Aunque ratificó que dos empresas británicas se retiraron de República Dominicana porque funcionarios trataron de extorsionarlas, el embajador de Gran Bretaña, Steven Fisher, dijo ayer que no hizo una denuncia sobre el particular, sino un comentario al margen de una conferencia que trataba el tema de la corrupción.

    En torno al emplazamiento que le hizo el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, para que identificara las empresas y los funcionarios involucrados en el caso, el diplomático expresó que responderá luego que termine una visita de parlamentarios británicos.

    Fisher resaltó como de gran importancia más de mil millones de dólares que, según dijo, tienen invertidos en este país inversores británicos, lo que coloca a Inglaterra, expresó, en el quinto lugar en materia de inversiones en la República Dominicana.

   Dijo que hizo el comentario al margen de la conferencia sobre corrupción que se desarrolló en la procuraduría general de la República,  porque las empresas británicas que se retiraron fueron afectadas por esa situación.

   Sin embargo, Fisher  acogió las críticas que le han hecho por el planteamiento, en razón de que debió canalizarlo por la vía diplomática.

   Expresó que ahora las empresas afectadas y las autoridades  deben darles seguimiento a esta situación. Fisher fue entrevistado a su llegada al Congreso, junto a una delegación de parlamentarios ingleses.