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El fiscal adjunto de la provincia Santo Domingo, Omar Eduardo Álvarez Rodríguez, asesinado a tiros durante un allanamiento el martes, se había inhibido de participar en un expediente en contra de su homicida Charles Muñoz García, por una supuesta estafa.
El fiscal, que tenía ocho años como miembro del Ministerio Público, había tomado la decisión luego de ser impugnado por ambas partes involucradas en el proceso de investigación.
Muñoz García y la parte que se querelló en su contra coincidieron, por separado, en solicitar que el fiscal Álvarez Rodríguez fuera extraído del proceso de investigación por su supuesta parcialidad en el caso.
En consecuencia, las dos partes de acusación por supuesta estafa y el fiscal asesinado fueron convocados para conocer el caso en el despacho del procurador general adjunto Bolívar Sánchez, director del departamento de Asuntos Internos del Ministerio Público.
En la reunión, que se realizó hace solo dos semanas en la sede de la Procuraduría General de la República, el fiscal decidió inhibirse del conocimiento del proceso, tras escuchar los alegatos de ambas partes involucradas.
No obstante, el Procurador de la Corte de Apelación de la Provincia de Santo Domingo, Julio Castro Castro, rechazó la inhibición del fiscal Álvarez Rodríguez, ordenándole continuar con el conocimiento del caso.
Castro Castro rechazó designar a un nuevo fiscal que asumiera el proceso de investigación.
Se cree que el fiscal asesinado y su homicida se vieron por primera vez en el allanamiento realizado el pasado martes, luego de la reunión que sostuvieron en el despacho del director de Asuntos Internos.
Álvarez Rodríguez cayó abatido al recibir quince disparos que le propinó Muñoz García en medio del operativo en que fueron incautados 38 becerros y 15 chivos de su vivienda.
El hecho ocurrió en la calle María Trinidad Sánchez número 38, del sector La Rosa, en Herrera, luego de que Muñoz García pidiera ir al baño y los agentes que estaban presentes en la escena le quitaron las esposas que tenía puestas.
