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Se evita precipicio fiscal, pero se avecinan otros inconvenientes

<STRONG>FINANCIAL TIMES</STRONG><BR>Se evita precipicio fiscal, pero se avecinan otros inconvenientes

Aunque se caiga en un precipicio, la historia no termina ahí. Como en el caso de la última película de James Bond, en la que nuestro héroe cae de una cascada en la primera escena, pero vive para luchar por el resto de la película.

Así mismo la economía de Estados Unidos (EEUU) la semana pasada cayó por un precipicio fiscal, pero inmediatamente se auto-resucitó.

El precipicio, como lo llamó Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EEUU, se trataba de un paquete de automáticos aumentos de impuestos y de recortes de gastos que entrarían en efecto el 1ro. de enero como resultado de anteriores negociaciones políticas. Si este se implementaba, este paquete casi ciertamente habría provocado una recesión.

En medio de tanto drama en Washington, EEUU llegó a pasar por encima del precipicio sin ningún acuerdo durante la medianoche de la víspera de año nuevo. Pero un acuerdo de compromiso tuvo lugar en dos días y los mercados se regocijaron.

Una lección: la metáfora del precipicio era imperfecta. Cuando se cae de un precipicio, esto implica un daño catastrófico inmediato (a menos que sea James Bond). Este no fue el caso de los pocos días de impuestos más altos y de más bajos objetivos de gastos, lo cual podría revertirse en cualquier momento, pero realmente siempre se estuvo abierto al compromiso.

Una segunda lección se refiere a la percepción del mercado. El embrollo político de año nuevo es una terrible noticia. Los impuestos subieron virtualmente para todo el mundo, gracias al fin de la reducción temporal de dos puntos porcentuales en el impuesto nominal, y particularmente para los ricos. Eso podría deprimir la actividad económica. Los reportes de gastos fueron simplemente diferidos por dos meses y siguen siendo posibles.

El caos de Washington muestra que el manejo de la economía más grande del mundo es más disfuncional que nunca. Y el problema a largo plazo en relación al déficit de EEUU sigue estando lejos de una resolución.

Entonces, ¿por qué los mercados se recuperaron? La metáfora del precipicio había asustado a la gente. Pero mayormente esto se debió a que los inversionistas ya no piensan sobre los asuntos económicos como cuestiones de un título de grado, preguntando cuántos acontecimientos cambiarán la posible tasa de crecimiento de la economía o de los ingresos corporativos, sino más bien como un gran asunto binario: “¿Cómo cambia esto las posibilidades de un completo desastre?”.

Ese ha sido el modo de pensar de los inversionistas incluso desde la implosión del año 2008, cuando lo impensable repentinamente se volvió fácil de imaginar. Los mercados han hecho el último cambio en el riesgo de un renovado desastre, antes que en respuesta a los sutiles cambios en la economía y la valoración.

¿Finalmente podremos dejar de pensar binariamente? Si es así, ¿dónde está el valor?, y si no es así, ¿cuáles son los riesgos? Desafortunadamente, también es muy pronto para descartar los riesgos de un desastre. En EEUU a finales de febrero se verá otra disputa sobre el gasto, con los republicanos en la Cámara de Representantes nuevamente amenazando con forzar a EEUU al incumplimiento, un hecho que realmente sería como caer por un precipicio.

En Europa, las inyecciones de dinero del Banco Central Europeo han aliviado el riesgo de desastre de manera significativa.

Pero España, sin embargo, tiene aún que solicitar la ayuda que claramente necesita. Italia enfrenta unas elecciones contenciosas e impredecibles. Cruzando el continente, la austeridad crece de forma más impopular que nunca.

Y los políticos todavía tienen que trazar una nueva estructura para la eurozona. Eso casi inevitablemente implicará la pérdida de soberanía, y será difícil de negociar. Los riesgos de desastre son menos de los que fueron  un año atrás; ellos todavía no se han extinguido.

Pero, en el caso de que los políticos logren evitar los diferentes precipicios, y el mundo pierda su mentalidad binaria, ¿qué sucedería? Los bloques para la construcción de una fuerte recuperación en EEUU, con un estable mercado inmobiliario y un más fuerte sector financiero, ya están listos.

Como escribí la semana pasada, los bonos gubernamentales parecen históricamente caros, después de años de volar hacia la seguridad, y por lo tanto permanecen vulnerables hasta una gran venta masiva.

Las minutas de la reunión de la Fed del mes pasado, que mostró que varios gobernadores pensaban que podrían necesitar dejar de comprar bonos este año, junto a la sólida data de empleo, muestran que podría ocurrir una liquidación de bonos en el 2013.

Pero muchos factores estructurales mantienen altos los precios de los bonos, y aunque llegara a tener lugar una liquidación de bonos, ¿se beneficiarían en gran manera las acciones y las acciones de materias primas? El fuerte crecimiento significaría una contracción prematura para los bancos centrales. Un crecimiento débil a lo mejor para Europa es un hecho, mientras que a lo largo del mundo los márgenes de beneficios son históricamente altos.

Crucialmente, las acciones no ofrecen un valor atractivo. El S&P 500 se está comerciando en 22 veces su promedio de ganancias de los pasados 10 años, muy por encima de su promedio histórico y en el límite máximo del “valor justo”.

La proporciones anuales p/e, que cubren las ganancias del año, están de regreso a donde estuvieron en el año 2007, justo antes de que iniciara la crisis financiera.

En resumen, el riesgo que el mercado de bonos asumiría con un fuerte movimiento en descenso puede bien ser mayor que el riesgo de un accidente geopolítico al que todo el mundo ha temido por los últimos años.

Eso indica un cambio prudente de pasar de bonos a acciones, pero un poco más que eso. Si evitamos el desastre (ya que las probabilidades son lo que hacemos), la probable recompensa es más bien una economía apagada, con ganancias corporativas que parezcan cíclicamente altas.

Un cambio dramático en gran medida sería un riesgo. Frente a nosotros existen actualmente precipicios reales. Es posible que estos se puedan evitar, pero, ciertamente, esto no puede ser garantizado. Y en el mundo real, caer en tales precipicios sería sumamente doloroso.

Las claves

1.  Economía EE.UU.

Así mismo la economía de Estados Unidos (EEUU) la semana pasada cayó por un precipicio fiscal, pero inmediatamente se auto-resucitó.

2.  Precipicio fiscal

El precipicio, como lo llamó Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EEUU, se trataba de un paquete de automáticos aumentos de impuestos y de recortes de gastos que entrarían en efecto el 1ro. de enero como resultado de anteriores negociaciones políticas. Si este se implementaba, este paquete casi ciertamente habría provocado una recesión.

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