Hoy 
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) advirtió que la nueva Constitución podría quedar petrificada en el tiempo si se mantiene la votación especial, aprobada en primera lectura, para declarar la necesidad de una reforma a la Ley Fundamental.
A través del legajo de enmiendas que presentó ante la Asamblea Revisora, la entidad hace una defensa conceptuosa a la creación de un Tribunal Constitucional y propone, asimismo, instituir una Asamblea Constituyente para las reformas constitucionales.
Advierte que sin el Tribunal Constitucional, la reforma a la ley de leyes quedaría trunca.
Propone la congelación de los diputados en 178, rechaza la elección de legisladores de los dominicanos residentes en el exterior y reclama que para la iniciativa popular de presentar proyectos al Congreso solo sea necesaria la firma de 10 mil personas y no de 120 mil, como se infiere del porcentaje aprobado al respecto.
La Finjus expresa, que según la inmunidad parlamentaria aprobada en primera lectura, los legisladores no podrían ser enjuiciados, sin el permiso de la cámara de que se trate, por deudas y ni siquiera por la manutención de sus propios hijos.
En vez del texto aprobado en tal sentido, la entidad pide que la Asamblea Revisora ratifique los artículos 31 y 32 de la Constitución vigente, que tratan sobre este asunto.
Destitución. Sobre la interpelación de funcionarios públicos, la Finjus propone un artículo nuevo a fin de que corresponda al Congreso la destitución de los funcionarios interpelados que no respondan al llamado del Poder Legislativo o que, a través del proceso, sean declarados culpables.
Precisa que, como órgano de control del Estado, el Podr ejecutivo no debe recomendar la destitución, si es el caso, del funcionario interpelado, al Poder Ejecutivo, sino decidirla mediante el voto de los congresistas.
Diputados ultramar. Para sustentar su posición contra la elección de diputados de la diáspora, la entidad se pregunta mediante qué criterios se decidirá dónde y en qué país se elegirán.
Asimismo, dónde deben vivir esos legisladores, qué implicaciones tiene la organización de procesos electorales en un país extraño y cómo evitar la discriminación al determinar los lugares en los que serán electos y los conflictos políticos que ello acarrearía.
Petrificada. La Finjus considera alta la votación de los dos tercios de los senadores y diputados para la aprobación de la ley que declare la necesidad de una reforma constitucional.
Para evitar, plantea, que la ley de leyes quede petrificada, con escasa posibilidad de futuras enmiendas, sugiere que se ratifique la disposición de la Constitución vigente que dispone, al efecto, un tercio de los votos de la cámara, o la mayoría simple, si la propuesta es original del Poder Ejecutivo.
Anhelo histórico. La entidad expresa que la creación de un Tribunal Constitucional ha sido un anhelo histórico de la sociedad y recuerda que esa posibilidad fue la más valorada en la consulta popular.
Se pregunta de qué sirve ampliar los derechos fundamentales, establecer la cláusula de Estado Social, reconocer la dignidad humana, repotenciar el principio de la supremacía constitucional o abrir el derecho interno al derecho internacional, si no se crea una jurisdicción para motorizar ese sistema.
Zoom
Democracia cuesta
La Finjus expresa que la creación de un Tribunal Constitucional, como recomienda, tendrá sin dudas un costo económico para el Estado, porque el funcionamiento de la democracia y del Estado de derecho no son gratis.
Control
Planea que esta jurisdicción constituye un mecanismo de control al Poder Judicial. Independientemente de los buenos deseos de la judicatura, es sabido que el Poder Judicial es una fuente potencial de violaciones de derechos fundamentales y, como tal, sus decisiones deben ser objeto de control constitucional a través de mecanismos como el amparo o la tutela contra sentencias.
Pie
Finjus propone dejar la votación vigente para iniciar una reforma.
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