Andrés, Boca Chica. El Fiscal Adjunto de Boca Chica,  doctor Joselito Cuevas, declaró que investiga profundamente la información de que hay armas de fuego en poder de algunos estudiantes  de dos planteles públicos de esta población que han sostenido enfrentamientos.

Cuevas advirtió además a los padres de alumnos del liceo Andrés Avelino y el colegio Francisca Rogers Byron que deben  actuar con más responsabilidad,  poner atención a sus hijos y evitar de esa manera los enfrentamientos sangrientos entre los jóvenes. 

El fiscal  convocó para el próximo lunes una reunión urgente con los padres de los estudiantes envueltos en el conflicto, los escolares, profesores y directivos tanto del mencionado liceo como del colegio Francisca Rogers Byron, este ultimo escenario de choques entre estudiantes que ocurrieron el miércoles y el jueves. “Nosotros conjuntamente con la Policía Nacional estamos realizando una profunda y amplia investigación porque se está hablando de que hay estudiantes armados con pistolas y otras armas que nosotros vamos a detectar”, advirtió  Cuevas.

Los enfrentamientos a palos, piedras y tubazos entre los estudiantes del colegio Francisca Rogers Byron, que está ubicado en la calle J, de Andrés, Boca Chica, mantienen en zozobra a los padres de los niños que estudian en el plantel, así como también a los residentes de los alrededores.

En ese mismo plantel funciona en  la mañana el liceo Gregorio Luperón, pero los conflictos son entre estudiantes de tercer y cuarto bachillerato del colegio Rogers Byron, según lo dicho por las autoridades judiciales y policiales.

Las peleas entre los escolares se debe a que un  grupo acusa a otro de haber lanzado orina mientras estaban en la hora de recreo, originándose el primer choque el miércoles al término de la docencia. 

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Próxima reunión

Cuevas sostuvo que de la reunión que sostendrá el próximo lunes con estudiantes, padres, profesores y directivos del plantel  Rogers Byron, se buscará una solución a la situación que impera en el plantel. Dijo que también las autoridades tratarán de establecer cuales de los estudiantes poseen armas de fuego, con el propósito de recuperarlas,  y que cuentan  con la colaboración de los tutores de los jóvenes.