FINANCIAL TIMES
Mejor contener el fuego y usar la bala QE3 para   emergencia real

<P>FINANCIAL TIMES<BR>Mejor contener el fuego y usar la bala QE3 para   emergencia real</P>

Hay un momento para la acción y luego para desplegar las reservas. Ahora es el momento para que la Reserva Federal espere, antes que dar a los mercados otra dosis de estímulo monetario por vía de una nueva ronda de alivio cuantitativo, o QE3, en las próximas semanas.

 Las compras de bonos adicionales parecen posibles hasta cierto punto, pronto después de que Ben Bernanke dijo a los banqueros centrales en su reunión anual en Jackson Hole que él no dispondría la compra de activos adicional en el caso de que las condiciones económicas garantizaran dicho movimiento. 

Mientras el renovado alivio podría tomar otras formas, incluyendo que la Fed extienda su política de tasa de interés cerca de cero más allá de finales del 2014, o reducir los actuales 25 puntos base que paga en reservas mantenidas por los bancos en la Fed, los inversionistas claramente desean más compras de bonos.

El S&P 500 ha subido algún 10% desde su baja de junio en un clásico “riesgo” de recuperación que refleja las esperanzas de salir adelante, con inversionistas ignorando la data en desorden y reduciendo las ganancias corporativas.   Las acciones de materia prima, guiadas por el oro, también han subido inteligentemente en el verano contra el firme repiqueteo de las conversaciones sobre el QE3.

Notablemente, los inversionistas, como es el caso de Bill Gross de Pimco, han puesto sus cartas sobre la mesa y por una buena razón.

Antes de que el Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) concluya su reunión de política de dos días el 13 de septiembre, los oficiales habrán tenido tiempo para analizar la data de empleos de agosto a publicarse a finales de esta semana.

Los economistas esperan que los aumentos del empleo ronden los 125,000, por debajo del promedio del año hasta la fecha de 151,000, apenas una historia de vigor.

Eso avivará las esperanzas del QE3 en el mercado, como denotan las minutas de la reunión del FOMC de agosto.

“Muchos miembros juzgaron que la acomodación monetaria adicional sería posiblemente garantizada muy pronto a menos que la información que entrara señalara un fortalecimiento sustancial y sostenible en la trayectoria de la recuperación económica”.

Basados en el tono de la data económica desde que la Fed se reunió por última vez, es lógico asumir que el QE3 se lanzará en septiembre. Una respuesta política tal, sin embargo, es altamente cuestionable en términos de lo que puede lograrse. Las rondas anteriores de QE fueron superadas cuando la amenaza de recesión y deflación fue manifestada.

Ese no es el caso en el momento actual. Por ejemplo, una medida clave de las expectativas de inflación del mercado de bonos  monitoreadas por la Fed ha estado aumentando este verano y se sitúa alrededor de un 2.75%. Como un punto de referencia, las expectativas de inflación en agosto de 2010 y el pasado septiembre llegaron por debajo de un 2%, proporcionando terrenos justificables para lanzar el QE2 y la Operación Twist. 

Con el Twist corriendo hasta finales de año, los rendimientos de la Tesorería a largo plazo quedan muy bajos. Además, las recientes bajas  en los bonos corporativos indican que la política de la Fed ha logrado su objetivo de empujar a los inversionistas fuera de las Tesorerías hacia activos más riesgosos, permitiendo que las compañías y propietarios de viviendas tomen prestado a tasas bajas.

Realmente, hay señales alentadoras de que el mercado inmobiliario últimamente se ha estabilizado, mientras los consumidores con una capacidad crediticia sólida han estado refinanciando o negociando las nuevas hipotecas de tasa fija a 30 años por debajo de un 4 por ciento.

Cierto, las bajas tasas no han ayudado a muchos de los que actualmente necesitan tal impulso, pero otra ronda de QE difícilmente alterará esa dinámica.

Mientras la lenta recuperación de Estados Unidos está desafiando a algunos miembros del FOMC, hay razones de peso para no develar el QE3 ahora.

Por todas las quejas sobre el elevado desempleo, más grandes batallas potencialmente se avecinan para los legisladores; a saber, el riesgo de una división de la eurozona y Washington tambaleándose sobre su abismo fiscal. 

