Por M. ARISTY CAPITAN
El dejar de subvencionar a las organizaciones no gubernamentales (ONG) que tienen los legisladores representa un paso de avance puesto que gracias a ello se acabará con la práctica de condicionar la aprobación del presupuesto nacional a que el gobierno destine una partida a dichas instituciones.

Así lo afirmó ayer el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Servio Tulio Castaños Guzmán, quien sostuvo que espera que tanto el Ejecutivo como los legisladores del partido oficial cumplan con su palabra de no financiar estas ONG.

«Quiera Dios que esa promesa que ellos han hecho se cumpla porque la verdad es que es un anhelo de toda la población», dijo Castaños.

Así mismo, Castaños aspira a que esta medida no provoque ninguna situación con relación al presupuesto. «Espero que cualquier se presente con relación al presupuesto sea la consecuencia de otros factores pero no la que había sido histórica: que no se le asignaran fondos a las ONG’s».

Esto no significa, subraya Castaños, que los debates deben desaparecer. «Entonces entendemos que otros los motivos por los que se creen debates a lo interno del Congreso Nacional y que, de una vez y para siempre, desaparezca esa práctica que en honor a la verdad le ha hecho mucho daño a la política dominicana y con ella a todo el Estado».

En ese orden, Castaños manifestó que ahora los legisladores harán su trabajo. «Ese es un paso de avance en lo que es ejercer la política en la República Dominicana porque desde el punto de vista de lo que son las funciones de un congresista no está la que desde el Congreso opere ONG’s y más aún cuando es con el presupuesto nacional».

La función de los congresistas, recordó Castaños, es muy distinta. «Los congresistas están y sirven como órgano de control. También están para hacer las leyes».

El alejarse de estas funciones, sostiene Castaños, sólo le ha hecho daño al ejercicio legislativo. «Todas estas atribuciones que ellos han venido asumiendo le han hecho mucho daño a la calidad del Congreso Nacional en la República Dominicana hasta tal punto que en ocasiones el Congreso llegó a convertirse en el Congreso de los partidos y dejó de ser el Congreso Nacional».

Pero en estos momentos, cuando se habla de no destinará recursos del Estado al financiamiento de las ONG’s de los legisladores, es probable que los legisladores vuelvan a asumir su rol.

«En esta ocasión, como consecuencia de que hayan dejado esa mala práctica, quiera Dios que se concentren en sus atribuciones y que el Congreso sea lo que realmente es: un órgano de control».

De esta manera, apunta Castaños, los legisladores comenzarán a trabajar con los informes y las auditorías que les ha estado remitiendo la Cámara de Cuentas desde el año 1998. Estos informes, recordó Castaños, deben ser aprobados o desaprobados.

«Esto trajo como consecuencia que el Congreso se debilitó e inclusive las iniciativas legislativas a lo interno de él, no eran lo suficientemente fecundas. Una de las causas era precisamente el que desde el Congreso estaban operando organizaciones no gubernamentales».