FINANCIAL TIMES
Recuerde  que un préstamo al rey no siempre se paga

<STRONG>FINANCIAL TIMES</STRONG><BR>Recuerde  que un préstamo al rey no siempre se paga

JOHN KAY
El pánico del mercado comenzó cuando Estados Unidos tuvo éxito en lograr un acuerdo, no cuando este fracasó en hacerlo. Esto tiene sentido ya que el debate sobre el límite de deuda aceleró el reconocimiento de que el pago de la deuda soberana tiene que ver más con política que con economía. 

Las empresas e individuos pagan sus deudas porque tienen que hacerlo, pero los prestatarios soberanos están en una categoría diferente. La inmunidad soberana sigue la lógica de la soberanía. Las cortes imponen la autoridad del rey, y por lo tanto, no puede ser usada contra el rey.

Los considerables activos de los gobiernos generalmente no están disponibles para sus acreedores. Algunos acuerdos pretenden pasar por alto este principio, el edificio de la Tesorería de Reino Unido es el tema de titulación de un complejo, y  el metro de Atenas puede ser privatizado.

Pero cualquiera que imagine que tal titulación pudiera ejecutarse, está viviendo un sueño.

La disputa entre Standard & Poor’s y la Tesorería de EEUU sobre números contables de igual manera pierde el punto. El problema no es y nunca será la capacidad de pago del gobierno; el problema es la disposición de pago del gobierno. Si los prestatarios soberanos cumplen sus obligaciones financieras, es sólo porque ellos quieren.

Por siglos la gente se dio cuenta de que el estatus especial de la soberanía hacía que los préstamos para el rey fueran riesgosos: los individuos ricos y las empresas de sonido eran generalmente inversiones más seguras. Los reyes pueden faltar al pago, o pagar en moneda devaluada, y no hay nada que el apesadumbrado prestamista pueda hacer al respecto. El prestamista soberano no sólo tiene que arriesgar su capital, sino que es valiente ante la ingratitud que los prestatarios suelen  mostrar.

Cuando Walter Wriston observó sobre el financiamiento al tercer mundo, que los “países no pueden irse a la quiebra”, él estuvo describiendo un problema antes que una oportunidad. Si los prestatarios se ofrecían a pagar, era generalmente porque querían pedir más prestado. Y tomaron más prestado hasta que su capacidad de pago dejó de ser creíble.

Los países más ricos parecen una mejor propuesta porque sus ciudadanos sienten la obligación de cumplir con sus deudas públicas. Pero ese sentido de obligación sobre la base de un sentido compartido de legitimidad de la obligación, ha sido recientemente deteriorado.  En Islandia e Irlanda, el público no entiende fácilmente el porqué debería ser responsable por las locuras de los financistas. En EEUU, una minoría parece creer que el gobierno federal representa una fuerza de ocupación hostil. Europa sufre de deliberada confusión sobre la distinción entre las obligaciones de estados individuales y las obligaciones de la eurozona. Estos diferentes fenómenos son todas las manifestaciones de la misma causa   , pérdida de confianza en los gobiernos y  en el sistema financiero. La doctrina legal de inmunidad soberana se extiende hasta los soberanos extranjeros. Si las cortes inglesas no ejecutan las sentencias contra el rey de Inglaterra también se negarían a hacer efectivo su cumplimiento contra el rey de Francia. En parte, por la caballerosa reciprocidad, pero también por el pragmatismo. Dicha aplicación podría tornarse de una transacción privada a una guerra entre estados.

Y podría hacer eso, incluso hoy día. Imagine un fondo de protección buscando una orden de secuestro contra el Air Force One en la pista del Heathrow. La deuda estatal que se debe a extranjeros y a la propiedad extranjera de los principales activos nacionales, regularmente ha creado problemas políticos. Piense en el constante impacto desestabilizador de colonialismo económico en Latinoamérica, los intentos fallidos para desembolsar las indemnizaciones de Alemania después de la primera guerra mundial, el impacto de los petrodólares sobre las políticas del Medio Oriente. En la actualidad tenemos que pensar sobre el  mantenimiento por parte de Asia de los bonos de EEUU y el aumento de los fondos de riqueza soberana. En cada caso la interacción de los daños políticos y económicos suena a política económica y buenas relaciones internacionales.  Finalmente, nos hemos dado cuenta de que estos problemas históricos no han sido resueltos por los modernos mercados de capital. 

