y la revolución anticomunista en Europa oriental en el periodo 1989-91, el fervor de protesta puede extenderse rápidamente por las fronteras.

 Las autoridades pueden moverse muy rápido para suprimir esta información, como lo hicieron en los estados del Golfo cuando las protestas de la primavera árabe golpearon Egipto a finales del 2010. Pero las comunicaciones móviles y el Internet han dado a los manifestantes la ventaja.

Lo siguiente es que las demostraciones tienen lugar en un contexto de dificultades económicas. Mientras los mercados emergentes en general están creciendo más rápido que el mundo desarrollado, ellos también enfrentan desafíos financieros, desde el desempleo juvenil en los países árabes hasta pobres servicios públicos en Brasil y el subsidio, que aumentaron el déficit presupuestario en la India.

Un grupo de estados ricos en petróleo liderados por Arabia Saudita pueden reprimir las protestas con un gasto público de lujo, pero otras administraciones tienen que comprometerse.

Además, algunos países afectados por las protestas son manejados por administraciones veteranas que pueden parecer obsoletas para la gente más joven. Putin ha manejado a Rusia desde el 2000, y Recep Tayyip Erdogan a Turquía desde el 2002. En Brasil, el Partido de los Trabajadores ha estado al frente desde el 2003, primero bajo Luiz Inácio Lula da Silva y ahora bajo su sucesora, Dilma Rousseff.

En Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano ha estado en el cargo desde el 1994. En la India, el Partido regente en el Congreso ha estado en el poder por todos excepto 9 años desde la independencia. En Egipto, las protestas del 2011 lanzaron un régimen apoyado militarmente que había gobernado desde los años 50.

Finalmente, observe los niveles de ingresos. La India e Indonesia son países muy pobres con ingresos anuales per cápita de alrededor de $4,000 y $5,000, respectivamente, sobre las bases de la paridad del poder adquisitivo. No es sorpresa que los protestantes se hayan enfocado en un problema económico básico como son los costos de combustible.

En Sudáfrica, Brasil, Turquía y Rusia, los ingresos están en el rango de $12,000-$18,000, en el límite superior de las economías emergentes, y el nivel en el cual las clases medias nacientes comienzan a hacer más demandas. Con sus necesidades básicas mayormente satisfechas, ellos comienzan a verse más ampliamente y presionan por todo, desde mejores servicios públicos, libertades sociales, participación política y por el fin de la brutalidad policial.

La historia indica que estas demandas son un corolario normal del desarrollo económico.

De los pocos mercados emergentes que han logrado estatus de mundo rico desde la Segunda Guerra Mundial, sólo dos son países considerables, Corea del Sur y Taiwán. (Los otros son Singapur y Hong Kong). En los 80, los regímenes autoritarios en Corea del Sur y Taiwán fueron impulsados por protestas públicas para liberar su control de poder. Curiosamente, sus niveles de ingresos entonces eran casi comparables con los de hoy de Sudáfrica, Brasil, Turquía y Rusia.

No obstante, la historia no determina el futuro. Los países ricos en materias primas, como Rusia y China, pueden tener éxito en resistir la liberalización política, como han logrado hacer algunos estados del Golfo.

Los seguidores de la liberalización, social, económica y política, no pueden dar nada por garantizado. Sin embargo, pueden tener el tiempo de su lado.

Escasez de competencias perjudica industria construcción

Bajas tasas de financiamiento han motivado a comprar casas EU

Escrito por Anjli Raval

New York.Las constructoras de Estados Unidos  (EEUU) están luchando por crear los equipos para construir nuevas viviendas, lo cual podría hacer retroceder el rebote de un sector que ha sido el foco de atención de la mayor economía del mundo, de acuerdo a Fitch Ratings.

 Las bajas tasas de financiamiento, la mejora del mercado laboral y la creciente confianza del consumidor, han motivado a más estadounidenses a comprar casas, lo que ha agotado las reservas existentes y propulsado la nueva construcción.

Fitch dice que ha creado un déficit, particularmente de trabajadores capacitados como electricistas, plomeros, techadores y albañiles.

Los contratistas recortaron sus fuerzas laborales después del colapso del mercado inmobiliario. Entre el pico de abril de 2006 y enero de 2011, el empleo total de construcción de viviendas bajó casi un 43%, desde 3,450 millones hasta 1,984 millones, de acuerdo a las informaciones del Buró de Estadísticas Laborales.

“Con la escasez de trabajo, un número sustancial de esta fuerza laboral emigró hacia otras industrias, notablemente el sector energético, a menudo con salarios más altos. Otros, predominantemente mexicanos, regresaron a sus países de origen”, dijo Robert Curran, analista de Fitch Ratings. “¿Estarán dispuestas las constructoras a atraer nuevamente a estos trabajadores?

La falta de terrenos para el desarrollo, mientras más constructores luchan por tierra para satisfacer la creciente demanda, y el aumento de los costes de material de construcción, entre otros factores, perjudican a las constructoras junto a las crecientes tasas de interés y constreñidos estándares de calificación hipotecaria.

Los estados peor afectados por la burbuja inmobiliaria, incluyendo a Arizona, Florida, Nevada y California, han sido los únicos que se han recuperado más rápido y son donde la escasez laboral es crónica, dijo Curran.

La encuesta realizada por la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas del mes pasado encontró que un 48% de los constructores de viviendas unifamiliares no pudieron encontrar profesionales que reunieran los principales elementos estructurales, en los primeros tres meses de este año, más de un 30% en relación al año pasado.

Los observadores de la industria dicen que la escasez de obreros está también afectando la construcción de apartamentos como también la remodelación de viviendas para alquiler.

Fitch proyecta los inicios de construcción en casi 1.1 millón en el 2014. Si estos inicios se revierten a niveles más normales de alrededor de 1.5 millones, la escasez puede durar mucho más.

La escasez laboral está haciendo que los constructores paguen salarios más altos. En cambio, los constructores están superando la inflación en los costes con incrementos en los precios de las viviendas.

El precio medio de una vivienda nueva vendida en abril es de US$271,000, el nivel más alto en los registros del gobierno volviendo al 1993.