Fiscal vuelve a Jarabacoa por caso Meregildo

Fiscal vuelve a Jarabacoa por caso Meregildo

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El fiscal de Santo Domingo reanudó ayer las investigaciones en torno a la confusa muerte de Quírico Rojas Carram, en una cabaña de Jarabacoa, para determinar las manos criminales que silenciaron al hombre que era buscado por el asesinato de una pareja de esposos, del que se responsabiliza al diácono Meregildo Díaz Díaz.

El fiscal Perfecto Acosta Suriel, quien dirige las investigaciones, confirmó a HOY que volvió a trasladarse a la ciudad de Jarabacoa en la tarde de ayer para volver a interrogar a todas las personas que estuvieron cerca de la víctima.

El fiscal hizo el segundo descenso a la escena del crimen un día después de que fuera dado a conocer de manera oficial el informe de Patología Forense, que revela que Rojas Carram fue asesinado.

Rojas Carram había sido declarado prófugo de la justicia por su vinculación con el asesinato de los jóvenes Joel Alexander Sarmiento Díaz y Yaniris Ruiz Sánchez, el pasado cinco de febrero.

Asimismo, la Policía Nacional informó que conformó una comisión de oficiales para darle apoyo a la justicia en las investigaciones del presunto homicidio de Rojas Carram.

El jefe de la institución del orden, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, indicó que eligió al general Miguel Mateo López, para que encabece la comisión en su calidad de director de Investigaciones Criminales. El oficial actuará junto al coronel Cristóbal Morales, director del Departamento de Homicidio.

Según el informe científico, el hombre que trabajó con el fray Díaz Díaz, en el Centro Infantil de Hainamosa que dirigió, fue asfixiado y envenenado.

La presunta participación de Rojas Carram en el asesinato de Sarmiento Díaz y Ruiz Sánchez fue señalada por el alegado autor material del crimen, el sargento del Ejército, Valentín Vicioso, quien según la procuraduría fiscal confesó en el interrogatorio que los acompañó a la finca del diácono donde fue cometido el horrendo crimen, en Hatillo de Azua.

El magistrado Acosta Suriel explicó que continuarán con los interregotarios de las personas que atendieron a Rojas Carram  en la cabaña El Momento, donde según Patología estuvo muerto por espacio de 36 horas sin que nadie reportara su fallecimiento.

Las autoridades tratan de despejar los hechos confusos en el trágico final de Rojas Carram, quien le habría confesado a la madre de su hijo menor que planeaba entregarse un día antes de ser encontrado muerto.

El sargento Valentín Vicioso, quien era de la escolta del vicealmirante Radhamés Lora Salcedo, acusado como cómplice, declaró de acuerdo al fiscal que Rojas Carram estuvo en la casa campestre del oficial el día antes del asesinato de la pareja. Indicó que en la casa campestre de Jarabacoa también habría estado el diacono y el propio vicealmirante.

Rojas Carram habría llegado a la cabaña el domingo 22 de mayo y fue encontrado muerte el martes 22, cuando su cuerpo estaba en estado de descomposición, según el informe leído por el encargado del Instituto Nacional de Patología Forense, Sergio Sarita Valdez.

Explicó que el cadáver presentaba signos de estrangulamiento y de haber sido cambiado de posición varias veces.

Sostuvo que descartan el suicidio por voluntad propia porque también presentó hemorragia conjuntiva propia de quienes mueren asfixiados.

Al conocer el informe, Acosta Suriel declaró que la muerte de Rojas Carram se trata de otro crimen íntimamente relacionado con el asesinato de Joel, de 21 años, y de Yaniris, de 20 años.

Según las autoridades el diácono se sentía chantajeado por el matrimonio que supuestamente lo amenazaba con revelar que el joven lo habría visto en una relación homosexual.

El parte forense indica, además, que el cuerpo de Rojas Carram presentó una marca abrazando en el cuello, similar a la que se hace para asfixiar a alguien con una correa o una corbata.

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