Fiscalmente responsable

Fiscalmente responsable

Las autoridades repiten que el crecimiento acumulado en el periodo 2004-2008 fue de 40% y de 8% como promedio anual, pero no dicen que aumento la desigualdad entre ricos y pobres en lugar de reducirse como se esperaba. Las cifras del crecimiento deben revisarse en algún momento y prestar atención al hecho de que el beneficio fue a parar a los bolsillos de los ricos, porque el ingreso real de los pobres se deterioró. El dato lo dominan las autoridades y el FMI, por lo que resulta inaceptable que lo ignoren por completo en el nuevo Acuerdo de dos años y medio que se aprobará el próximo viernes en Washington, siendo una de las razones por la que se dice que es más de lo mismo, que el resultado neto será un aumento de la deuda del país, sin que el nuevo gasto genere ingresos permanentes de importancia.

Decir que el crecimiento será de 3.5% y 6% en el 2010 y en el 2011 no  aporta nada al conocimiento, porque cualquiera que haya estudiado la historia del capitalismo sabe que se relaciona con los ciclos económicos, que las recuperaciones siguen a las crisis, de modo que a nadie debe extrañar que la actual recesión de la economía dominicana tenga su fin, deberá suceder tarde o temprano aun sin endeudamientos, el tema es comparar la recuperación (débil o robusta) con el costo por endeudamiento, lo que implica revisar la política económica para minimizar lo último.

La medicina del FMI será la que defendía Keynes, la intervención gubernamental, eso está bien porque estamos en recesión, lo malo es que se excede facilitando préstamos al gobierno dominicano para apoyo presupuestario, recursos del Banco Mundial, BID, FMI, Petrocaribe, bonos locales e internacionales y préstamos bancarios por US$5,400 millones en dos años.

Hay preocupación con el uso que se les dará, se estima que el  90% (US$4,500 millones) de una manera u otra será para cubrir gastos corrientes y deudas, implica que solo US$540 millones producirían ingresos permanentes, calificarían como inversión con rentabilidad, con impacto anual en el PIB en el largo plazo.

Al beneficio anual que en el largo plazo produciría los US$540 millones hay que restarle el costo del incremento de la deuda (US$5,400 millones), que a un interés de 7 por ciento implicaría salida de capital por US$378 millones cada año, dejando ingresos netos de tan solo US$162 millones cada año.

El resultado sugiere que sería intrascendente el impacto neto de largo plazo del préstamo de US$5,400 millones, que es necesario ampliar el porcentaje destinado a proyectos reproductivos y reducir el financiamiento a gastos corrientes. Dicho de otra manera: el nuevo Acuerdo tendría poca importancia para la economía y el empleo productivo permanente, si solo el 10% (o algo parecido) del incremento de la deuda se destina a inversiones rentables. La importancia sería menor porque se estaría ampliando la desigualdad entre ricos y pobres al comprometerse  recursos actuales para pagar deuda improductiva, lo que nunca hace una gestión fiscalmente responsable.

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