FINANCIAL TIMES
Nacionalización de YPF se sale de los límites de la lógica

FINANCIAL TIMES<BR>Nacionalización de YPF se sale de los límites de la lógica

John Paul Rathbone
Londres.
Han pasado 100 años desde el hundimiento del Titanic. También ha pasado un siglo desde que Argentina estuvo entre los países más ricos del mundo. Desde entonces, esta ha sufrido declives casi continuos. Con la nacionalización de la mayoría de la participación de 57.4% de Repsol en YPF, el mayor grupo petrolero de Argentina, la pendiente de ese declive se hizo aún más pronunciada.

¿Por qué la presidenta Cristina Fernández está actuando tan agresivamente? Las consecuencias serán enormes. La inversión empresarial será paralizada: YPF es una de las nacionalizaciones más grandes de compañías petroleras desde que Vladimir Putin, expresidente ruso, se lanzó sobre Yukos. Las empresas suramericanas y europeas se están retirando cada vez más.

Argentina también enfrenta el aislamiento diplomático de la Unión Europea, EEUU y México. Ni siquiera es posible que Fernández consiga mucho apoyo de los países izquierdistas como Cuba. Repsol, después de todo, está extrayendo petróleo en las costas cubanas y la compañía española necesita verter solo un poco de veneno en el oído de La Habana para recordarle lo importante que es.

Entre las razones sugeridas para el movimiento es que Fernández regresó antes de su Cumbre de las Américas del fin de semana sintiendo que ella había sido maltratada. Las Malvinas no fueron oficialmente mencionadas en la reunión. También hubo rumores de que Argentina puede ser expulsada del G20. En Buenos Aires, Fernández tomó revancha con lo que ella tenía a mano.

Pero, otra línea de razonamiento dirige a las políticas nacionales y al clientelismo. Ciertamente, YPF puede no ser una nacionalización al estilo venezolano, como muchos lo han comparado. En cambio, esta puede estar cerca de las guerras de poder por las que Rusia es conocida. Argentina tiene oligarquías también, y Repsol, muy parecida a los grupos petroleros del occidente de Rusia, puede haber quedado atrapada en el fuego cruzado de una lucha interna.

Los oligarcas argentinos aquí son la familia Eskenazi. Cuatros años atrás, ellos fueron alentados a tomar un 26% de participación de YPF por el expresidente Néstor Kirchner, esposo de la presidenta Fernández. Los Eskenazis hicieron esto por vía de su Grupo Petersen incorporado en Melbourne.

El acuerdo de $3.5 fue altamente impulsado, con la deuda financiada por un pago de dividendos inusualmente alto de YPF, una disposición que necesariamente contaba con la bendición de Kirchner.

Todo el mundo estaba feliz. Repsol se vendió en la problemática argentina. Mientras tanto, un grupo nacional adquirió una participación en la mayor compañía de Argentina. En un estado renovado por injerto, los favores podrían también ser intercambiados. Los pagos de dividendos de YPF se triplicaron en un año. Pero Kirchner murió en el 2010 y el juego cambió. En la misma forma que puede suceder en Rusia, un grupo comercial que una vez estuvo en favor al final se encontró fuera del círculo mágico.

El cómo y el porqué es un tema de mucha especulación. Algunos dicen que los Eskenazis pueden haber renegado cualquier arreglo que ellos tuvieran con Kirchner después de la muerte del expresidente.

Parte de la razón de la nacionalización, entonces, sería enseñar una lección a otras oligarquías argentinas: no se salgan de la línea. En adición, Fernández puede también haber visto una oportunidad para sepultar un cuestionable arreglo financiero. Cualquier olor a controversia se fue a la tumba con su esposo.