A algunos fondos de protección les ha ido muy bien al comprender el nexo entre la realidad comercial y la geopolítica. Pero la mayor parte de la deuda soberana está ahora en manos de los comerciantes con poco conocimiento y poca  comprensión de la historia, la política, o muchos más, con ningún sentido de responsabilidad. Todos estamos sintiendo las consecuencias.

Comerciantes alta velocidad se lanzan sobre la volatilidad

Jeremy Grant

¿Qué está causando esta sorprendente volatilidad en las acciones? Tres académicos americanos tienen una respuesta: todo se debe, hasta cierto punto, a que el mercado pierde de vista los fundamentos de las negociaciones que hay, y la volatilidad se dispara.

En un estudio publicado esta semana llamado “El lado oscuro del comercio”, Ilia Dichev y Dexin Zhou, de la Universidad de Emory, y Nelly Huang de la Universidad Estatal de Georgia, dicen que “los altos volúmenes de comercio pueden ser desestabilizadores, inyectando una capa considerable de volatilidad inducida por el comercio y por encima de la inevitable volatilidad basada en los fundamentos”.

Puede que eso no sea tan sorprendente, dado los giros enfermizos que hemos visto, pero lo que es interesante es el hallazgo relacionado al estudio: que, mientras los “niveles  de comercio de bajo a mediano” tiendan a beneficiar a la mayoría de los inversionistas, puede haber un punto de inflexión más allá del cual los sobrecargados niveles de comercio acentúan la volatilidad, beneficiando solamente a un pequeño círculo de comerciantes”.

Eso indica que hay grandes ganadores, así como grandes pérdidas en los mercados en este momento. No hay duda de que esta semana alcanzamos esos niveles sobrecargados. El volumen de tráfico de mensajes ha sido enorme. Los mensajes son las palomas mensajeras electrónicas que llevan las instrucciones de comprar y vender a lo largo de las redes de fibra óptica hasta y desde los intercambios y comerciantes. Y esas tuberías están llenas de mensajes que dominan el comercio de acciones en estos días. Eso incluye a los comerciantes de “alta frecuencia”, que usan algoritmos de computadores para buscar mejores precios.

De acuerdo a Market Data Peaks, una compañía de EEUU que mide el tráfico de comercio, los mensajes eran enviados a una tasa de 4.7 millones por segundo el lunes, en comparación con la tasa de 1.5 millones por segundo en septiembre del año pasado.

Los académicos apuntan hacia “el comercio en secciones de nueva información que suceden una fracción de segundo más rápido que otro” como de valor cuestionable, una alusión al comercio de alta frecuencia (HFT, por sus siglas en inglés).

Pero sería más simple decir que el HFT y los algoritmos son los que están sobrecargando los mercados. Hay varios tipos de HFT, una frase utilizada que tiende a incluir la creación de mercado electrónico. Muchos otros estudios académicos han mostrado que esto realmente proporciona útil liquidez a los mercados. Y muchos participantes en la crisis han dicho que hay abundante liquidez allí. El problema es que Joe Saluzzi, de la firma de correduría de EEUU Themis Trading, dice que se trata de un “depredador HFT ”.

Él dice en su ultimo blog: “Este estilo de HFT fomenta los movimientos de precio en ascenso y descenso, y es alimentado por los intercambios y consorcios oscuros que exponen su volumen”.  Bromea 

Nanex, una empresa especialista en data de Chicago, ha identificado un algoritmo que se llama “El interruptor”, el cual este afirma que burla a lo  arbitrajistas genuinos.

Zoom

Los inversionistas

1. Los inversionistas ya están lidiando con grandes incertidumbres. Erradicar los depredadores HFT eliminaría una de ellas, y podría sólo reducir la volatilidad en la negociación.

2. Nanex, una empresa especialista en data de Chicago,  identificó un algoritmo  “El interruptor”, el cual  afirma que burla a los arbitrajistas genuinos y presumiblemente beneficia a sus creadores.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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