FINANCIAL TIMES
Rebote del dólar es mal presagio para Wall Street

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MICHAEL MACKENZIE Y TELIS DEMOS Y HAL WEITZMAN  
El rebote en el dólar de EEUU puede ser lo último que los inversionistas de acciones quieran ver después de un ardiente verano en Wall Street.

Por gran parte del año pasado el débil dólar había sido observado por los inversionistas como un impulso para las acciones de EEUU, que en varios momentos ha ayudado a aumentar las ganancias trimestrales para una corriente de las compañías globales como McDonald´s, Johnson & Johnson, Coca-Cola y PepsiCo.

Sin embargo, con ningún fin para la crisis de deuda de la eurozona, el dólar ha aumentado fuertemente hasta cerca de un alza de siete meses sobre bases sopesadas internacionalmente, con ciertos analistas de divisas pronosticando debilidad adicional para el euro, incluso hasta $1.20 de su nivel actual de $1.3640, las expectativas de ganancias para el S&P 500 podrían minar adicionalmente, presionando el índice de EEUU que sirve de benchmark.

“La recuperación del dólar es una espada de dos filos”, dice Bruce Bittles, jefe estratega de mercado en Baird, un gestor de riqueza. “La fortaleza relativa en el dólar está atrayendo activos desde el exterior, pero esto podría causar que nuestros mercados de exportaciones sufran y cambien la ecuación por compañías globales cuando los ingresos son traducidos de vuelta a dólares”.

En los últimos años, el débil dólar ha ayudado a muchos exportadores de EEUU haciendo sus productos más accesibles internacionalmente. Por ejemplo, John Deere, el mayor fabricante de tractores del mundo, es una compañía para la cual el valor del dólar a menudo hace una gran diferencia para su línea de fondo, ya que este aporta ingresos locales ganados en el extranjero.

Frente a la temporada de reportes del tercer trimestre del mes próximo, los analistas han marcado sus pronósticos de beneficios por crecimiento de acciones por el S&P 500, desde un 16.4% al inicio de julio hasta un 13.5%, de acuerdo a FactSet.

Pero un dólar más fuerte no perjudicaría a todos los sectores. En general, los periodos de debilidad del dólar han recompensado a los sectores industriales y materiales con ciertos nombres de los sectores de energía y de tecnología igualmente rindiendo bien, de acuerdo a Citi. Un dólar débil también tiende a impulsar la tecnología de hardware y de equipos. Sin embargo, de acuerdo a Citi, un dólar más fuerte favorece a los softwares y servicios tecnológicos y también aumenta las acciones del sector de la salud.

“El dólar tiene cierto impacto, pero no es el fin de todo”, dice Tobías Levkovich, jefe de estrategias de acciones de EEUU en Citi, quien estima que un 30% de las ventas del S&P 500 son derivadas de fuera de EEUU, con un 20% proviniendo de Europa.

Él agrega que hay ciertos beneficios de tener un dólar más fuerte que resultan en “más bajos precios de materia prima”, que ayudarían a la economía y al más amplio mercado de acciones”.

Otros están también relativamente despreocupados por un fortalecimiento del dólar.

“El dólar definitivamente ha sido un beneficio para muchas de nuestras compañías, pero en este momento no estamos demasiado preocupados sobre esto”, dice Eric Schoenstein, director de Jensen Investment Management, con $5 millardos en activos bajo gestión.

Aunque la cartera de capitalización de Jensen tiene más de un 50% de las rentas de sus mantenimientos generadas fuera de EEUU, Schoenstein dice: “Las grandes compañías saben cómo manejar su exposición y han estado por años en los mercados emergentes”.

Él también denota que las diversas exposiciones de las compañías significarán que las divergencias entre las monedas asiáticas y latinoamericanas contra el dólar pueden superarse entre ellas.  Otros grandes manufactureros de EEUU han delineado deliberadamente sus compañías para limitar el impacto de los movimientos de las monedas. Enfrentadas al rápido crecimiento en los mercados emergentes, las grandes multinacionales industriales de EEUU han establecido operaciones globalmente en los últimos años para reducir el riesgo representado por las fluctuaciones de cambio extranjero y ganar el apoyo político local y de los consumidores de sus productos.

