Fiscal y general policial plantean medidas; sacerdote y dirigente barrial narran drama

Fiscal y general policial plantean medidas; sacerdote y dirigente barrial narran drama

Un promedio de 15 robos se producen a diario en casas del sector María Auxiliadora y su entorno, además de varios intentos por matar a cuchilladas a un sacerdote de Capotillo a quien delincuentes exigen dinero de la limosna para comprar drogas, son sólo algunos de los casos señalados sobre la inseguridad que se vive en el país.

Causas de esta problemática y medidas para enfrentarlas fueron expuestas anoche en el conversatorio La Esquina Joven de HOY.

En la actividad expusieron sus pareceres el fiscal de Santo Domingo, Eddy Olivares; el vocero de la Policía, general Ramón Francisco Rodríguez, el párroco de la iglesia Santa Clara de Capotillo, Wilfredo Montaño, y Alexis Peña, del Centro de Educación para la Paz, Tolerancia y Desarrollo.

Olivares consideró que mientras el Estado y los empresarios no se unan para crear oportunidades de empleo de medio tiempo a jóvenes y adolescentes, los niveles de delincuencia podrían aumentar.

En tanto, el general Rodríguez lo atribuyó a la descomposición familiar que favorece el lanzamiento de jóvenes a las calles a aprender a delinquir. Pidió la cooperación de toda la población para luchar contra delincuencia.

Peña, dirigente barrial, atribuyó la delincuencia a una combinación de factores, entre ellos, la baja vigilancia policial, la complicidad de algunos de ellos con delincuentes y a la falta de unión en las comunidad.

El sacerdote Montaño expresó que en el caso de Capotillo, sus residentes se sienten impotentes ante la delincuencia.

Coincide en que además del desamparo de los padres, muchos jóvenes se ven empujados a la delincuencia por la falta de oportunidad de estudios y empleos, mientras crece la miseria en sus barrios.

Debatieron los participantes en el conversatorio sobre las diversas manifestaciones de robos, incluida el «tumbe» de celulares, prendas y carteras en plena vía pública por parte de personas que se desplazan en motocicletas de las denominadas passolas. También, los robos a mano armada en negocios y residencias, así como la sustracción de vehículos.

En el incremento de los robos de las últimas semanas, han incidido los extensos apagones, pues permite que los delincuentes cometan con más facilidad sus fechorías en la oscuridad de la noche.

El fiscal Olivares expuso que además de los robos, otros elementos que influyen en la inseguridad ciudadana son los homicidios, violaciones sexuales y el tráfico de drogas.

Los panelistas hablaron para estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Organización y Método (O&M). También para otras personas que asistieron al conversatorio interesados en el tema.

Fiscal Olivares llama a vencer el terror

El fiscal Eddy Olivares consideró que en esta época el principal problema de seguridad ciudadana es poder transitar por las calles y preservar bienes sin temor a ser víctima de robo.

Advirtió que se necesita la unión del Estado y los empresarios para la implementación de políticas claras en favor de la juventud, que incluyan creación de empleos de medio término, como herramienta para contrarrestar la delincuencia.

Llamó a tomar las medidas en la actualidad, por entender que aún República Dominicana mantiene mayor nivel de seguridad ciudadana con relación a otros países.

Otras de las medidas que entiende es urgente aplicar es el incremento de agentes policiales para el patrullaje. De no ponerse en aplicación esa serie de medidas que citó, estimó que la República podría caer en la misma situación debilidad que otras naciones frente a la delincuencia.

Vocero PN ve país todavía es seguro

El general Ramón Francisco Rodríguez, vocero de la Policía, cree que aún «estamos en un país seguro».

Entiende que la percepción de inseguridad que afirma siente la población la atribuyó a las frecuentes acciones de raterismo que se registran en vías públicas, sobre todo, por los «tumbes» de celulares, prendas y carteras que son víctimas ciudadanos por parte de delincuentes que se desplazan en motos.

Pero rechazó que haya un incremento del crimen organizado, con grandes robos planificados.

A su juicio, la misión de la policía es combatir de manera firme la delincuencia, sin violentar los derechos humanos, pero sin caer en la debilidad.

Como causa del aumento de delincuencia en el país mencionó el desbordamiento de los problemas intrafamiliares. Hijos de hogares mal formados que salen a las calles y son atraídos por bandas que lo primero que le enseñan es rebeldía contra sus progenitores.

Advirtió a los padres y residentes de barrios que vigilen a los jóvenes que comienzan robando los «tapabocinas» de un vehículo y luego se desatan como rateros de celulares, cadenas, guillos y carteras.

Rodríguez Sánchez pidió a la población a identificar a los miembros de esa institución que comentan acciones ilícitas y prometió de parte del Departamento de Asuntos Internos el castigo que amerite el caso.

ANTE LLAMADO

Ante las críticas de que la Policía no acude a los llamados que realizan los ciudadanos por la línea de emergencia 911, el vocero de la Policía planteó que la causa principal es la carencia de equipos.

También solicitó a los ciudadanos que hagan denuncias, sin identificarse, a través de los buzones de sugerencias que han habilitado en los destacamentos.

