POR DIEGO PESQUEIRA Y JUAN MARIA RAMIREZ
El fiscal general de España, Cándido Conde-Pumpido Tourón, afirmó ayer que sólo con fiscales y jueces independientes existe la garantía de que la ley se aplicará de modo imparcial a todos, por encima del poder, de la influencia o de la posición de cada justiciable, cualquiera que sea su condición política, social o económica.

Dijo, además, que el Ministerio Público sólo se ajusta a las exigencias democráticas si es capaz de procurar que se apliquen las normas a todos por igual, y para ello debe despojarse de cualquier dependencia o servidumbre que no sea la de la Constitución y las leyes a las que está sujeto.

Entiende, además, que un fiscal no puede desempeñar correctamente sus funciones de ser útil a la sociedad en su cometido principal de combatir el delito, si no tiene un conocimiento suficiente de esos fenómenos sociales, de sus instrumentos y de sus causas.

De visita en el país, a invitación de la Procuraduría General de la República, Conde-Pumpido Tourón, pronunció la conferencia Un Ministerio Fiscal para una Sociedad Democrática, en el auditorio de la institución. En democracia, indicó, los jueces deben ser absolutamente independientes.

Si los jueces no quedan a salvo de la influencia o la capacidad de presión de los otros poderes del Estado, aclaró, no es posible asegurar algo inherentemente definitorio de ese sistema de gobierno: la separación de poderes.

Luego de ser presentado por el procurador Radhamés Jiménez Peña, Conde-Pumpido Tourón expuso que los Ministerios Públicos deben tener suficientes conocimientos de las nuevas técnicas delictivas y de los subterfugios, así como de las lagunas del ordenamiento jurídico que pueden facilitar esos fenómenos de impunidad.

En su ponencia, de 43 páginas, dijo que como Fiscal General del Estado del Reino de España constituye un privilegio responder a la invitación formulada por el procurador Jiménez Peña, cuando coincidieron en Chile en la asamblea anual de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos.

“No hay mejor forma de fortalecer la democracia que asegurando que la Ley, (la voluntad popular), expresada a través del legislador- se aplique, de forma razonada, uniforme e igual”, manifestó el conferencista.

Estimó que la igualdad de los ciudadanos ante la ley es una de las señas de identidad de los regímenes democráticos, condición esencial de la idea misma de democracia.  Por eso, agregó, la tarea de igualación que deriva de esa aplicación unitaria y uniforme de la ley es, sin duda alguna, una de las mayores aportaciones que un Ministerio Público fuerte y bien organizado puede realizar a la sociedad a la que sirve.

Señaló que el Ministerio Público podrá asignarse prioridades o perseguir objetivos de política criminal, pero lo que no podrá nunca, por lo menos en democracia- es burlar el espíritu de la Ley para favorecer intereses incompatibles con la voluntad popular expresada en ella, ni tampoco con la exigencia de igualdad en su aplicación a todos los ciudadanos. La República Dominicana y España están fuertemente implicadas en el ámbito bilateral, sostuvo. “Nuestras relaciones son excepcionalmente positivas. El empuje y la decisión de su Procurador General me ofrecen la máxima confianza, y el convencimiento que nuestra colaboración será -como está siendo- muy fructífera”, insistió.

FORMACIÓN FISCALES

Conde-Pumpido Tourón cree que al dotar a los miembros del Ministerio Público de una sólida formación jurídica e interdisciplinaria, que se actualice permanentemente, se les prepara para hacer frente a su trabajo con un profundo y amplio conocimiento de los instrumentos jurídicos de los que disponen. Citó que en España han hecho un esfuerzo “espectacular”, en los últimos dos años, para multiplicar la partida presupuestaría que se dedica anualmente a la capacitación continuada de los Fiscales.

Entre otras razones, ve que ese esfuerzo se justifica porque sólo a través de una formación actualizada y sólida, es posible abordar el gran reto de la especialidad que, en su opinión, tiene hoy frente a sí el Ministerio Público, cualquiera que sea el país del mundo del que se trate.