Algunas compañías evitan el riego de divisas haciendo todos sus negocios en dólares de EEUU. Boeing, el fabricante de aviones y el mayor exportador de EEUU, vende internacionalmente en un mercado que está completamente denominado en dólares.

Incluso, muchos ven un dólar más fuerte como un claro negativo (-) para las acciones de EEUU, que hasta el momento este año se han mantenido mejor que en muchos otros mercados de acciones.

Michael Kastner, director en Halyard Asset Management, dice: “El dólar es algo que hay que vigilar y que tendrá un impacto, sin duda alguna”. Con temores de una depresión en el crecimiento global, los inversionistas en acciones de EEUU estarán esperando que sea mínimo cualquier impulso de un dólar más fuerte.

La cifra

30    por ciento.   de las ventas de S&P 500 son derivadas de fuera de Estados Unidos, con un 20% proviniendo de Europa,  estimó Tobías Levkovich, jefe de estrategias de acciones de EEUU en Citi.

Brasil busca nuevas armas para batalla de monedas

Joe Leahy y Alan Beattie 

São Paulo y  Washington

Brasil está en vías de proponer una medida de tasas de cambio para las ventas de mercancías importadas a la Organización Mundial de Comercio (OMC) que permitiría que los países tomen represalias contra los socios comerciales que realizan las devaluaciones competitivas de sus monedas.

La oficina Geneva de Brasil está trabajando en el plan, que marcaría un ascenso de lo que la mayor economía de Latinoamérica ha denominado la “guerra de divisas”, una batalla contra lo que esta ve como el uso de débiles políticas monetarias por los emisores de divisa de reserva, tales como EEUU, para aumentar sus exportaciones.

“Esta discusión está lista para sostenerse ahora”, dijo Fernando Pimentel, ministro de desarrollo, al periódico brasileño Estado de Sao Paulo. “Todos los países están enfrentando el mismo problema de la devaluación del dólar”.

El movimiento llega cuando Brasil inicia su propia trayectoria en sus esfuerzos para lidiar con la crisis económica global.

El mes pasado redujo las tasas de interés en 50 puntos base hasta 12 puntos porcentuales, a pesar de una inflación persistentemente alta, argumentando que la depresión económica global mandaba la reducción. La reducción fue una pausa con los demás mercados emergentes, la mayoría de los cuales, hasta el momento, decidieron mantener el fuego hasta que la perspectiva económica global se vuelva más clara.

Brasil también ha propuesto un esfuerzo de rescate de los Brics para la eurozona, aunque la mayoría de comentaristas creen que esto puede ser más sobre aumentar el perfil del país en las relaciones internacionales que una lucha seria por enfrentar los problemas de Europa.

Lo mismo puede decirse de las propuestas de Brasil para las nuevas normativas de la OMC. Ocasionalmente ha habido sugerencias sobre dirigir tasas de cambio desalineadas en la OMC, pero sus leyes existentes son vagas sobre el asunto y es casi nula la posibilidad de negociar nuevas reglas.

Las normativas de la OMC se remontan a la creación del tratado de 1947 que establece que sus miembros no deben, por acción de intercambio, frustrar el intento de las provisiones de este convenio”. Pero esa ley, escrita en el momento del sistema de tasa de cambios fijas globales Bretón Woods, sería extremadamente difícil de aplicar hoy, dadas las enormes incertidumbres alrededor de los estimados de valor justo para las monedas.

Algunos legisladores de EEUU han sugerido incorporar estimados de desalineación de monedas en los “derechos compensatorios” que EEUU y otros países imponen sobre las importaciones que consideran serán subsidiadas por el estado, pero muchos abogados creen que tal movimiento estaría abierto a desafío legal en la OMC. Bajo el plan de Brasil, a los países les sería permitido tomar represalias a través de impuestos adicionales de importación contra los rivales que permiten una depreciación de sus monedas más allá de cierto límite.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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