Todavía se desconoce la procedencia de los más de 300 mil pesos que la joven Yesenia Figuereo Rivera, asesinada y quemada dentro de su vehículo el pasado 26 de julio, habría entregado a quien se convertiría en su verdugo, Emilio Rafael Trinidad Mendoza, como parte de un negocio de préstamos a rédito.
Entre los que adeudaban dinero a la joven asesinada figuran miembros de su familia, y la mayor deuda registrada en su libreta de apuntes, es de 35 mil pesos, según declaraciones ofrecidas por Perfecto Acosta, fiscal de la provincia de Santo Domingo, a este diario.
Dijo que estos datos fueron revelados por Trinidad Mendoza, quien manifestó que otra persona adeudaba unos 30 mil pesos a quien en vida fuera su socia.
En tanto, la procedencia del dinero utilizado para estos préstamos continúa sin esclarecer.
Acosta apuntó en ese sentido, que no cabe duda de que Yesenia mantenía un negocio de préstamos, pero determinar de donde obtenía el capital para realizar estas transacciones es algo difícil, dado que la joven falleció.
Acosta indicó que las investigaciones se centran en la localización de un hombre solo identificado como Chucho, a quien el joven Capellán Matos habría entregado el arma homicida.
Explicó que la Fiscalía de Santo Domingo espera para el próximo lunes, los resultados de la prueba de densidad ósea que se realiza al presunto menor Matos, acusado de disparar contra Figuereo Rivera, para saber si es o no mayor de edad y determinar si se procede a enjuiciarlo por ante un tribunal criminal o la jurisdicción de Niños, Niñas y Adolescentes.
Esto porque su propia madre dijo que era mayor de edad.
Expresó que de resultar el joven Matos mayor de edad, podría enfrentarse a una pena de 30 años, ya que fue parte de un acto delictivo planificado.
Dijo que el deseo del Ministerio Público es poder juzgar al implicado como adulto, ya que de no ser así, enfrentaría una pena máxima de 5 años, castigo que consideró no se corresponde con la gravedad del hecho.