Una vida entera de hacer elecciones no saludables pueden llevarte a una muerte prematura. La grasa visceral, la cual infla tu abdomen, desinfla tus prospectos de salud al mismo tiempo. Vencer esa grasa es tu meta para tener una vida sana. La clave está en cambiar esos alimentos altos en calorías que te engordan por otros con menos calorías que te van a llenar y a mantenerte lleno más tiempo. Puedes sentirte satisfecho y perder peso al mismo tiempo. Solo tienes que fijarte tres pequeños cambios simultáneos y verá los resultados. Basa tus opciones alimenticias, no con lo que estás dispuesto a abandonar, sino con lo que más te gusta comer y, te será más sencillo implementar los cambios.

¿Te encanta el yogurt y el queso?. Definitivamente a todos nos encantan estos alimentos que pertenecen al grupo de las proteínas. Múltiples estudios evidencian que, consumir por lo menos tres porciones de alimentos lácteos ricos en calcio, puede ayudarnos a acumular menos grasa corporal. Las personas que consumen unos 1200 miligramos diarios de calcio, tienen un 60% menos de probabilidad de ser obesos.

¿Te encanta picar todo el día?

Si masticar todo el día es un hábito, cambia eso que comes a cada instante por frutas y vegetales. Si consumes más ácido fólico, encontrado en la espinaca, por ejemplo, tienes 8 1/2% más de posibilidad de perder el 10% de tu peso en un año, que sí no lo hicieras. La  persona de peso promedio consume casi dos porciones de frutas al día, mientras que la mayoría de las personas con sobrepeso consumen menos de una porción. Si te gusta picar, trata que tus snacks sean dos piezas de fruta y tres porciones de vegetales, preferiblemente de hojas verdes y agrégale granos a esta ecuación, las personas que consumen granos tales como la habichuelas, tienen cinturas más estrechas.

Manos a la obra

Hoy vamos a realizar una variante de las sentadillas, las realizaremos a una sola pierna para aumentar nuestro equilibrio, con el cual a la vez logramos intensificar nuestra tonificación en general, ya que, para lograr mantenernos de pie, contraemos involuntariamente el abdomen, glúteos, piernas, brazos, etc.

La rutina

Paso 1

Colócate de pie con una de tus piernas flexionadas, tratando de mantener una postura erguida, abdomen contraído. Inicia el descenso lentamente  inclinándote ligeramente, como si quisieras tocar el suelo.

Paso 2

Toca el suelo con la yema de tus dedos sin apoyar las manos y sin descansar los glúteos en las piernas, para que continúes la contracción. Regresa a la posición inicial y repite tres series de 15 repeticiones con cada pierna. Si quieres, puedes hacerlo también sosteniendo una pesita en cada mano. Con este ejercicio trabajas intensamente glúteos, cuadriceps (cara anterior del muslo) y hamstrings (cara posterior del muslo).