Fisichella, de la Renault, triunfa en apertura de F1

Fisichella, de la Renault, triunfa en apertura de F1

POR IGOR GEDELAGHINE
MELBOURNE, Australia (AFP).-
El italiano Giancarlo Fisichella, que obtuvo una primera posición de salida afortunada, confirmó sus cualidades y las de su Renault al ganar el Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial de Fórmula 1, en el circuito Albert Park de Melbourne.

Su compañero, el español Fernando Alonso, completó el triunfo de Renault al llegar en tercera posición aunque partía desde la decimotercera plaza.

El honor para Ferrari, cuyo líder Michael Schumacher salió desde la última línea, fue salvado por el brasileño Rubens Barrichello, que logró intercalar su monoplaza, en segundo lugar, entre los dos Renault.

«Es verdad que la lluvia jugó un rol en mi victoria. El sábado tuve mucha suerte», reconoció Fisichella en meta. El italiano fue el único en beneficiarse de buenas condiciones en la primera serie de calificaciones, al aprovecharse de una pista seca entre dos tormentas diluvianas.

Sin embargo, la carrera que realizó de principio a fin, tampoco dejó opción para que le quitaran el primer puesto y sólo se le pudo superar, momentáneamente, en sus dos reavituallamientos.

«Incluso sin esta fortunada, hubiera luchado por la victoria», aseguró el piloto, que firmó en Melbourne su segundo triunfo en diez temporadas en la F1.

«Es la primera vez de mi vida que conduzco un auto tan competitivo. !Es genial!», se exclamó Fisichella, que aseguró que Renault se encontraba con posibilidades «de competir» por los títulos tanto de pilotos como de constructores y, por tanto, de batir a Ferrari.

A su lado, Alonso también probó que el R25 se comporta bien cuando hay que tomar riesgos y ser agresivo. En la pista y no en los reavituallamientos, «doblé a Trulli dos veces y a Jacques Villeneuve una», recordó el español, que creía haber perdido cualquier oportunidad de hacer un buen resultado cuando se encontró bloqueado al inicio de la carrera.

En el caso de Barrichello, que partió undécimo, lo que le permitió salir del apuro fue una «muy buena estrategia» y «los neumáticos fantásticos», manifestó.

En realidad, los pilotos que salían de las primeras posiciones, teóricamente por suerte, confirmaron su competitividad. El italiano Jarno Trulli (Toyota) le dipustó a Fisichella la cabeza de la carrera hasta el primer reavituallamiento, a pesar de que después cayera irremediablemente a la novena plaza. El británico David Coulthard, cuarto sobre un Red Bull-Cosworth, se mostró sorprendentemente fuerte con respecto al Jaguar de la temporada pasada.

La carrera fue mucho más frustrante para los McLaren-Mercedes. El colombiano Juan Pablo Montoya, que partió noveno, consiguió terminar sexto y anotarse tres puntos, pero su colega finlandés Kimi Raikkonen, cuyo vehículo tuvo que ser lanzado desde los boxes por haberse calado en la parrilla de salida, efectuó una parte de la carrera siguiendo las ruedas de Michael Schumacher, en la cola del pelotón. Dobló al alemán en una ocasión de su primer reavituallamiento para obtener, al final, el punto que otorga la octava plaza.

«Estoy contento de comprobar que parecemos rápidos con el MP4/20, aunque perdí un tiempo precioso en el momento en que atacaba fuerte porque una rueda se me metió en la hierba. Después, hubo un malentenddio con un Jordan que me hizo salir de la pista. Finalmente, disminuí la velocidad para preservar el auto para Malasia», dio como explicación Montoya.

Michael Schumacher, en cambio, estuvo condenado desde la primera serie de calificaciones por la lluvia y, un error de su compatriota Nick Heidfeld (Williams-BMW), le acabó obligando a abandonar. El Williams-BMW de Heidfeld embistió a su Ferrari en un giro a la derecha porque el primero se equivocó de frenada. Desde la zona de grava, Schumacher volvió a arrancar, pero se fue directamente a boxes.

«Me obligó a rodar sobre la hierba y no pude frenar», se defendió Heidfeld.

Michael Schumacher tendrá su revancha dentro de quince días en Malasia porque la actuación de Barrichello demostró que el Ferrari del año pasado todavía es veloz.

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