Los indultos del presidente Leonel Fernández a varios condenados por actos de corrupción, la sentencia acomodaticia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en el caso de la Sunland, y la acción desmedida de los miembros de la Cámara de Cuentas, son indicadores de la crisis de gobernabilidad en que podría caer el país.
Así lo consideró la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), que señaló que en los últimos días la sociedad dominicana ha observado con estupor, acciones que reflejan graves distorsiones en importantes instituciones públicas y la existencia de una cultura que pone en riesgo la democracia y el ambiente de gobernabilidad.
El vicepresidente ejecutivo de la entidad, doctor Servio Tulio Castaños Guzmán, señaló que las luces que representaron la destitución de la Cámara de Cuentas en agosto pasado, fueron opacadas por la acción desmedida al margen de la ley y de la legitimidad, de sus nuevos titulares.
Agregó que en el sistema de justicia, casos emblemáticos que devolvieron a la sociedad una cierta confianza en la idea de que la ley se aplica igual para todos, se diluyeron con la sentencia acomodaticia de la SCJ, la cual afirmó, refleja la temible dependencia que aún predomina en nuestros tribunales.
Castaños Guzmán afirmó que los indultos otorgados por el Presidente a personas que, gozando de todas las garantías del debido proceso de ley fueron condenadas en los tribunales a penas leves por la comisión de actos de corrupción, han fortalecido la creencia popular de que en la República Dominicana el imperio de la ley es un mito y de que las distinciones por razones políticas o económicas están por encima de la Constitución y del marco jurídico nacional.
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Más sombras
Para la Finjus, el 2008 termina como un año negativo para el fortalecimiento de la democracia en el país. Afirma que es el período en que se ha hecho la mayor apología del clientelismo con el uso de los recursos del Estado en la campaña electoral; en que siguió brillando por su ausencia el control congresional sobre los actos del Estado, y donde se ha manifestado de manera más descarnada la voracidad y el poder desorganizador se ha expresado con mayor eficacia.