Verdaderamente, una ausencia notable en Jackson Hole fue Mario Draghi, como director del Banco Central Europeo, quien decidió a último minuto que su presencia era requerida en casa y no de excursión a las montañas o discutiendo aspectos misteriosos de la política monetaria.

 A medida que septiembre se acerca, el enfoque de los inversionistas globales descansará inquietamente sobre la eurozona, con el BCE, y no la Fed, siendo el más importante banco central de este momento. 

En términos del abismo fiscal de los recortes de gasto automáticos y la derogación de los recortes fiscales de la era de Bush que posiblemente impulsarán la economía de Estados Unidos hacia una recesión el año próximo, los inversionistas generalmente esperan que Washington suscriba un acuerdo después de las elecciones de noviembre. 

Pero existe el riesgo de que el proceso pudiera prolongarse hasta el 2013, pesando en la economía y la confianza en el marco ya sea de la depresión de China o de la crisis de la eurozona potencialmente tomando un giro para lo peor.  Para la Fed es mejor que contenga el fuego y use la bala del QE3 para una emergencia real.

La cifra

10 por ciento  ha subido S&P 500 desde su baja de junio en un clásico “riesgo” de recuperación que refleja las esperanzas de salir adelante, con inversionistas ignorando la data en desorden y reduciendo las ganancias corporativas. 

 Las acciones de materia prima, guiadas por el oro, también han subido inteligentemente en el verano contra el firme repiqueteo de las conversaciones sobre el QE3.

Fondos de mercado monetario investigan papel de EEUU

Ajay Makan

Los fondos del mercado monetario están demandando cada vez más el papel del gobierno de Estados Unidos como garantía para los préstamos en una señal de creciente aversión de riesgo en instituciones que juegan un rol clave en el financiamiento de los bancos globales.

A finales de julio, más de un tercio de los activos mantenidos por los 10 más grandes fondos del mercado monetario de Estados Unidos fueron invertidos en deuda respaldada por el gobierno de EEUU o en préstamos garantizados por la deuda respaldada del gobierno de EEUU, de acuerdo a Fitch Ratings.  Eso representa un alza histórica y más de cinco veces de incremento desde que Fitch comenzó a compilar los récords en  2006.  Estos son fondos a los que se les permite tomar cierto riesgo de crédito.

“El hecho de que  están invirtiendo tan gran porcentaje de activos en la deuda gubernamental de EEUU cuando los rendimientos de la Tesorería son tan bajos es una señal sorprendente de conservacionismo”, dijo Robert Grossman, director de gestión de investigación de macro-crédito en Fitch.

Más de un tercio del financiamiento por parte de los fondos del mercado monetario para los bancos de la eurozona está ahora en forma de repos, por encima de un 15% al inicio de 2011, de acuerdo a Fitch.

Los repos, o acuerdos de recompra, involucran la transferencia legal de la garantía de los prestatarios hasta los acreedores por el término del préstamo.

Ellos están, por tanto, considerados más seguros que los préstamos sin garantía que eran el pilar tradicional del financiamiento del mercado monetario para los bancos. 

Los fondos del mercado monetario se han convertido en una parte crucial de las estrategias de financiamiento en los bancos de Europa y EEUU desde que se volvieron más populares en los años 70.

Ellos continúan disminuyendo drásticamente el financiamiento a los bancos de la eurozona, una tendencia que comenzó en mayo del año pasado.  Entre los principales beneficiarios de este creciente conservacionismo han estado los bancos japoneses, los cuales ahora ascienden a un 12.3% de los activos de los 10 fondos más grandes, sólo fraccionalmente menos que los bancos de EEUU que ascienden a  12.4% de activos.  En  2007, más de 75% de los activos de los fondos del mercado monetario fueron invertidos en la deuda bancaria europea tanto de Europa como de EEUU.

“El apetito de los bancos japoneses por financiamiento en dólares puede haber crecido a media que ellos llenan la brecha dejada por apalancar los bancos de la eurozona”, dijo Martin Hansen, alto director de Fitch. “Pero el hecho de que los fondos del mercado monetario hayan desviado tantos activos a los bancos japoneses también muestra aversión de riesgo para la eurozona”, agregó.

Entre ellos, los 10 fondos contemplados en el estudio de Fitch mantienen $643 millardos en activos, que ascienden a casi la mitad de la industria de fondos del mercado monetario de Estados Unidos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

Publicaciones Relacionadas

Más leídas