La nacionalización del 51% de participación de Repsol en YPF, que ha capturado los titulares y que jugará al sentimiento nacionalista popular, corre paralelo a este hilo narrativo. Este puede también ser una pantalla de humo. Después de todo, a Repsol se le pagará algo por su participación nacionalizada. Los Eskenazis están manteniendo su participación, pero probablemente lucharán por cumplir con los pagos de deuda una vez que los dividendos de YPF sean recortados, como seguramente sucederá. Ellos podrían terminar con nada.

Lo extraordinario es que las raíces de esta controversia radican en la política de dividendos de YPF. Esta financió la entrada de los Eskenazis. Esto implica que Repsol, como propietario mayoritario, “violó el país” repatriando enormes dividendos, o así va la retórica oficial. Y esto causó que YPF escatimara supuestamente la inversión, ostensiblemente la razón para la nacionalización, aunque Kirchner respaldó la política.

La ironía es que Fernández deliberadamente honra la memoria de su esposo, si no este legado particular, con el luto de viuda. Con esta saga, Argentina se ha salido de los límites de la lógica habitual y se convierte en una película de Fellini.

Las claves

1.  Nacionalización

La presidenta de Argentina nacionalizó la mayoría de la participación de 57.4% de Repsol en YPF, el mayor grupo petrolero de Argentina.

2.  Aislamiento

Argentina también enfrenta el aislamiento diplomático de la Unión Europea, EEUU y México. Ni siquiera es posible que Fernández consiga mucho apoyo de los países izquierdistas como Cuba.

3.  Mostrar lección

Parte de la razón de la nacionalización, entonces, sería enseñar una lección a otras oligarquías argentinas: no se salgan de la línea.

Cámaras de compensación enfrentarán normas más estrictas

Brooke Masters y Philip Stafford en Londres

Las cámaras de compensación y otras contrapartes centrales que manejan complejos acuerdos de valores tendrán que mantener suficiente capital y liquidez para resistir los colapsos simultáneos de sus dos grandes usuarios, bajo las normas anunciadas por los reguladores de valores y pagos.

Los reguladores nacionales de los grandes centros financieros se han comprometido a adoptar el requerimiento para finales de año, según el anuncio de ayer. Esto es parte del paquete de reformas diseñado para ayudar a prevenir una repetición de la crisis financiera del 2008.

Los intercambios, cámaras de compensación, repositorios comerciales y otras partes de la infraestructura financiera, tendrán que mantener capital adicional, margen y liquidez y tendrán que mejorar las estructuras de administración, de forma que ellos puedan resistir mejor las tensiones del mercado.

Los principios para las infraestructuras del mercado financiero (FMI, por sus siglas en inglés) son el producto conjunto del Comité de Sistemas de Pago y Convenios y la Organización Internacional de Comisiones de Valores.

Estos llegan cuando muchos del Grupo de 20 naciones han estado trabajando para forzar la mayoría de los derivados extrabursátiles de los intercambios y la compensación central como parte del gran esfuerzo para manejar los riesgos de manera más efectiva. Los estándares requieren rigurosas evaluaciones de tensión y requerimientos de márgenes más estrictos.

Una cámara de compensación se establece en medio de una comercialización, garantizando el acuerdo si una de las partes fracasa.

“La estabilidad demanda que las contrapartes centrales por sí mismas sean sujetas a estrictas normativas y a la supervisión apropiada para asegurar que puedan resistir cualquier tensión financiera mayor”, escribió en Financial Times William Dudley, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

Los bancos y otros participantes se quejaron de que un primer borrador de las propuestas incrementaría los costos. Pero los reguladores argumentan que los estándares facilitarán a los clientes la transferencia de sus posiciones abiertas de derivados si una empresa va a la bancarrota y reducirán el riesgo fomentando el crecimiento de algunas cámaras de compensación globales donde las posiciones de todo el mundo puedan ser deducidas entre sí.

Mientras las partes de los estándares propuestos estén colocadas en algunos países, los principios anunciados el lunes son el mayor esfuerzo hasta la fecha para establecer los mínimos a nivel mundial.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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