ORLANDO, Florida, EE.UU.  AP.  Casey Anthony lloró brevemente ayer luego que los fiscales le dijeron al jurado que ella asesinó a su hija de 2 años porque no le permitía tener una relación con el promotor de un club.

El fiscal Jeff Ashton le dijo al jurado que Anthony quería tener más tiempo con su novio, salir con amigos y tener una vida sin preocupaciones como la que tuvo antes del nacimiento de su hija, Caylee.   “Era necesario sacrificar algo. Ese algo era la vida que ella quería para sí misma o la vida que le fue impuesta. Ella eligió sacrificar a su hija”, dijo Ashton en sus alegatos finales de 90 minutos.

Los fiscales sostienen que Caylee fue asfixiada con cinta adhesiva por su madre, quien luego inventó mentiras complicadas para engañar a todos, desde los investigadores hasta sus propios padres.   Los abogados defensores respondieron que la pequeña murió ahogada en la piscina de la familia y que su madre, aparentemente despreocupada, de hecho ocultaba la angustia emocional que le causó un presunto incesto por parte de su padre.   Mientras el fiscal Ashton hablaba, Anthony mostró un rostro inexpresivo durante la mayor parte de los primeros 45 minutos, pero luego cerró los ojos y apoyó la barbilla en la mano. Comenzó a llorar cuando Ashton dijo que el relato de que Caylee murió ahogada era falso.   Ashton dijo que la prueba de que la muerte de Caylee no fue un accidente fue que sobre su cara se colocaron tres pedazos de cinta adhesiva: uno en la boca, uno en la nariz y uno más sobre ambos.