POR MANASÉS SEPÚLVEDA
El fiscal de Santo Domingo, Perfecto Acosta Suriel, dijo que hoy pedirá a los tribunales medidas de coerción contra Meregildo Díaz luego que lo interrogó durante horas, desde la mañana a la noche de ayer sobre el asesinato de los esposos Joel Díaz y Yaniris Ruiz Sánchez cuyos cadáveres aparecieron mutilados e incinerados en Azua.

En tanto, Díaz dijo a los periodistas al salir de la fiscalía que es inocente y que acudió voluntariamente ante las autoridades y que no fue requerido, además aclaró que es fraile capuchino y no diácono como se le identificó hasta ahora los medios de comunicación.

«Las investigaciones que hemos hecho nos dan como principal sospechoso al diácono Meregildo Díaz», dijo Acosta Suriel anoche al salir de su despacho. Sin embargo, no precisó el tipo de medidas que pedirá contra Díaz.

Díaz fue enviado a su casa por el fiscal y deberá presentarse hoy en la mañana para ser presentado al tribunal.

Díaz pidió ayer por escrito la intervención del director Nacional de Control de Drogas (DNCD), vicealmirante Iván Peña Castillo en las investigaciones que hace la fiscalía de Santo Domingo dijo el defensor Juan Miguel Castillo Pantaleón. Otro de los abogados de Días es el doctor Abel Rodríguez del Orbe.

En la carta a la DNCD, Díaz plantea que percibe «apatía» en el ministerio público en verificar datos que aporta así como «informaciones de alto interés para la lucha contra las drogas».

El fiscal Acosta Suriel dijo que esa solicitud no tiene importancia o trascendencia. «No le veo ninguna trascendencia ningún vínculo con lo que se está investigando», expresó.

Dijo que en sus pesquisas visitó al Centro de Educación Infantil de Hainomosa, donde laboró Díaz, junto con un equipo de asistentes y han ido a San Juan de la Maguana.

Añadió que ayer fueron interrogados en relación al caso el ex general Radhamés Lora Salcedo y el sacerdote que sustituyó a Díaz en la escuela de Hainamosa.

Dijo que Lora Salcedo fue interrogado porque se había dicho que el sábado en que se informó la desaparición de los jóvenes, Meregildo Díaz estaba en una casa de veraneo en Jarabacoa propiedad del ex general Lora Salcedo.

«Hemos estado interrogando a todas las personas que tengan alguna relación con lo acontecido», dijo.

Dijo que ha recibido una colaboración total de la Policía a través del Departamento de Contra Homicidios.

LA DEFENSA

En tanto, el abogado defensor Juan Miguel Castillo Pantaleón que Meregildo Díaz pasó el fin de semana en que se denunció la desaparición del matrimonio, en una casa del ex general Lora Salcedo una información que se había dado desde el inicio.

«El padre se hospedó en casa de Lora Salcedo y lo despacha el domingo, mientras que esos jóvenes estaban desaparecidos desde el sábado y el general espontáneamente viene muy sorprendido de lo que está pasando porque conoce desde hace muchos años a Meregildo», expresó.

Señaló que el padre Díaz fue a Jarabacoa porque una hermana fue estropeada por un vehículo. «Colaborando con el ministerio público le hemos aportado las pruebas que consisten en una factura de la clínica,» indicó el abogado y a este reportero la factura del Centro Médico Semma donde estuvo internada la señora Ángela Díaz, hermana de Meregildo, a causa de politraumatismos el pasado 9 de febrero.

Indicó Castillo Pantaleón que aunque Díaz no estaba detenido permaneció desde la mañana hasta la noche para no dejarle lugar a dudas al fiscal.

Agregó el abogado que el fiscal se le pidió que interrogara a la persona que condujo el vehículo en el que Díaz fue a Jarabacoa ya que el fraile no sabe manejar.

«Si yo dudara de la honestidad de Meredjildo no estuviera aquí. No estoy cobrando ni un centavo por el caso», expresó.

También se quejó del hecho de que la fiscalía fuera ayer al Centro Educativo de Hainamosa procuró a un joven para que identificara los terrenos del padre Meregildo lo que puede considerarse una violación al procedimiento penal.

INOCENTE

Díaz dijo anoche a reporteros de HOY que el no es diácono sino terciario capuchino, además de que negó que haya participado directa, indirecta o de alguna forma en el secuestro y posterior asesinato de Joel Díaz y Yaniris Ruiz.

Dijo que el nombre completo de su congregación es Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores.

«Tenemos votos de castidad, pobreza y obediencia igual que todos los sacerdotes,» explicó.

Señaló que demostrará que es inocente y que no está vinculado con «ese crimen tan horrendo».

Ayer en el programa de televisión Revista 110 negó que sea homosexual y que fuera expulsado del Centro Infantil Hainamosa, como dijeran los padres de Joel y Yaniris sino que se encontraba en año sabático o de descanso.

Confirmó que les compró un solar a los padres de Joel y que viajó el joven a San Juan de la Maguana, así como que de vez en cuando le daba dinero al joven sólo para ayudar a resolver problemas relacionados con la enfermedad de tres niños que tenía.

Calificó como «una infamia» lo expresado por la madre de Joel de que su hijo lo sorprendiera violando a un joven.

Dijo que desconocía a Yaniris Ruiz, la esposa de Joel, y que la madre del joven en vez de estar acusándolo debió investigar la conducta de su hijo.

Expresó que no vio a Joel desde el año 1998 hasta el 2004 año en que se presentó en un programa de béisbol que no pertenecía al centro sino al que se le prestaba el play.

Dijo que ese día en que se denunció la desaparición del matrimonio Joel lo llamó para decirle que tenía a su niño enfermo en el hospital Robert Reid Cabral y que le prometió que cuando regresara de Jarabacoa lo ayudaría con un médico que conocen y que si el niño estaba muy enfermo que llevara al Centro Médico de Hainamosa.

Expresó que dejó el Centro Educativo porque tenía principios de cardiomegalia o corazón agrandado, hipertensión arterial severa y obstrucción venosa.

Dijo que última llamada de Joel la recibió cuando estaba en Manabao, Jarabacoa, poco después de las siete de la noche.

Dijo que Joel viajó con él a San Juan de la Maguana porque le pidió «una bola» para ir a la finca de unas personas que jugaban béisbol. «Le dije que no conocía personas que jugaran pelota, entonces me dijo que lo dejara en el parque. Le di la bola y de regreso lo recogí de nuevo», dijo.

Indicó acudió voluntariamente ante el fiscal sin que fuera requerido previamente.

«Aquí hay un maldito relajo de alguien que está detrás de eso y eso es lo que me tiene indignado y da furia cuando a uno le tocan la dignidad y el honor», dijo.