Si bien FAO pronostica descenso de precios de alimentos, advierte que productos estratégicos para nuestra alimentación-arroz y maíz, materia prima para insumos pecuarios-subieron en enero 6,2% y 0,5% respectivamente. (https://www.fao.org/worldfoodsituation/foodpricesindex/es/)
Para evitar que haya escarceos futuros sobre aumentos de precios, requiérese invertir ahora en agropecuaria para aumentar producción arrocera y maicera, diversificándolo con sorgo; resembrar maní, introduciendo soya para aceites; incrementar tubérculos y musáceas alternativos a pan y harina. En general, importar menos y exportar más, tradicionales o no.
Como recursos son limitados y flotan advertencias de sobreendeudamiento originado en déficits, requiérense correctivos para disponer excedentes fiscales. Recientes disposiciones presidenciales (Decreto 6-23) y consejos internacionales (BID) apuntan a ello. Pero ni esas disposiciones ni esos consejos parecen asimilarse.
El decreto emitido 17/01/26 no trascendió. Pareció decreto secreto. No fue cacareado como otras disposiciones. No está presente en pronunciamientos públicos, quién sabe si a sabiendas de incumplimiento o por reiterar disposiciones incumplidas de anteriores. Pone en manos del MAPRE articular su aplicación (párrafo.II.art.3). Su remisión a la CGR, contiene una nota manual consignando palabra “austeridad” que no aparece en el decreto.
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Tampoco observamos entusiasmo ciudadano. Por tímida adopción, precedentes y poca credibilidad que genera articular austeridad quien protagoniza proselitismo. Sería como poner gatos a cuidar quesos. No se evidencia austeridad en el accionar de autoridades sea por conveniencia, rechazo o vergüenza de asumirla. La ejecución presupuestaria a enero lo evidencia: El gasto promedio diario fue 12.6% superior al presupuestado. A contrapelo: inversiones se contrajeron 40%.
Requiérese que el Gobierno tome en serio sus propias disposiciones. Si quiere austeridad, imponerla contundentemente en la administración ponderando seriamente consejos recientemente emitidos por funcionarios del BID(Insta al Gobierno a ser eficiente gasto público (hoy.com.do):eficientizar gasto y racionalizar subsidios, reducir déficits y endeudamientos; propósitos imprescindibles para mantener estabilidad económica e impulsar crecimiento frente a incertidumbres internacionales. Y para disponer excedentes fiscales que financien recuperación agropecuaria, cuyos desafíos inminentes radican en sostener producción arrocera y acabar de sembrar 300 mil tareas de maíz que se vienen anunciando desde febrero 2021.