Panamá.- La investigación sobre el escándalo de los papeles de Panamá, revelados el pasado abril, avanza con “paso firme” en el país centroamericano aunque con “prudencia”, porque es un trabajo “complejo”, aseguró hoy la fiscal panameña, Kenia Porcell.
“Es una investigación excesivamente compleja, pero que constituye un reto para la institución. Es una investigación que se está dando, que va a paso firme pero con la prudencia que corresponde”, explicó Porcell durante la inauguración en la capital panameña del XX Congreso Hemisférico para la Prevención del Blanqueo de Capitales.
La publicación de 11,5 millones de documentos procedentes de la base de datos del despacho panameño Mossack Fonseca revelaron que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios de este bufete para crear sociedades “offshore” en distintos paraísos fiscales, y desataron todo un vendaval de críticas contra Panamá.
“Los tiempos de una investigación no son los tiempos con los que yo quisiera que las cosas se resolvieran, pero sí deben tener la certeza y la tranquilidad de que una vez terminada la acreditación del delito, el Ministerio Público aplicará las acciones que tenga que aplicar”, prometió la procuradora general.
Porcell dijo a su vez que, nada más conocerse los hechos, el Ministerio Público creó la Fiscalía Segunda Especializada contra la Delincuencia Organizada para que iniciara una investigación. Además defendió la actuación de la institución que dirige durante el allanamiento a la sede principal de Mossack Fonseca, en la capital panameña, una acción judicial que fue muy criticada en su momento porque se realizó 10 días después de que estallase el escándalo.
“Para hacer un allanamiento uno tiene que estar claro qué va a buscar, dónde lo va a buscar y cómo lo va a hacer. Uno no puede irrumpir como quiere, uno tiene que guardar las proporciones porque el proceso hay que brindarle de cualquier causa de nulidad que alguien quiera interponer”, explicó.
La fiscal recordó, asimismo, que varios fiscales de otros países han viajado a Panamá para conocer el estado de la investigación sobre el caso de las sociedades “offshore” y que Panamá siempre se ha mostrado “anuente” a colaborar con todo el mundo.
“Esto demuestra que, dentro de lo negativo del caso, Panamá está trabajando con niveles de transparencia pese a ser una investigación reservada a nivel penal”, añadió.