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El procurador adjunto Bolívar Sánchez Veloz reveló ayer al deponer en el juicio contra 22 imputados por la matanza de Paya, que el ex capitán de navío Edward Mayobanex Rodríguez Montero le habría narrado toda la operación del asesinato de siete colombianos y que le confesó que las muertes las ordenó Luis Lara Martínez, quien también habría disparado a los extranjeros.
Rodríguez Montero negó la afirmación. En cuanto concluyó el relato, el abogado de Rodríguez Montero, William Garabito, impugnó su testimonio y solicitó al tribunal que lo excluyera, por considerar que ese fiscal tendría interés en el caso.
Según Sánchez Veloz, Rodríguez Montero le hizo la confesión cuando estaba detenido en el Palacio de la Policía, donde habría pedido la presencia de Lara Martínez, del procurador general Radhamés Jiménez y del abogado Marino Vinicio Castillo (Vincho).
Sostuvo que en la entrevista en el antedespacho del jefe de la Policía, durante una hora, 28 minutos y 20 segundos, el ex capitán de navío solicitó que se retiraran los generales presentes y puso como sola condición que sus dos hijos fueran protegidos.
Declaró que el imputado le dijo que Lara Martínez quería muerto a Darío José Atencio Vargas (El Don), uno de los siete colombianos debido a que, según su infidencia, le adeudaba una suma en dólares que le había manifestado que no le pagaría, y que El Don pagaba con muerte.
Denuncia. Sánchez Veloz pidió al tribunal que constara en acta que la noche del martes recibió una llamada de una persona, que según una fuente es un tío de Rodríguez Montero, para pedirle que no depusiera en el juicio. Reveló que tiene registrada la llamada y que respondió que era muy tarde para plantear algún acuerdo.
El abogado Garabito ripostó el testimonio de Sánchez Veloz pidiendo que fuera desestimado porque el interrogatorio a su defendido fue sin presencia de un abogado. Sánchez Veloz insistió en tener las pruebas de lo atribuido al ex oficial y se supo que en un bolsillo tenía un CD con la grabación.
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Testimonio de acusado
El imputado Marcos Fajardo, a quien se le acusa de manejar el carro retenido el 12 de agosto del 2008 con ocho paquetes de cocaína en la avenida Ecológica, droga que el Ministerio Público considera parte de los 1,200 kilos de la matanza de Paya, obvió declarar que la cocaína que se le atribuye fue guardada en una casa que tenía en venta. De ese caso, la casa se la solicitó el ex capitán de navío Rafael Ricardo Guzmán Pérez. Fajardo incriminó a Guzmán Pérez y su esposa Scarlet Aristy Rosa, quien se dice es su pariente. A Fajardo, un hombre extremadamente refinado, quien no conversa con otros imputados, el Ministerio Público lo acusa de actuar cómplice de Guzmán Pérez.
