El 2011 reflejó debilidades a nivel general, así como en 2012 se vislumbran muchos retos desde el punto de vista institucional, de acuerdo con el balance de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus).

El vicepresidente ejecutivo de la entidad, Servio Tulio Castaños Guzmán,  citó entre los aspectos negativos del año que  finaliza  la percepción de los ciudadanos de la corrupción, que a su juicio ha sido fuerte en cuanto a que no ha habido un combate efectivo en contra de ese flagelo.

Además, señala que el Congreso  no reflejó una buena interpretación de la Constitución, de buscar consenso y tomar en cuenta a la minoría; se evidenció  la infiltración del crimen organizado en los organismos de seguridad del Estado y  hubo resistencia  del Estado para  la aprobación del 4% del Producto Interno Bruto a Educación.

De acuerdo a esa entidad, la República Dominicana tiene grandes retos en el porvenir.

Dice que fue en este año cuando se conformaron las altas cortes, sin embargo, es en el 2012 cuando comenzarán a funcionar a plenitud, por lo que uno de los grandes retos del próximo año, además de la elección del nuevo Presidente de la República, es el inicio de la implementación de esos tribunales.

Además de las sombras, la Finjus resalta las luces que tuvo para el país el 2011 señalando entre ellas la creación de  la Policía Técnica Judicial, el avance en la ley de función pública en cuanto a lo que es su implementación, el proceso de selección de los jueces de los tribunales Constitucional y Superior Electoral, así como de la Suprema Corte de Justicia.

Un aspecto positivo y que no deja de ser un reto para el 2012, dice Castaños Guzmán, es que  se comenzó a debatir y a socializar la Estrategia Nacional para el Desarrollo. 

Los retos de 2012.  Cita como retos para el año venidero la inminente reforma policial progresista. Dice que ese sector se sigue resistiendo a ser reformada. Cree que esa institución debe ser transformada acorde lo están haciendo el Ministerio Público y el Sistema Judicial.

Entiende que se hace necesaria la independencia funcional del Ministerio Público, así como reformar las Fuerzas Armadas, a la luz de la nueva Constitución, que establece que  el ministro de esa institución debe ser un civil y que la Dirección Nacional de Control de Drogas no puede seguir adscrita a la Presidencia de la República, ya que es un órgano de persecución y de investigación.

Castaños Guzmán cree que una de las grandes decepciones de 2011 es no haber nombrado al Defensor del Pueblo, por lo que se constituye en un reto para el 2012, que si el Congreso no lo escoge lo haga la Suprema Corte de Justicia.

También cree Castaños Guzmán que los organismos del orden público deben ser sometidos a una profilaxis profunda.