Por JUAN M. RAMIREZ
El fiscal adjunto de Puerto Plata, Teódulo Ceballos Peñaló, muerto a tiros el 23 de noviembre del 2006 en Sosúa, de esa provincia, había manifestado temor por su vida en mayo del mismo año, por lo que solicitó protección especial al secretario de las Fuerzas Armadas (FFAA) de entonces, almirante Sigfrido Pared Pérez.

Informó que hasta principios de mayo había destruído 58 puntos de drogas en esa demarcación, prácticamente «a manos peladas», ya que las autoridades policiales y de la DNCD en la zona formaban parte del negocio ilícito.

En un oficio enviado al secretario de las FFAA, Ceballos Peñaló mencionó los nombres de dos civiles que tenían puntos de drogas en el sector La Ciénega del Distrito Municipal de Cabarete y que el 3 de mayo esas personas lo recibieron a balazos durante un operativo.

De igual modo, el magistrado involucró con el narcotráfico a los policías y agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en Cabarete, a los que identificó como propietarios y protectores de puntos de estupefacientes.

En la comunicación, copia de la cual fue remitida al presidente de la DNCD por el secretario de las FFAA, Ceballos Peñaló narró el incidente del 3 de mayo en el que se presentó a un punto de drogas ubicado en el callejón 7, casa número 6, aproximadamente a las 11:00 de la mañana.

Explicó en el oficio, del cual HOY posee copias, que en el operativo ocupó 21 porciones de un polvo blanco presumiblemente cacaína con un peso de 13.6 gramos, así como de 25 porciones de un material rocoso presumiblemente crack con un peso aproximado de 2.9 gramos.

De igual modo, fueron decomisados una balanza marca Tanita y un bulto de mano color negro en el que fueron encontradas las sustancias y una cédula abandonada por  José Andrés Bello Rosario y un tal Nonón y/o el Mayor.

Sobre el operativo del 3 de mayo, Ceballos Peñaló envió las sustancias y los resultados al encargado de la DNCD en Sosúa, y al procurador fiscal de Puerto Plata las pruebas con todos los detalles.

Señaló que al notar su presencia, los mencionados en el párrafo anterior lo recibieron tiros usando armas de fuego de alto calibre, por lo que él respondió a la agresión provocando que los atacantes huyeran dejando la mercancía abandonada.

AGENTES DUEÑOS DE PUNTOS DE DROGAS 

Expuso en el oficio enviado a las FFAA y remitido por ésta a la DNCD, que además de las sustancias y objetos ocupados, encontraron una mascota de aproximadamente 200 páginas, marca Eco, modelo joven, color verde, con letras que dicen JUMP JUMP en cuyo centro se encontró la contabilidad de entrega de suma de dinero a las personas con las que tenían compromisos en el punto de drogas.

En la mascota aparecen varios nombres, entre ellos el de la Policía, con RD$10,000 entregados para la protección de Bello Rosario y Nonón y/o El Mayor para que de esa forma pudieran operar el punto de drogas sin inconvenientes.

Ceballos Peñaló explicó en la comunicación que según residentes del sector La Ciénaga, el punto de drogas era propiedad de la DNCD de Cabarete, no de la Policía Nacional, que a su vez tiene que reportarle dinero a la DNCD de la provincia de Puerto Plata.

«Por tal motivo, estas personas se sienten  protegidas por jefes de esa institución de Puerto Plata y Cabarete, que en vez de perseguir a los delincuentes a raíz del incidente apresaron al policía que a veces me sirve de protección para investigarlo con respecto de porqué participó contra los miembros de ese punto», precisa.

Sostuvo que después de esto solicitó al fiscal de Puerto Plata abrir la investigación acerca del asunto, a quien entregó copia de la mascota descrita anteriormente. Debido a la inseguridad, Ceballos Peñaló solicitó al secretario de las FFAA la asignación de seguridad para él y su familia, consistente en tres miembros del S2 o de la Fuerzas Aérea Dominicana, que tiene base en Cabarete, para su seguridad permanente.

SOLO EN LUCHA CONTRA EL NARCO

«Ando solo porque cualquier miembro de la Policía Nacional que quiera colaborar tiene problemas con su jefe inmediato, exceptuando el coronel de la Décima Quinta Compañía», explicó en el oficio.

Por otro lado, dijo que no tenía armas de reacción rápida porque no se las habían asignado y que la que tenía es porque se la quitó a un delincuente, por lo que solicitó dos metralletas Uzi o que los militares que les fueran asignadas fueran dotados de ellas.

De igual modo, Ceballos Peñaló solicitó un medio de transporte, debido a que carecía de un vehículo, por lo que tenía que recurrir a favores de particulares para poder realizar los trabajos y eso lo hacía contraer compromisos de gratitud, lo que no quería.

«Tanto la seguridad, distinguido Señor, como el transporte, las exigimos porque existen aquí dos barrios, La Piedra en Los Chicharrones, Sosúa, y la Ciénaga, en Cabarete, donde los puntos tienen más de 20 hombres armados, según denuncias de esos sectores, y han enfrentado a tiros a los miembros de la Fiscalía», subrayó en la comunicación.

En el oficio, Ceballos Peñaló se quejó de que los agentes de la DNCD en vez de cumplir con su deber dotaron de Uzi y chalecos antibalas a los delincuentes, quienes desafiaron su autoridad sin que él pudiera enfrentarlos por falta de logística.

«Aún así, hemos destruidos 58 puntos de drogas a manos peladas, con la ayuda más de particulares que de la Policía y quiero seguir brindando un servicio eficiente y rápido, pero sin estos instrumentos me es imposible», sostuvo.

COMPRUEBAN SUSTANCIAS ERAN DROGAS

Ceballos Peñaló ofreció a las autoridades su línea de teléfono movil, el 809-978-1310 para que lo constataran en caso de que se emprendiera una investigación en torno a sus denuncias y reclamos.

Explicó en la comunicación que Sosúa estaba por debajo de un 13% del nivel nacional de delincuencia, que es de un 24% , nivel que él quería mantener.

«Queremos evitar que se repita la historia del sector La Piedra con el niño Cristopher Quiroz, el cual fue víctima de un intercambio de disparos entre narcotraficantes, estoy para prevenir los delitos y para representar a esa sociedad que me está pidiendo que saque a esos delincuentes de esos sectores para que no ocurra otra desgracia como la del menor mencionado», concluyó Ceballos Peñaló en su oficio del 23 de mayo.

Luego, el 10 de mayo, la Subdirección General de Química Forense emitió el certificado número SC2006-05-18-2747, en el que se afirma que se comprobó que las 21 muestras de polvo analizadas eran cocaína clorhidratada, con un peso de 6.55 gramos y que las 25 muestras de material rocoso analizadas eran cocaíana base o Crack, con un peso de 2.52 gramos, incautadas en La Cénega de Cabarete, Sosúa, Puerto Plata, en un operativo encabezado por Ceballos Peñaló.