El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, advirtió ayer que la propuesta de reforma a la Constitución mantiene la confusión de roles y competencias del sistema de seguridad del país porque no contiene los principios rectores que reorienten sus funciones y distingan lo militar de lo policial.
Un caso que ejemplifica esa confusión es el artículo 108, que consagra el mando supremo de las Fuerzas Armadas en la autoridad civil que representa el presidente de la República, sin diferenciar cuándo procede recurrir a las Fuerzas Armadas y cuando a las fuerzas policiales, expresa Castaños Guzmán mediante declaraciones escritas.
Aunque el artículo 163 atribuye a las Fuerzas Armadas intervenir en asuntos de seguridad interna, que son propios de cuerpos policiales, para mantener el orden público en casos excepcionales, no quedan debidamente regulados los supuestos de excepcionalidad, señala.
Agrega que la constitucionalización de un Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, propuesto en el artículo 167, para asesorar al jefe del Estado en la formulación de políticas y estrategias en esta materia, generaría mayor confusión en los roles de las instituciones.
Castaños Guzmán considera un exceso facultar al Presidente de la República a crear cuerpos de seguridad permanentes con integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía.
El vicepresidente ejecutivo de la FINJUS sostiene que es la ley la única que debe tener competencia para crear cuerpos de seguridad permanentes.
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Contra crimen
Castaños Guzmán consideró que el proyecto de reforma debe complementarse con otras medidas urgentes relacionadas con el combate de la delincuencia y el crimen organizado.
Rendición de cuentas
Demandó la creación de mecanismos para controlar los organismos de seguridad, ya que éstos no escapan a la rendición pública de cuentas sobre sus acciones.