El fiscal del Distrito Nacional, Máximo Aristy Caraballo, calificó ayer como un exceso injustificado el asesinato de la joven Arlene Pérez Simsar por parte de una patrulla de la Policía.

«Situaciones como ésta crean intranquilidad y desasosiego en nuestra sociedad, porque uno mismo se pregunta dónde está lo seguro», dijo Aristy Caraballo, ya que entiende que no existen razones valederas para justificar esa actuación.

La joven Pérez Simsar fue muerta en la madrugada del pasado jueves de un balazo en la cabeza, por una patrulla de la Policía, cuando llegaba a su residencia, ubicada en Arroyo Hondo III, en un vehículo acompañada de su novio Juan José Herasme Alfonso.

La Policía acusó ante justicia ordinaria al sargento Pablo Váldez Pérez, al sargento mayor César Troncoso Encarnación y los cabos Wilson Aquino García y Nandy Beltré Espinosa.

El representante del Ministerio Público manifestó que, independientemente de lo que recomiende la comisión designada para investigar el caso, los responsables deben tener desde ya la más ajustada de las sanciones, «que es el reproche de los ciudadanos que han visto esto como un exceso injustificado».

Dijo que se debe crear una policía, como en otros países, encargada de manejar este tipo de casos, cuyos componentes estén debidamente calificados en el orden académico y con una justa valoración del papel que tienen frente a la ciudadanía.