POR GERMAN MARTE
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) afirmó ayer que en el país hay una «estructura mafiosa» a nivel público y privado, a la cual habrá que combatir y desmantelar tarde o temprano, para lograr que la nación avance.

Servio Tulio Castaños Guzmán, director ejecutivo de Finjus, dijo, sin embargo, que la lucha anticorrupción debe librarse sobre la base de la prudencia y la seriedad, de modo que no se convierta en un circo, sino que gane la confianza de la población.

«De que hay una estructura mafiosa, ya eso no está en discusión; ya eso es parte del consenso», expresó Castaños Guzmán, al finalizar un panel sobre Transparencia y Gobernabilidad auspiciado por la Finjus, donde se analizaron las políticas que en materia de lucha anticorrupción ha adoptado el gobierno en los primeros cien días de gestión.

Castaños Guzmán manifestó que en el país hay una cultura que da la impresión de que se actúa sin consecuencias.

Cuestionado sobre la puesta en libertad de los implicados en el caso Plan Renove, en cual se estafó al Estado con más de RD$1000 millones, el director de la Finjus declaró que el juez Víctor Martínez actuó con prudencia y dentro de lo que establece el nuevo Código Procesal Penal.

Sin embargo, consideró que  por ser el primer caso, el proceso sobre el Plan Renove servirá como laboratorio para que la sociedad dominicana pueda percibir si la implementación de esta nueva legislación es efectiva o no.

No obstante, resaltó que es poco probable que algún sector pueda alegar que este y otros casos que se tramitan a la justicia tengan motivaciones políticas, porque ya las decisiones sobre enviar o no a prisión a una persona no la toma el Ministerio Público, sino un juez sobre la base de la nueva legislación.

Explicó que  en el referido caso, el juez no tocó el fondo del asunto y que todavía falta mucho por investigar.

 En cuanto a la suspensión de la prisión domiciliaria al empresario Johnny Morales, Castaños Guzmán dijo que esto no quiere decir que se le está descargando del sometimiento que le hizo el Ministerio Público.                                                              En la actividad, que fue celebrada en el Hotel Meliá, participaron el contralor general de la República, Simón Lizardo; el economista José Luis Alemán; Marcos Villamán, del Consejo Nacional para la Reforma del Estado, así como representantes de organizaciones de la sociedad civil.

Tras destacar la gravedad del problema que representa la corrupción en el país, los panelistas plantearon la necesidad de invertir en educación, que la justicia sea responsable,  no sólo el Ministerio Público, sino también los jueces que tengan que sean apoderados de los casos. 

Al exponer, el director de Conare subrayó la necesidad de invertir más en salud y educación como forma de enfrentar la pobreza y la corrupción.

Sostuvo que la corrupción está vinculada al narcotráfico y a la violencia.

De su lado, el sacerdote Alemán indicó que la lucha contra la corrupción es una tarea difícil, pero dijo que no se puede perder la paciencia y en este sentido señaló que hoy día Inglaterra es uno de los países con más honestidad y lucha contra la corrupción, «pero hace dos siglos era el paradigma del país más corrupto de Europa».

Resaltó que la cultura latina está cimentada en el afecto y de ahí que «un amigo que no me haga un favor cuando esté en el gobierno es un amoral, es un desgraciado».

De ahí que -advirtió- la lucha contra la corrupción debe estar dispuesta a chocar muchas veces contra la «moral» normal.