El drama de los barrios: casa con verjas

El dirigente barrial Alexis Peña denunció que el temor de los residentes en los barrios de la parte norte de la capital llega al extremo de que allí lo primero que se exige para alquilar una vivienda es que no sea de madera, sino de bloques de concreto y con verjas de hierro.

Aún así, señaló Peña, los delincuentes sorprenden a familias y con armas de fuego le sustraen equipos de electrodomésticos y diversas pertenencias, previo identificarse como «policías».

Calificó de pobre el patrullaje policial de la zona, donde en el destacamento zonal de María Auxiliadora argumenta falta de combustible y de vehículos, así como carencia de radios de comunicación.

Como dirigente de organización barrial teme que los ciudadanos tomen la justicia «por sus manos».

Consideró como positivo que en el sector María Auxiliadora haya más de 10,000 estudiantes, entre niños y adolescentes. «A esos estudiantes, dijo, hay que protegerlos y buscarles las oportunidades necesarias».

Entiende que muchas patrullas policiales temen penetrar a zonas de algunos sectores y denunció que en muchos casos hay complicidad con los delincuentes.

También denunció casos de policías que van en busca de drogas o dinero en la calle Doctor Betances casi a esquina 15.

«Hay muchos policías honestos, que son ejemplo, pero hay otros que deshonran la Policía y le hacen perder la credibilidad», insistió.

Como alternativas a la problemática planteó el desarrollo de cursos técnicos, talleres, convivencias, torneos deportivos, campamentos.

Ante el aumento de la inseguridad ciudadana, Peña dijo que han creado comisiones de paz en los barrios 27 de Febrero, Villa María, Agua Dulce, Guachupita, Los Guandules, Loma del Chivo, Mejoramiento Social, Villa Fontana, El Caliche.

Exigen limosnas de la parroquia para drogas

Recientemente un integrante de una banda se presentó a la parroquia Santa Clara de Capotillo y se le abalanzó con un cuchillo al padre Montaño, exigiéndole dinero para comprar droga.

El sacerdote contó anoche la situación de peligro que vivió y las veces que tuvo que esquivar al delincuente para que no lo hiriera con el cuchillo.  

Al «barrio» percatarse del caso, trató de lincharlo a lo que el sacerdote se opuso. «No podemos responder con violencia», dijo. Esas amenazas se mantienen, se quejó.

Habló del peligro que significa cuando los jóvenes se apartan de Dios, y se lanza a la calle sin otra filosofía que no sea la diversión y la ingesta de alcohol.

El problema de oportunidad y falta de ayuda en Capotillo lo resumió al plantear que lleva ocho meses buscando una casa albergue para un menor que no quiere consumir más drogas.

En la generalidad de los casos, dijo el padre Montaño, los jóvenes que delinquen proceden de hogares sin padres o madres, con problemas múltiples.

«En Capotillo hay muchos muchachos buenos y cuando vas a sus casas, te das cuenta que han sido formados por sus padres, dentro del hogar», manifestó.

AL FILO DEl CUCHILLO

Otro caso en que un sacerdote vio en peligro su vida ocurrió en Los Trinitarios, dijo el fiscal Olivares.

En plena misa, de pie ante el púlpito, se le acercó un hombre al padre José Guillermo Rosario, de Iglesia Santa María Reina, y le colocó un cuchillo en el cuello. Al parecer, contó, Enrique Olmos Rodríguez, 38 años, el agresor, estaba drogado y quiso llamar la atención de la familia. Un grupo de feligreses  intervino hábilmente para rescatar al sacerdote, quien resultó con una herida leve en la cara.

El incidente se produjo el martes pasado. Olmos, quien mantuvo durante diez minutos en tensión a la iglesia, será sometido a la justicia el lunes próximo.

CREAN INSEGURIDAD

Las motocicletas denominadas passolas, conducidas a alta velocidad por jóvenes en los barrios y calles céntricas de la ciudad, han creado en pánico en la mayoría de la población.

Tras desprender algún objeto de valor al ciudadano, a los «passoleros» se le facilita que esas motos desarrollan rápidamente la velocidad, y en la mayoría de las veces se cruzan en vías contrarias para escapar de sus persecutores.

EN ESCUELAS

Las bandas en las escuelas públicas y privadas son una realidad, dijo el fiscal Olivares.

Pero lo que considera más grave es la proliferación de las bandas denominadas “naciones”, que en la mayoría de los casos, los padres desconocen que sus hijos pertenecen a ellas.

Advirtió que si no se enfrenta la situación, luego se estará cosechando la delincuencia de estas organizaciones. 

Entre las “naciones” identificó a La sangre, los Kings, los Ñeta y Parteras.

La banda la Industria, dijo, opera en sectores exclusivos de la capital como Naco, Piantini, El Millón y crean desórdenes en colegios de clase media y clase media alta.

Con relación a las medidas a implementar en las escuelas, el vocero policial informó que la directora del Departamento de Protección a las Escuelas, generala Daysi Liriano, rediseña las próximas medidas.

Utilizarán, afirmó, los recursos humanos y económicos necesarios para proteger ese sector tan sensitivo del país.

DESDE LA CÁRCEL

El fiscal de Santo Domingo afirmó que desde las cárceles, jefes de bandas de delincuentes dirigen las operaciones de sus «subalternos», con la responsabilidad de conseguir el dinero para pagar fianza.

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