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Pequeños errores nos llevan a problemas mayores

FINANCIAL TIMES<BR>Pequeños errores nos llevan a problemas mayores

Lucy Kellaway
Scott Thompson uno asume que es un hombre inteligente. Y sin embargo, el nuevo CEO de Yahoo ha hecho algo increíblemente estúpido. Pretender tener un título en ciencias informáticas y contabilidad cuando sólo se tiene un título en contabilidad es hacer algo idiota.

Muy posiblemente la gente de Diageo son también lo suficientemente inteligentes. Pero prevenir que una pequeña empresa cervecera ganara un premio la semana pasada fue una obra fabulosamente estúpida. Más, definitivamente, los banqueros de JPMorgan son inteligentes.

Demasiado inteligentes, pero sólo a medias se podría decir. Pero eso no los detuvo de perder $2 millardos por vía de lo que su CEO Jamie Dimon llamó “error, descuido, y falta de juicio”.

Casi siempre  los pequeños errores que cometemos nos llevan a problemas mayores. Son las cosas que sabemos que son estúpidas incluso en el momento que las estamos haciendo, pero que se hacen de todas formas.

Hay una nueva palabra para la idea de la gente inteligente que comete errores imbéciles: “irracionalidad”. Ha sido acuñada por Keith Stanovich, una psicóloga de la Universidad de Toronto, quien argumenta que estamos programados para cometer errores tontos.

En parte esto se debe a que pensamos que somos mejores de lo que en realidad somos. También buscamos evidencia que respalde lo que creemos. Y fácilmente nos distraemos. Para entender hasta dónde llega la estupidez humana, no necesito buscar más allá de mí mismo.

Me las arreglé para decir algo despectivo sobre un colega en una oficina de planta abierta, sólo para encontrar al hombre en cuestión parado justo detrás de mí. Mi metida de pata fue relativamente poco seria ya que fue de baja tecnología.

Yo no estaba ni conectado a un micrófono ni a ningún otro equipo, así que sólo tres personas estuvieron involucradas.

Gracias a la conectividad masiva, la mayoría de metidas de pata ya no son pequeñas, sino que son enormes. El Internet hizo mucho más fácil detectar el lío del currículo de Yahoo y luego hacer un gran escándalo al respecto para el mundo.

Mandar un e-mail, así como textear, es una forma aún más rápida de meterse en un enorme problema en no mucho tiempo. No importa el hecho de que todos sabemos perfectamente que nunca debemos escribir nada en un mensaje de trabajo que no estaríamos felices de que el mundo lo viera.

La gente de Goldman Sachs es tan inteligente como viene, y el rugido de las empresas de ética de mensajería no puede ser más fuerte. Pero eso no detuvo al ex comerciante Fabrice Tourre de su jactancia en un e-mail sobre “pura masturbación intelectual” de un producto que había creado y cómo el mercado era tan estúpido de fijarle un precio.

 Más recientemente, el banco estuvo a la defensiva nuevamente, buscando entre sus e-mails para encontrar los culpables que aparentemente habían estado llamando a los clientes muppets. No es solamente que no tenemos cuidado de lo que decimos en los e-mails. Tampoco podemos dirigirlos a la persona correcta.

Diez años después de la invención de los mensajes electrónicos todavía no hemos aprendido a poner el nombre correcto en el campo correcto de la dirección.

La semana pasada, la Eastern Michigan University gestionó por error expulsar al cuerpo estudiantil entero, enviando a todo el mundo un mensaje que estaba destinado sólo a unos pocos.

Este les decía que su rendimiento académico no estaba a la altura y que estaban siendo expulsados. El mismo día que yo leí sobre esto recibí un texto de mi hijo usual y técnicamente competente que él había intentado enviar a un amigo, en el cual él reportaba que su madre se había vuelto loca. ¿Habrá alguna posibilidad de que aprendamos algo? Para mí, esto no luce bien. La semana pasada hice la promesa solemne de que nunca diría nada sobre una tercera persona a menos que estuviera encerrado en un cuarto a prueba de sonidos.

Pero he hecho promesas similares cientos de veces en el pasado, y las he roto igualmente de manera frecuente.

He estado hurgando en documentos expertos sobre esto y parece haber un consenso en que la única forma de parar de cometer pequeños errores es comprender por qué los hacemos. Entiendo porqué yo digo cosas malas sobre la gente: para entretener a la persona con la cual estoy conversando y porque me gusta decir lo que pienso.     

También puedo ver por qué la gente falsifica currículos: para hacerlos lucir mejor. Supongo que la gente trampea con los premios por la misma razón. Y por encima de todo puedo comprender por qué somos descuidados y negligentes, porque implica mucho menos esfuerzo que ser cuidadosos. Lo más fácil de todo es entender porqué siempre pensamos que nos salimos con la nuestra, porque lo hicimos la última vez, porque conocemos a otros que lo han hecho y porque eso es lo que queremos creer. Yo he entendido esto por mucho tiempo. Pero también entiendo que entenderlo no va a hacer una mínima diferencia. Cualquier compañía que piense que puede reprogramar nuestra “irracionalidad” con algunos cursos de ética y normas no está cometiendo un error pequeño. Está cometiendo un error enorme.

Comerciantes agrícolas viven una nueva ola consolidación

Javier Blas

La ola de fusiones y adquisiciones que está barriendo la industria del comercio agrícola cobró impulso esta semana con Marubeni, la casa comercial japonesa, observando al comerciante de granos de EEUU Gavilon en un acuerdo valorado en 5 millardos de dólares, incluyendo la deuda.

El planteamiento se produjo sólo semanas después de que Glencore, el mayor comerciante de materias primas del mundo, pagó $6.1 millardos por Vitera, el comerciante de granos listado en Toronto.

La ronda de M&A, sin precedentes en la industria de la agroempresa desde que Cargil compró al rival Continental hace más de una década atrás, es posible que continúe, de acuerdo a los ejecutivos de la industria. Yusuf Alireza, ex banquero de Goldman Sachs que conduce el comerciante de materias prima Noble Group, dijo a los inversionistas en los últimos días que la industria de agro-negocios estaba “claramente” en una fase de consolidación, y agregó que Noble, listado en Singapur, estaba manteniendo el control en los movimientos. “Planeamos jugar un rol en ese proceso de consolidación”, dijo él en sus conferencias telefónicas iniciales”.

Bunge y Louis Dreyfus Commodities, dos de los más grandes comerciantes de materias primas alimentarias, ya han expresado interés en la privatización parcial de United Grain Co., el comerciante estatal de trigo de Rusia. Los ejecutivos de la industria dicen que otras casas comerciales podrían buscar comprar compañías tales como The Andersons, un comerciante de granos listado en el Nasdaq con una capitalización en el mercado de $900 millones. La compañía, ubicada en el centro del cinturón maicero de EEUU, está entre las pocas que siguen estando públicamente listadas entre los comerciantes de granos independientes en Norteamérica.

Las claves

1.  Ola de fusiones

La ola de fusiones y adquisiciones que está barriendo la industria del comercio agrícola cobró impulso esta semana con Marubeni.

2.  Fase de consolidación

Yusuf Alireza, exbanquero de Goldman Sachs que conduce el comerciante de materias prima Noble Group, dijo a los inversionistas en los últimos días que la industria de agro-negocios estaba “claramente” en una fase de consolidación.

3.  Más compañías

Los ejecutivos de la industria dicen que otras casas comerciales podrían buscar comprar compañías tales como The Andersons.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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